Opinión
Gorgona, Leticia y Pereira, tres bases gringas de Petro
En el “gobierno alternativo” de Petro se han incrementado los proyectos militares de los Estados Unidos en Colombia, sin respeto alguno por la soberanía nacional ni por las comunidades. ¡Abyección total!
Contra la voluntad de la comunidad científica, que denunció los dañinos impactos en su ecosistema, el Gobierno de Petro pondrá en marcha la instalación militar en Gorgona, convenida en tiempos de Santos, avalada por Duque y financiada por el Departamento de Estado de USA.
Es parte del control del Paisaje Marino del Pacífico Tropical Oriental y de la Iniciativa Asociación para la Pesca Sostenible (el nombre oculta su verdadera intención), que lidera la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA) en Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador.
Apuntala la cadena de radares Kelvin Hughes, puestos en la costa del Pacífico, en Juradó, Pizarro y Bahía Solano, dentro de la estrategia de interdicción para combatir el narcotráfico, mostrada como genuina de la administración Petro.
El modus operandi es neocolonialismo puro: se cede el terreno a la fuerza pública, en este caso a la Armada Nacional, y luego, por arte de magia, aparecen convenios con agencias de Estados Unidos que imponen los objetivos, incluso el saqueo para el aprovechamiento económico de la biomasa.
Con igual servilismo, se endosa el predio denominado Marindo-Lote San Sebastián Lagos a la Policía Nacional en Leticia (Amazonas). El Concejo municipal había cedido otro de 44.684 metros cuadrados en mayo de 2023, pero por razones jurídicas no pudo transferirse y se requería la titularidad para la “cofinanciación internacional en proyectos asociados” a la “infraestructura policial” (Carta, 6/3/24).
Muy acucioso, el gobernador del Amazonas, Óscar Enrique Sánchez, quien llegó a ese cargo por el Pacto Histórico, citó a la Asamblea Departamental a sesiones extras del 1 al 13 de marzo, con el único fin de trasladar a la Policía la propiedad de Marindo, que tiene 87.794 metros cuadrados (doble tamaño del primero).
La exposición de motivos de la ordenanza reiteró que es “un proyecto especial cofinanciado con recursos de cooperación internacional (INL)”. Se trata de la Sección de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley de USA. La Asamblea aprobó el regalo con solo dos votos en contra.
Así, la INL “en alianza” busca “desmantelar organizaciones criminales transnacionales”, advirtiendo que en Bogotá está de las “más grandes y completas del mundo”. “Proporciona asistencia técnica, capacitación y apoyo operativo a las agencias homólogas colombianas, incluyendo la Policía Nacional de Colombia” y “trabaja en estrecha coordinación con el Departamento de Justicia, el Departamento de Seguridad Nacional y los homólogos militares de Estados Unidos”. Léase el Comando Sur.
Este gobernador del Pacto Histórico detalla que es un “centro de integración transnacional” con componentes de “alta tecnología”, que “responderá a eventos de impacto contra el medio ambiente”, entre los que destaca “la deforestación” y convoca a “la cooperación internacional” de los países “que hacen parte de la Amazonía”. Menciona que queda adscrita, además, una Escuela de Carabineros, a la que se orientará la juventud amazonense. La de Marindo es la segunda base.
Ese “centro”, sin saberse aún el monto de la inversión norteamericana, se relaciona con la idea de Petro de que el “uso de las armas también debe ser contemplado para el objetivo de prevenir los delitos ambientales”. Es decir, Marindo es el germen de “una Otan para el Amazonas”, con los planes adjuntos de asalto a los recursos naturales (8/8/23).
La tercera base de Estados Unidos, la de Pereira, es la más ominosa en todo el centro del país y seleccionada como “prueba piloto para la Embajada Americana” en América Latina. Está en la zona de Cerritos para especializarse en la lucha contra redes de narcotráfico regional. Será bastión de la inteligencia estadounidense, “asociada” con la Policía Nacional.
El alcalde anterior, Carlos Maya, compró el área seleccionada por los gringos. Dijo que lo hizo por “sus características de seguridad, movilidad, y otras que se requieren”. Son 10.000 metros cuadrados comprados por $6.900 millones. ¡Un muy elevado precio de $690.000 por metro! La edificación la hará Estados Unidos, y Pereira aportará, fuera del terreno, más recursos (Caracol, 14/11/23).
Cerritos (un polo urbanístico) quedaría intervenido por agencias estadounidenses. Pobladores y circunvecinos estarán espiados por extranjeros, sus comunicaciones rastreadas y, según el diseño, helicópteros sobrevolarán a diario. La vida social de todos se someterá a escrutinio constante.
En el “gobierno alternativo” de Petro se han incrementado los proyectos militares de los Estados Unidos en Colombia, sin respeto alguno por la soberanía nacional ni por las comunidades. ¡Abyección total!
NOTA: Como el lote de Cerritos no se ha entregado a la Policía, las nuevas autoridades municipales, al ser preguntadas, contestaron que revisarán el proceso de endoso.