Opinión
La ineptitud de Caicedo con los niños del Magdalena
Luego del fracaso de la última licitación, prometió adicionar el contrato que venía del año pasado, pero eso no ha ocurrido.
Carlos Caicedo es uno de esos políticos que saben que una mentira repetida mil veces puede convertirse en verdad. Esto le sucedió con el Programa de Alimentación Escolar (PAE), en el departamento del Magdalena, cuyo objetivo es alimentar a más de ciento 40.000 niños en 29 municipios mientras asisten al colegio, y que hoy se encuentra en una preocupante parálisis que la administración departamental ha tratado de ocultar con engaños en redes sociales.
La historia que no han querido contar, porque evidencia la inoperancia administrativa del gobierno de Caicedo, es que desde su llegada como gobernador se han lanzado seis procesos de contratación para el PAE, de los cuales cuatro han sido declarados desiertos. Solo el año pasado, el departamento estuvo más de cinco meses sin el programa y este año, desde el pasado 17 de marzo, el sistema de alimentación nuevamente dejó de prestar sus servicios.
La excusa recurrente del gobernador fue decir que el Gobierno de Iván Duque tenía bloqueado el Departamento y por eso no había alimentación escolar para los niños. Sin embargo, desde 2021, la Gobernación tiene aprobados los recursos suficientes —cerca de 57.000 millones en vigencias futuras— para garantizar la prestación del programa, pero por una falta de planeación los procesos han sido declarados desiertos en su gran mayoría. Hoy que Gustavo Petro —aliado de Caicedo— dirige el país, el gobernador tampoco fue capaz de sacar adelante la contratación del PAE y es ese mismo gobierno que a través de la Unidad Administrativa Especial de Alimentación Escolar lanzó la alerta por la actual carencia de alimentos en el Magdalena.
Luego del fracaso de la última licitación, prometió adicionar el contrato que venía del año pasado, pero eso no ha ocurrido. Por el contrario, lo que han estallado son reclamos y protestas por la falta de pago a las mujeres operadoras del sistema, quienes llevan más de dos meses sin percibir honorarios. Caicedo acaba abrir un proceso para intentar contratar de forma ágil —aunque ya tiene 11 días de retraso— un operador del PAE para lo que resta del año. Sin embargo, dicha selección ya comenzó a recibir diferentes señalamientos porque se estarían incluyendo requisitos — que no habían sido mencionados en los procesos anteriores— y que podrían llevar a beneficiar a un futuro oferente en particular. Es indispensable que la Procuraduría General de la Nación intervenga.
Carlos Caicedo y su movimiento hoy pueden usar todas las estrategias de comunicación que quieran, pero no pueden ocultar la difícil situación por la que atraviesan más de ciento cuarenta mil niños que no tienen alimentación escolar y la falta de garantías laborales para quienes venían operando, como podían, el programa. Para sumarle más problemas al gobernador, durante este periodo han fallecido cuarenta y tres niños por desnutrición en el departamento y hoy se encuentra en el vergonzoso grupo que lidera esta tragedia junto a La Guajira, el Chocó y el Cesar.
El Magdalena no necesita más discursos porque las palabras no calman el hambre de los niños. Ya es hora de que la clase política que gobierna salga de esa burbuja y les baje el volumen a las voces de los aduladores para conectarse con la preocupante realidad. El ojo está sobre la ineptitud administrativa de Carlos Caicedo que está poniendo en jaque a la niñez.