Salud Hernández

OpiNión

¿Le trabajan las Farc al Gobierno?

¿Será que este Gobierno utiliza a las Farc para realizar el censo rural en zonas rojas?

Salud Hernández-Mora
18 de febrero de 2023

Que luego no digan que les puse una lápida encima. Pero la Guardia Campesina en el área de Puerto Cachicamo, Guaviare, no podrá cortar el cordón umbilical con la guerrilla. Necesitan detener un proceso que nació viciado.

Las Farc-EP reunieron a más de 100 presidentes de Junta de Acción Comunal en zona rural de dicha localidad para anunciarlessus nuevas normas. Entre ellas, que todos los campesinos tienen que arrimar el hombro y pertenecer a la Guardia un tiempo. No aceptan esta vez, como sí ocurre en los paros, que quien no quiera integrarse, pague un cupo y otro ocupe su lugar. Es presencial y no hay excusa que valga.

¿Cuál será la función de una Guardia bajo la tutoría de las Farc-EP en zona cocalera? Una respuesta sería que, además de tener a la población aún más subyugada, otorga una herramienta legal a los ilegales y a sus aliados. En lugar de gastar munición para imponer su ley, echan encima a la Guardia y amedrentan y desplazan a cualquier persona molesta. Y si la guerrilla mata o maltrata a alguien, la Guardia certificará que no fueron ellos o acusará al Ejército con la ayuda de asociaciones ligadas a las bandas criminales.  

Todavía están a tiempo de cambiar el rumbo de una organización que no tiene sentido en esos territorios. Lo que necesitan es más presencia de la institucionalidad, aunque es fácil decirlo y utópico creer que un fiscal, un juez, un investigador del CTI en esas zonas podrían instalarse y trabajar sin arriesgar a diario sus vidas. Allá es otra película y, encima, con este Gobierno, el poder de las Farc y otras bandas, incluida el ELN, seguirá fortaleciéndose. Pero la Guardia no es la salida.

Tampoco entendí, ahora que estuve en Guaviare, con qué propósito las Farc de Mordisco están haciendo un censo agrario con un peculiar nivel de detalle.

Varios ganaderos me manifestaron, entre susurros, su preocupación por el destino de esos datos. Ya pagan vacuna por sus reses –10.000 pesos por cabeza de ganado en hatos pequeños, y 20.000 en los grandes–, pero no encuentran motivo para preguntar número de hectáreas, de animales de corral, casa, etc.  

Y encontraron extraño que la guerrilla pretenda hacer tan bien esa labor, que en unas veredas, cuyos nombres me reservo, cobran una vacuna para pagar topógrafos.

¿Será que este Gobierno, tan cercano a las bandas criminales, las utiliza para realizar el censo rural del que hablan en zonas rojas?

Para el ministerio sería imposible llegar a ella y cumplimentar la labor, por lo peligroso para los funcionarios y lo costoso. Además, a la guerrilla no la pueden engañar porque quien osa hacerlo, lo destierran o lo matan. Pero a un temeroso contratista del Estado lo engañan o lo sacan a patadas.

Una vez seguí en Cauca a un equipo oficial, responsable del censo cocalero. Iban acompañados de la comunidad, previo permiso de las Farc, única manera de entrar al área. Ya se imaginan la rigurosidad y la independencia con que ejercían su función. Ese fue uno de tantos problemas del desastroso PNIS que Santos vendió al país como una solución mágica.

Puede sonar disparatado, pero no me sorprendería ese tipo de colaboración ahora que son tan amigos el comisionado de Paz y el jefe supremo de las Farc-EP, Iván Mordisco, con la bendición de la ONU y otros “idiotas útiles”.

Ya todo es posible en el mundo al revés que está construyendo Colombia poco a poco. Un día es una misa solemne por el cura Camilo, que despreció a Jesús y al prójimo cuando eligió imponer sus ideas a bala. Y al siguiente, sellan un acuerdo con Farc-EP que les deja el campo libre para ampliar su poderío.

Aunque no sirva de nada, como lo que escribí sobre Arauca y el ELN, incluyo un par de apuntes del Guaviare, donde Mordisco es el más fuerte. En Barranquillita (Miraflores) tienen un campo de concentración. Secuestran durante semanas a mujeres, hombres y menores de edad para castigarlos por cualquier motivo. Y los torturan. ¿Van a desmantelar ese lugar o no entra en los pactos de la paz total?

En cuanto a las Fuerzas Militares y Policía, están maniatadas. Como no pueden ir contra esa banda, deben concentrar sus esfuerzos en las demás. En Guaviare, por ejemplo, el antiguo financiero de Mordisco, alias Frank, formó, con un puñado de hombres, la Nueva Marquetalia. Justifica su decisión en los abusos de sus excompañeros. Como al aliado del Gobierno hay que dejarlo tranquilo, pueden atacar a Frank y los suyos. Lo mismo ocurre con Los Araucanos, otros criminales. Es decir, le hacen, de manera indirecta, el trabajo a Mordisco.

La aparición de Frank, así sea una fuerza residual, ha generado tanta zozobra que los compradores de coca no entran al Inírida, por ejemplo, porque viajan con tulas de mil o más millones y no hay garantías para ellos. Si están con unos y se topan con los otros, los asesinan.Queda mucho más por relatar, pero me convencí de que la verdad ya no importa. Igual ocurrió con la PazSantos: mejor contar mentiras o te tildan de guerrerista. Así nos va.

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