Opinión
Lecciones emprendedoras detrás de Pan Pa’ Ya!
De esta modesta panadería nació una gran empresa que hoy tiene 44 puntos de venta en Colombia y tres en Estados Unidos, además de exportar sus productos congelados a Australia, Europa y Canadá.
¿Cómo nació Pan Pa’ Ya! y cómo llegó a convertirse en la exitosa cadena de panaderías que conocemos hoy? Una historia de vocación emprendedora es la respuesta. Pedro Estrada, uno de sus socios fundadores, tuvo claro desde muy joven que quería crear su propia empresa. Por eso, junto con cinco amigos de la infancia y de la universidad, creó un fondo de ahorro con el que empezaron a invertir en diferentes proyectos.
Aunque enfrentaron diversos fracasos -oportunidades de aprendizaje-, finalmente identificaron que una pequeña panadería de barrio sería la oportunidad para crear la cadena de panaderías más importante del país. Se trataba de Pan Pa’ Ya!, un negocio familiar que uno de los primos de Estrada había puesto en venta en el año 86, cuando tenía solo cuatro empleados en un pequeño local de 45 metros cuadrados.
De esta modesta panadería nació una gran empresa que hoy tiene 44 puntos de venta en Colombia y tres en Estados Unidos, además de exportar sus productos congelados a Australia, Europa y Canadá.
¿Cómo lo lograron? Son muchas las lecciones que se pueden aprender de la experiencia de Estrada, quien siempre ha sido fiel a su vocación emprendedora. Tuve la oportunidad de aprender de él en un encuentro en nuestro Graduate School of Business -GSB-, de la Universidad del Rosario, y quiero compartir algunas de sus claves para emprender:
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Observar la realidad con ojos curiosos y críticos, para detectar problemas que se puedan solucionar u oportunidades que se puedan aprovechar. Precisamente, el éxito de Pan Pa’ Ya! surgió al identificar que en Colombia no existía una cadena nacional de panaderías, mientras que en Europa eran varias. “Lo más importante es observar el mundo, ver lo que pasa en otros países más desarrollados y adaptar lo que están haciendo al mercado colombiano”, me dice.
Su espíritu emprendedor no se detiene. Me habla sobre su nuevo proyecto, “De la huerta a su mesa”, que nace de identificar un problema: los precios de los productos agrícolas se incrementan cuando hay intermediarios. “Un emprendedor es alguien que busca las oportunidades, ¿y dónde las busca?, donde hay problemas por resolver”, agrega.
Arriesgarse y no temer al fracaso. Estrada dejó un cargo ejecutivo en el sector financiero para dedicarse a su propio negocio y tuvo que enfrentar las críticas de su familia y de su entorno. Cuenta que uno de sus primeros emprendimientos fue una marca de computadores, que surgió a principios de los 90, cuando el mercado de la informática estaba en pleno auge. Sin embargo, el proyecto no tuvo el éxito esperado y tuvo que cerrarlo. “Yo creo que emprendedor que no ha fracasado no es emprendedor”, afirma mientras asegura que esa experiencia le sirvió para entender mejor el mercado y sus necesidades.
Buscar buenos socios para buenas ideas. Uno de los mayores obstáculos para los emprendedores suele ser la falta de capital para iniciar un negocio. A partir de sus experiencias, Estrada cree es posible conseguir los recursos cuando las ideas son buenas y cuando se ha sabido identificar las oportunidades. El trabajo en equipo es clave para el éxito de un emprendimiento.
Innovar en lo simple. En este concepto enmarca Estrada aquellos cambios que surgen de comprender al cliente y agregarle valor al producto o servicio para sorprenderlo. Cuenta que una de las innovaciones que marcó la diferencia en Pan Pa’ Ya!, fue hacer la producción de pan a la vista de los clientes, rompiendo el paradigma de las panaderías tradicionales donde no era posible observar cómo se hacía el pan: “Eso era muy exigente porque había que ser muy higiénico, pero no importaba, era el reto”.
Otra de las innovaciones fue llevar el pan caliente a la casa de los clientes en los años 90, algo que para esa época era muy novedoso. “¿Qué más delicioso que un pan caliente?”, dice Estrada, recordando el lema que prometía a los clientes: “De la puerta del horno a la puerta de su casa”. Con esta propuesta, Pan Pa’ Ya!, llegó a tener siete domiciliarios en su primera sucursal y se posicionó como una marca que ofrecía productos siempre frescos.
Su consejo final para los jóvenes emprendedores es nunca dejar de aprender, pues considera que es indispensable estudiar y mantenerse actualizado en un mundo que cambia constantemente. Por eso, resalta apuestas académicas como la de la Universidad del Rosario, con la creación de la primera Facultad de Emprendimiento del país, para que aquellas personas con espíritu emprendedor puedan aprender a emprender para convertir sus sueños en realidades empresariales.
Espero que estas lecciones les hayan inspirado tanto como a mí y les animen a seguir sus propios proyectos emprendedores porque, como dice Pedro Estrada, el emprendimiento es una forma de vida que da satisfacción y que genera grandes aportes al país.
@alejandrocheyne, rector Universidad del Rosario.