Opinión
La reforma tributaria aplasta a la clase media
La reforma tributaria y la propuesta de reforma pensional causan preocupación.
La reforma tributaria del Gobierno nacional aplasta a la clase media, al ampliar la base tributaria, gravar las pensiones, eliminar beneficios para pequeñas, medianas empresas y micronegocios, grava alimentos, limita los ingresos de las personas que se dedican a la venta de bienes inmobiliarios y automóviles. Por supuesto, el alza de los combustibles afectará los eslabones de la cadena productiva.
La incertidumbre que genera la reforma está cimentada en el impacto que tiene para las dinámicas sociales y económicas de Bogotá, que representa el 25,3 % del PIB nacional. En 2021, el PIB creció 10,7 % (1.177 millones, a precios corrientes), la ciudad aportó 2,8 puntos porcentuales a ese crecimiento, lo que muestra el peso que tiene la capital por el tejido empresarial y la estructura socioeconómica.
La caracterización del Dane de 2021 indica que la clase media en Bogotá representa el 42,1 %, es decir, 3.628.000 ciudadanos que tienen ingresos entre $ 690.524 y $ 3′718.204, asumirán el grueso de los cambios que propone la reforma.
Al ampliar la base tributaria, el Gobierno señala que se busca que los más ricos paguen, desconociendo los efectos que trae sobre sectores de la economía: las tiendas de barrio, los supermercados, las papelerías, las barberías, las peluquerías, entre otros. Con la eliminación de beneficios al suprimir el descuento del 50 % en el ICA y pasarlo como deducible que no supere el 3 % se está impactando a 368.584 MiPymes que pertenecen a Bogotá y su región. El impuesto de bebidas azucaradas golpea a las tiendas de barrio. Según Fenaltiendas, especialmente a las mujeres, dado que el 52 % de las tiendas son administradas por ellas. En el caso de Bogotá, las tiendas de barrio han venido creciendo, según Meiko, para 2019 se registraron 58.237, en 2020 fueron 61.940, para 2021 fueron 79.484 y para 2022 la cuenta va en 80.213.
La expectativa que genera la reforma tributaria limita la atracción de inversión y perjudica el clima de negocio, así lo muestran los resultados de la encuesta de la Andi que indica que para e 68,3 % de los empresarios el panorama es desfavorable por la reforma.
La deducción o renta exenta de las cuentas AFC (Cuentas de Ahorro para el Fomento de la Construcción) pasa de $ 191,5 millones a $ 45,98 millones, afectando tanto a aquellos que poseen un ahorro superior a los $ 26 millones y al sector de la construcción que tiene como estímulo este tipo de cuentas para generar empleo y permitir que las personas de clase media puedan comprar sus viviendas al ahorrar para su cuota inicial. Según Camacol para 2021 se vendieron 50.353 viviendas en Bogotá, un aumento del 11,2 % comparado con 2020 (34.018 VIS y 16.335 No VIS).
El ministro Ocampo ha manifestado que el gravamen propuesto para las ganancias ocasionales se reduciría, pero las cuentas no dan. Actualmente se paga un 10 %, en la reforma se propone pagar entre 20 % y 40 %. Nuevamente los bogotanos que se dedican a la venta de viviendas y vehículos verían efectos negativos. Según Fedelonjas la dinámica inmobiliaria se concentra en viviendas usadas entre 60 m2 y 80 m2. Conforme al Informe Inmobiliario, durante el primer semestre de 2022 las ciudades con mayor número de opciones de vivienda estaban ubicadas en Bogotá en estrato tres.
El comercio al pormenor tiene relevancia en la economía de Bogotá, según el Dane para el I trimestre del año el PIB de la ciudad creció 11,5 %, comparado con el mismo periodo de 2021, y entre las actividades que tuvieron un mayor aporte están el comercio, reparación de vehículos automotores y motocicletas, transporte y almacenamiento, alojamiento y servicios de comida. Estas actividades crecieron 24,1 %. ¿Han pensado cuántas personas en condición de informalidad laboral se dedican al comercio de vehículos?
La reforma tributaria y la propuesta de reforma pensional causan preocupación. De acuerdo con Asofondos, 8 de cada 10 cotizantes a las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones) reciben entre 1 y 2 salarios mínimos. El 93 % de los que ahorran ganan hasta 4 salarios mínimos, es decir que sus ingresos están en el rango de las personas de clase media. El cambio propuesto por el presidente implica que la mayoría de los cotizantes a fondos privados deban destinar sus recursos a Colpensiones, lo que puede disminuir la mesada pensional.
Finalmente, el incremento mensual del galón de gasolina, que en Bogotá pasaría de $ 9.176 a $ 10.376 al finalizar 2022, sumado al comportamiento de la inflación, afectará de manera general los precios de alimentos y la capacidad de ahorro también se minimiza al ser necesario destinar un mayor porcentaje de los ingresos para cubrir las necesidades básicas. El panorama cada vez es incierto y la esperanza está en no perder la competitividad de Bogotá y del país que depende de los microempresarios y las familias trabajadoras.
Señores congresistas, en sus manos está la defensa de esta clase media que con esfuerzo y trabajo construye país.