OPINIÓN ON-LINE
En Colombia, lo impensable
Si en el poder estuvieran Uribe o Pastrana, les haría igual plegaria e inaplazable petición ¡Unidos en una acción afirmativa por Colombia, porque se alcanzará lo impensable!
En el pasado de Colombia quedaron millones de balas asesinas. Este 29 de agosto de 2016 el comandante de las FARC-EP, en un documento que cambia la historia de los últimos 50 años, ordenó cesár el fuego y las hostilidades contra el Estado colombiano.
Con el desplante y los excesos del Caguán en 1999, pensé que no viviría para ver la paz del país con estos insurgentes. Pero por fortuna no es así. No más barbarie contra inocentes asesinados, ni heridos, ni secuestrados, ni desaparecidos; no más violados, maltratados ni desplazados.
En ese comunicado el grupo guerrillero pide perdón a los soldados, marinos, pilotos de la fuerza aérea, policías y organismos de seguridad e inteligencia del Estado. Después de décadas de silencio, por fin dieron excusas. Increíble, pero es cierto.
Les dijeron a esos valientes que defendieron la patria, y a sus familias que tanto han sufrido con millares de viudas e hijos sin padres: “Queremos manifestarles nuestra clara y definida vocación por la reconciliación”. Así les dan el merecido estatus de héroes de eterna recordación por su inmenso sacrificio.
Agregan en el comunicado que “las rivalidades y los rencores deben quedarse en el pasado. Más que nunca lamentamos tanta muerte y tanto dolor ocasionados por la guerra”, dicen allí las FARC. Como digo yo: vivir para ver.
Luego de aceptar la miseria que se ha causado, a las víctimas les expresan el deseo de querer abrazarlas, comportándose como compatriotas. Ojalá que el cumplir el Acuerdo, que en su primera parte es un gran plan de reforma para el desarrollo rural, sea la oportunidad para reivindicarse.
Con todo esto tan extraordinario e inédito que veo, en Colombia está sucediendo lo que era impensable; y, por ello, estoy convencido de un ‘Sí‘ en el Plebiscito de la Paz. ¿Saben qué, señores de las FARC? se demoraron, pero para dejar las armas nunca es tarde. Gracias por esta oportunidad para la nación y nuestros hijos.
Para comenzar a trabajar unidos por la nueva Colombia, les voy a creer. Voy a considerar que la paz acordada es la mejor opción. Lo contrario es pasar el resto de mi vida con la duda. Por ello renuncio a la certeza de un conflicto que sin el Acuerdo no acabará mientras yo viva.
El Presidente Santos lidera el asunto más trascendental de la Colombia de los inicios del siglo XXI. Le hago una gran plegaria por la paz, una oración de luz y de claridad para su mente y para su equipo de trabajo. También le voy a pedir algo que es inaplazable: que se impulsen las grandes transformaciones sociales e institucionales en la República.
Ciertamente que con el Congreso de la República actual el proceso de paz es irreversible, y esa es la regla de oro en la democracia: las mayorías se imponen, en hora buena. Advierto que el cambio institucional debe estructurarse y planearse bien, ¿cómo? con una gerencia tecnocrática y en una arquitectura jurídica sustentable en las cortes.
La certeza y la previsibilidad de las reglas son indispensables para todos, víctimas, combatientes, simpatizantes y auxiliares de la guerrilla, actores estatales y/o empresarios, atrapados en el terrible y complejo conflicto de medio siglo.
Son un imperativo normas de seguridad jurídica. Este principio se menciona en el Acuerdo, como la lucha contra la corrupción y el desmonte de la criminalidad. Están por desarrollarse (se reflejan nuestras preocupaciones expresadas en una columna pasada).
Como dice Bruce Mac Master, presidente de la Andi, vamos más allá de los partidos y los juegos políticos; la justicia transicional será para todos. Si en el poder estuvieran Uribe o Pastrana, yo les haría igual plegaria e inaplazable petición, a ellos que en su momento soñaban la paz con este grupo pero no la alcanzaron. ¡Unidos en una acción afirmativa por Colombia, porque en 2016 se alcanzará lo impensable!
Nota 1: Estamos avanzando en el primer documento de Seguridad Jurídica para la Paz, con el estudio y explicación de su régimen jurídico. Allí retomamos un sólido marco jurídico que se ha venido construyendo por los gobiernos del país en 25 años (pero que está disperso). Existe además un acervo de jurisprudencias de las Cortes y el Consejo de Estado que son todo un baluarte. Esta tarea la emprendemos con un grupo de investigadores. Se entregará en un foro sobre la Carta de 1991 organizado por la ESAP para el 20 de septiembre.
Nota 2: Los amigos del ‘Sí‘, para detener toda expresión de violencia, con tolerancia respetemos a los que piensen distinto, como aquellos que están por el ‘No‘ o por la abstención. Registro con preocupación síntomas de violencia entre los contradictores políticos, una muy mala práctica. Aún peor, también brotes de xenofobia política. Los dirigentes tienen como primer deber, ser responsables. Convenzan con ideas y propuestas, no con insultos o degradaciones.
*Abogado administrativista, Ph.D. en sociología jurídica e instituciones políticas y profesor - ivandariogl@yahoo.com – www.gomezlee.com.co