OPINIÓN

A favor de la verdad

Como hay que buscar un chivo expiatorio para tapar los escándalos de corrupción que agobian a ciertos personajes y sectores de la vida nacional, qué mejor trofeo que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Comisión de la Verdad (CV).

Javier Gómez, Javier Gómez
29 de octubre de 2018

Muchos medios de comunicación sirven de caja de resonancia de esos ataques sin someter a escrutinio la sistemática estrategia de desprestigio y hostigamiento para debilitar la JEP y la CV; dos sistemas que están en su etapa de ajustes institucionales para responder a esa colosal responsabilidad del esclarecimiento de los hechos que ocurrieron en el contexto del conflicto interno armado.

Constantemente venden la infundada idea que el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición es un mar de impunidad, cuando es estrictamente lo contrario: busca favorecer la verdad como vehículo de resarcimiento a las víctimas. Quieren evitar a toda costa que el país se entere de los verdaderos motivos del conflicto armado interno, quiénes lo financiaron y qué intereses llevaron a esta prolongada y estúpida guerra.

Empujados por instituciones e intereses particulares, que se sienten incómodas con la presencia de la JEP y la CV, algunos medios de comunicación utilizan un lenguaje virulento y desobligante contra los magistrados y comisionados a quienes constantemente se les estigmatiza y ponen en entre dicho su legitimidad e imparcialidad. Se les olvida que este novedoso sistema de justicia transicional, un ejemplo de Colombia para el mundo, apenas cumplió cinco meses en funciones y ya se le exigen resultados sobre un conflicto que duró más de 50 años, dejó más de 220 mil muertos, más de 60 mil desaparecidos y 8 millones de víctimas. Qué irracionalidad.

Esa irracional exigencia en cabeza de quien puede caber. Solo en quienes, premeditadamente, buscan echarle tierra a Reficar, Hidroituango, Odebrecht, a los llamados bonos Carrasquilla, al robo de los programas de alimentos para las escuelas, a la caída del puente de Chirajara, etcétera; los medios de comunicación y algunos periodistas que se autodenominan líderes de opinión enfilan sus baterías contra la JEP y la CV y  tiran de la pita contra casos emblemáticos como el de alias “Jesús Santirch” revelando un absoluto desconocimiento sobre la justicia transicional. Lejos de discernir, acusan.

No los convoca al debate propuestas que buscan, esas sí, volver trizas el acuerdo de paz: como crear un tribunal especial para los militares dentro de la JEP y cerrarle la puerta a la información estatal sobre el conflicto armado, materia prima para la CV. Este último punto es de suma gravedad y los medios de comunicación, cuya herramienta debe ser la verdad y la transparencia informativa, no dicen ni mu. Pasan de agache.

Desde todos los flancos se quieren desconocer los beneficios que el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y no Repetición le traerá al país: uno, la construcción de una paz estable y duradera, y dos, reparar a las víctimas y, por sobre todo, reconocerles el derecho a la verdad.

No es coyuntural, es sintomático el rechazo y el temor que se le tiene a la verdad; pero no hay justicia transicional sino hay verdad, lo contrario es volver al pasado y cerrarle las puertas a la no repetición. Eso no nos lo perdonarían las futuras generaciones. Por eso la lucha debe ser a favor de la verdad.  

@jairotevi