OPINIÓN
ICBF: responsable solidario por maltrato infantil
El ICBF, por no tomar las medidas precautelarías para el caso de maltrato infantil en los albergues bajo su mando, es responsable institucional y solidariamente.
¿Hasta cuándo tendremos que soportar los casi continuos abusos y maltratos, contra niños desprotegidos y abandonados, que por diferentes circunstancias van a parar a los albergues del ICBF?
Lamentablemente el ICBF, que fue creado con fines altruistas; desde hace mucho tiempo, no pasa de ser un nido de burócratas altaneros y arrogantes, al servicio de los politiqueros de turno.
El aberrante caso ocurrido en Ibagué, con la Fundación Peces Vivos, adscrita al ICBF, donde sus directivos de tiempo atrás, incluida la psicóloga, venían maltratando física y moralmente a un grupo de niños con discapacidad mental, es clara muestra que la institución ha perdido su razón de ser; por consiguiente, requiere de una juiciosa reingeniería, o liquidarse, para dar paso a otra institución más acorde con las circunstancias.
Los colombianos esperamos confiados que la investigación contra los responsables de tan horripilante crimen avance de la mejor forma posible, sería muy conveniente investigar también qué tanta responsabilidad le cabe al, ICBF, e iniciar las denuncias correspondientes.
De otra parte, los continuos desfalcos y peculados presupuestales para la alimentación y bienestar social de los niños y los contratos sin el lleno de requisitos legales, es tema de nunca acabar; son varios los procesos que cursan contra altos funcionarios por malos manejos en el desempeño de sus funciones.
No se justifica que la señora directora cada que ocurren situaciones difíciles, salga a los medios de comunicación a dar explicaciones mediocres, sin aportar soluciones de fondo.
Las falencias que se están presentando: administrativa, jurídica y económicamente, con el manejo de los niños abandonados, en dificultad de aprendizaje o con discapacitados física y mental, seguirán siendo el plato fuerte de los medios de comunicación, que justificadamente en cumplimiento del deber tienen que dar la noticia a los colombianos.
¿Cuántos más centros de protección a la niñez abandonada y en discapacidad, estarán padeciendo la misma situación? Personalmente he recibido quejas de varios municipios con denuncias sobre maltrato, pero, abordar a un funcionario para atenderlas es tema de nunca acabar.
Valdría la pena, que una comisión de la Defensoría del Pueblo, en coordinación con los organismos de control, hiciera una auditoría a cada uno de los albergues a cargo de Bienestar Familiar, con la absoluta seguridad de que nos llevaremos grandes sorpresas.