OPINIÓN

Homilía para el domingo de resurrección (Una misa para uribistas)

Señor: ilumina al nuevo fiscal para que esta sea nuestra última semana de pasión.

Daniel Samper Ospina
7 de abril de 2012

Queridos hermanos,

Estamos reunidos en esta eucaristía para proclamar la resurrección de nuestro Mesías, el regreso de Nuestro Salvador, doctor Álvaro Uribe Vélez. Y lo hacemos unidos en la fe y tal y como lo pronosticó el profeta Luis Carlos aquella vez que descendió de un monte de Rionegro con la barba blanca al viento y una tabla en la mano con los diez mandamientos para regresar al poder.

Nos urge su regreso para recuperar la seguridad, sí, pero también la fe, vacía desde que el Papa Benedicto XVI se saltó a Colombia en su gira por el Caribe. No hay excusas, hermanos, para que nos esquivara. Que no tuviera mudas suficientes para agregar más días al viaje, como alegó el Vaticano, es una disculpa floja: Jorge Barón habría podido prestarle un vestido blanco y Poncho Rentería, unos zapatos rojos. Y no había líos de seguridad porque el papamóvil, como su nombre lo indica, aguanta papa bombas. ¡Qué triste que el Santo Padre haya dejado al Padre Linero con su CD El Man está vivo autografiado y a Marlon Becerra con la ilusión de entrevistarlo en Soles y vientos! ¡José Gregorio Hernández contaba con la muestra de sangre de Benedicto para organizar otra gira nacional! Y Navarro Wolff iba a asistir a la ceremonia del lavatorio de pies para que Su Santidad no se cansara y tuviera tiempo de ir al Balay.

Pero no perdamos la fe, hermanos. Al revés: oremos con más fuerza por la venida del Salvador ahora que la sociedad perdió los valores. En Facebook una muchacha ofrece su virginidad a cambio de boletas para el concierto de McCartney. La actriz porno Esperanza Gómez anuncia una nueva película. Jota Mario Valencia saca un libro de superación. ¿No son signos suficientes de nuestra descomposición moral?

Urge que tengamos más jóvenes piadosos, como Simoncito Gaviria. ¡Cómo recuerdo sus años díscolos cuando inflaba chicles ante las cámaras! Hasta hace muy poco se tapaba la boca de la risa cuando en la eucaristía decíamos "lo tenemos levantado hacia el Señor". Era bastante inmaduro. Y mírenlo ahora, convertido en todo un señor, en todo un muchacho pío: pese a que dirige el infame y progresista Partido Liberal, tiene el valor de respaldar la reelección del procurador, un prohombre de fe que representa lo más puro de la sana ultraderecha católica. Te pedimos, Señor, que en esta fase mística a Simoncito le peine la capul a lambetazos ya no un ternero, como antes, sino una vaca sagrada. Puede ser un Name. O al menos un Amín. Te lo pedimos, Señor.

Pongámonos de pie. (Usted también, doctor Navarro). Hermanos: ya regresa el Mesías. Llegará caminando sobre las aguas de los ríos en que antes chapoteaba con sus escoltas. Será trino y uno, como sus huevitos. Rearmará a los Doce Apóstoles para que los comande el apóstol Santiago. Multiplicará los montajes a la Corte. Resucitará al Santo Job en un garaje. Liberará de la prisión al hijo pródigo, Andrés Felipe Arias, para que ladre al viento. Y cambiará un articulito para que su reino no tenga fin.

No nos demos el saludo de la paz, hermanos, que eso es para caguaneros. Y recordemos, de pie, el pasaje en que el Redentor se entera de su traición.

Invitó el Salvador a una cena en la Margarita del Ocho a sus apóstoles y díjoles:

- Apenas termine mi Presidencia, uno de ustedes me va a traicionar.

- Dinos quién, maestro -indagó San Obdulio.

- No puedo, hermanos: solo os diré que tiene los párpados inflamados y que trota con una balaca de toallita.

- Danos otra pista, maestro -pidió San Uriel, el apóstol lento.

- Usa pantalones amarillo pollito y juega golf en Anapoima. No digo más.

- ¿Seré yo, maestro? -preguntó el apóstol Pachito.

- No, hijito. Tú estás muy chiquito. Pero cuando el gallo cante tres veces, como en la película de Esperanza Gómez, esa persona me habrá traicionado.

Entonces el apóstol Juan Manuel, que se había hecho el bobo durante toda la cena, vendió al Mesías a la causa liberal y el Salvador quedó crucificado en medio de San Obdulio y de un contratista llamado William.

Pero he aquí, queridos hermanos, que resucitó al tercer día, según las escrituras, y repartió nuevas notarías para que esas mismas escrituras quedaran en manos de terratenientes millonarios a quienes otorgó subsidios agrícolas. Palabra de Dios.

Pónganse de rodillas. Señor: en este domingo de resurrección, bendice las fuerzas religiosas que buscan el regreso del Dios del Ubérrimo. Bendice al Opus Dei, al 'Curita' Velásquez y al numerario Sabas Pilatos, quien se lavó las manos luego de tocar la matera en que Yidis hizo pipí. Bendice a los Legionarios de Cristo en cabeza del señor procurador, patrono de la Santa Inquisición. Bendice a los Caballeros de la Virgen, representados por el señor que regalole boletas a la jovencita del Facebook. Y bendice al uribismo y a su profeta Luis Carlos. Ilumina al nuevo fiscal para que sea esta nuestra última semana de pasión y ayuda a que regrese María del Pilar Hurtado, la conejita de Pascua, que huyó del país cuando más huevo tenía.

Todos de pie.

Oremos, hermanos, por la llegada del Salvador y pidamos a Esperancita Gómez que acelere su venida. La bendición del Señor descienda sobre todos vosotros. Podéis ir en paz. En el Name del Padre, del Hijo, del Espíritu Santos. Amín.

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