OPINIÓN
La desinformación, una herramienta mágica para engañar
Es triste y a la vez doloroso pensar que una aspirante vicepresidencial tenga la capacidad de decir que los huevos son traídos de Alemania cuando Colombia los produce.
“Nuestros tres principales productos de exportación son tres venenos. El más poderoso, el carbón que sacan del Caribe, Guajira y el Cesar, y después el petróleo que sacan del piedemonte llanero, y posteriormente la cocaína.
Carbón, petróleo y cocaína, la forma como Colombia se articula al mundo; el producto económico de un régimen político de la corrupción”. El pasado lunes desde Sahagún, Córdoba, en medio de su discurso, el candidato presidencial Gustavo Petro comparó la exportación de carbón y de petróleo con el de la cocaína. Allí el candidato afirmó qué: “es más peligroso para la humanidad el carbón que la cocaína”.
Tras dichas declaraciones, varios sectores se han pronunciado sobre el tema. Carlos Cante, presidente de la Federación de Nacional de Productores de Carbón, dijo que: “Comparar el carbón con la coca y comparar la actividad de los mineros con la de los narcotraficantes, no solo es desafortunado en su percepción, sino en su manera de ver el desarrollo de los colombianos”.
Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería, añadió que: “equiparar a quienes hacen parte de la industria del carbón, sus empleados y familiares con una actividad delincuencial como el narcotráfico es irresponsable ¡Necesitamos campañas con respeto por quienes se ganan la vida dignamente y aportan al desarrollo empresarial del país!”. La Asociación Colombiana de Minería genera 50.000 empleos en este sector.
Cabe recalcar que hace pocos días la Asociación Colombiana de Ingenieros de Petróleos (Acipet) le puso una tutela al candidato Petro, haciendo énfasis en que: ”el pasado 18 de abril de 2022, el ciudadano Gustavo Petro manifestó de forma generalizada “y sin fundamento concreto”, ante todo el país en un medio televisivo de alta audiencia, que las actividades de exploración y explotación de hidrocarburos y carbón implican la ejecución de delitos contra la vida de comunidades y niños, y generan violencia de narcotráfico”.
En esa oportunidad, Gustavo Petro preguntó: ”¿qué exportamos nosotros? Carbón, petróleo y cocaína. Los tres producen violencia, no solo la cocaína. Para sacar petróleo matan comunidades, para sacar carbón dejan morir miles de niños sin agua, y para sacar cocaína es a plomo limpio”.
Es inaudito e ilógico comparar la industria del carbón o la del petróleo con una actividad ilegal y de narcotráfico como lo es la cocaína.
¿Cómo se puede comparar una actividad ilícita que ha dejado cientos de miles de muertos durante tantas décadas; una práctica que ha damnificado al país, que ha dejado miles de desplazados y que le ha causado lágrimas de sangre a los ciudadanos inocentes; con las industrias del petróleo y del carbón que han generado y que generan millones de empleos anuales para el país? Esto no es solamente una comparación inadmisible, sino una ofensa a todos aquellos ciudadanos colombianos que han sido víctimas del narcotráfico.
Incoherencias parecidas a la que dijo la candidata vicepresidencial, Francia Márquez, hace unos días: “ahora los huevos vienen de Alemania y a un costo bien elevado”. Argumento que no es cierto y que varios expertos del país tuvieron que salir a desmentir. Rodolfo Zea Navarro, ministro de Agricultura y Desarrollo, le respondió: “En Colombia no importamos huevos, todo es producción nacional de nuestros campesinos y campesinas. En 2021 la producción superó los 17.000 millones de unidades, 4 % más que 2020. No hay que desinformar y confundir, porque esto perjudica el trabajo de un sector que viene creciendo”.
Es triste y a la vez doloroso pensar que una aspirante vicepresidencial tenga la capacidad de decir que los huevos son traídos de Alemania, cuando Colombia produce los suyos. Es de no creer como algunos políticos quieren enredarnos con temas tan delicados como la importación de huevos y comparando al sector de carbón y petróleo con el narcotráfico y la cocaína. Es insólito y cruel.
Además, es una falta de respeto, de desinformación. Es una tergiversación repulsiva. No se deje desinformar. “Lo peor de la ignorancia es que a medida que se prolonga, adquiere confianza”, -Anónimo - ¡Que vivan los huevos y las huevas cien por ciento colombianos!