Opinión
Las declaraciones del jefe
La improvisación combinada con demagogia es una mezcla peligrosa
De acuerdo con la afirmación de un erudito estadista, en la gran mayoría de los países de Europa donde hubo un avance significativo de la derecha en las elecciones para el Parlamento Europeo, “ha regresado el nazismo”. Los gobiernos deben estar muy contentos.
Es una tesis interesante y si se combina con que, “el siglo de las luces se apaga”, resulta genial. No obstante que la novela de Alejo Carpentier de ese título se refiere, al siglo XVIII y no al año 2023.
Esas afirmaciones han estado acompañadas de otras como: “Latinoamérica es ahora el faro de la democracia”. Una visión un tanto arreglada, ya que no se refiere a Guatemala, Costa Rica, El Salvador, Panamá, Ecuador, Perú, Argentina, Uruguay, Paraguay y ni siquiera a Chile y Brasil, que deben ser medio fascistas, sino a Cuba, que tiene el mismo régimen desde 1959; a Nicaragua desde 1979; y, a Venezuela desde 1999. Todos ellos con el ánimo de quedarse en el poder hasta el 2035 y que son ejemplos extraordinarios de ese “faro democrático”.
Pero no hay que preocuparse, ya que hay otras afirmaciones que se empiezan a oír por ahí: “El que no está conmigo, está contra mí”, como dice el evangelio según San Mateo.
Tendencias
Es curioso que algunos gobiernos utilicen a uno o varios personajes, para decir todo tipo de cosas absurdas, pero que el mandatario de turno quiere, pero no se atreve a decir.
Sucede al revés en nuestro medio, el jefe dice cosas que generan inquietud, pugnacidad o angustia, que son aclaradas por asesores, siempre y cuando no se les vaya la mano, porque si lo llegan a contradecir, en el mejor de los casos, otra vez parodiando la biblia, “podrían ir al fuego eterno”.
En Colombia, durante las 24 horas del día, desde que amanece hasta que anochece, la prensa hablada, escrita y televisada y todas las redes, se refieren permanentemente a Petro y sus ocurrencias. Igualmente, tampoco hay reunión familiar, privada o empresarial en las que no se hable de Petro.
Pero existen aún recursos. Ha habido en el mundo lemas que se van vendiendo a la población. En la quinta avenida de La Habana, por ejemplo, había un enorme aviso que decía: “Comandante en Jefe, ordene”, cuando Fidel Castro vivía. En Venezuela, proliferación de enormes vayas exaltando a Chávez “! ¡Juntos por siempre, hasta la victoria venceremos!”. Los servicios de inteligencia chequean a los que no les gusta.
Por ahora, esa práctica no se ha extendido mucho en Colombia, pero nunca es tarde…