OPINIÓN
#LaEducaciónPresencialEsVital
El gobierno nacional ya dispuso de las herramientas legales y recursos para volver a la educación presencial, el balón está en sus manos y reiniciar este partido es urgente.
Esta columna cuenta con interpretación en lengua de señas. Video al final de la columna.
Nada puede ser más indignante y catastrófico que 7 millones de niños y niñas aún no hayan regresado a las clases presenciales prevaleciendo las excusas de otros sobre los derechos de los pequeños, hecho completamente contrario a nuestra Constitución Nacional. No podemos seguir con tanta mojigatería, ni hipocresía. Líderes y lideresas, de derecha, de centro, de izquierda, por favor escuchen a los médicos, psicólogos, terapeutas, que están gritando desesperados sobre la gravedad de lo que está pasando: el desarrollo del cerebro que se está perdiendo, no vuelve más; que los niños aprenden con la experiencia y con la interacción; que el excesivo acceso a las pantallas genera un adormecimiento descontrolado en todo su cuerpo; que estamos generando desconexiones neuronales y pérdida de habilidades sociales, a veces irreparables; que la casa no siempre es un entorno seguro y protector para los niños; que las niñas y los niños SÍ están en riesgo, que no sólo les estamos dañando su presente, sino su futuro (que es el nuestro).
Soy una absoluta convencida de la importancia de la ciudadanía, de las organizaciones sociales y de la movilización social en el marco de las reglas de la democracia, que trabajan por la promoción del bien común y de la realización de acciones afirmativas necesarias para que nadie se quede atrás. Pero no puede ser, que la posición de un sindicato, que no representa la totalidad de los docentes nos mantenga en silencio e inertes ante sus excusas sin sustento.
Que tenemos deudas con los docentes, sí. Que debemos seguir invirtiendo más en la educación, sí. Que deben ser mejor remunerados, sí. Qué los docentes tienen que capacitarse cada vez más, también. Pero son discusiones diferentes. El gobierno nacional ya dispuso de las herramientas legales y recursos para volver a la educación presencial, el balón está en sus manos y reiniciar este partido es urgente.
Los médicos se están arriesgando, los meseros se están arriesgando, los docentes que ya iniciaron, también se están arriesgando. A todos ellos los aplaudimos, les damos las gracias, les reconocemos su trabajo. Ya tenemos colegios privados abiertos que nos demostraron que es posible, que el riesgo es bajísimo, que se pueden cumplir los protocolos, y mientras tanto, los colegios públicos siguen cerrados, tratándose casi que una oda a la desigualdad.
Alcaldes y Alcaldesas, ¿no era que ustedes tomaban decisiones basadas en evidencia? También a Ustedes les llegó la hora de escuchar a los padres como la RedPapaz, a líderes de opinión, académicos, que lideran la campaña #LaEducaciónPresencialEsVital y actuar con mayor vehemencia para presionar esta apertura: ¡Abramos las escuelas ya! Que los niños jueguen en sus parques, que pasen allí su jornada; finalmente aprenderán muchísimo más con el juego, riendo con sus amigos y creando un mundo imaginario. Sólo así volveremos a reconectar esas neuronas que se están apagando mientras están detrás de un computador, un celular o haciendo tareas domésticas.
Ni que decir de lo que está ocurriendo con los niños con discapacidad, los niños con trastornos en el desarrollo y en el aprendizaje, los niños quienes han sido altamente afectados en su salud mental. Con ellos tendremos un reto aún mayor, y tendremos que invertir TODOS nuestros esfuerzos para recuperar el tiempo perdido.
En cualquier caso, TODOS los niños y niñas después de la pandemia arrastrarán severos problemas de aprendizaje. A la escuela se va a aprender, y justamente el rol del docente es lidiar con esos ¨problemas de aprendizaje¨. Si no fuera por eso, no existirían los docentes, lo resolveríamos fácil con un libro y un video en youtube. Pero no es así, el rol del docente es trascendental, no hemos encontrado aún un modelo mejor, las herramientas virtuales ayudan, apoyan, pero jamás reemplazan. Si fuera así, no les rogaríamos, no les imploraríamos hoy, con este tono que mezcla rabia y dolor: ¡Docentes, por favor vuelvan ya, vuelvan a las aulas; los niños los esperan y los niños los necesitan, el futuro del país se los demanda!
*En el mes de la concientización del autismo, envío un saludo especial a ellos y ellas, que nos muestran ese mundo tal como es, sin ambigüedades, que nos hacen ver los detalles que nosotros no vimos, que siempre nos van a decir, en formas diferentes, lo que quieren y lo que no. También va para esas familias extendidas (padres, madres, abuelos, tíos, primos, terapeutas, amigos), que todos los días trabajan por su autonomía y desarrollo, buscadores incansables de esa mirada y de esa sonrisa, Feliz Abril!