OPINIÓN
Lo híbrido se impone
No todas las transacciones requieren la participación de un vendedor, lo que crea oportunidades para modernas conformaciones de ventas y tener más efectividad.
Cada vez predomina más lo digital en los esquemas de ventas e incluso en entornos B2B (de empresa a empresa) se usan canales internos para atender a los clientes y se combinan con los equipos externos (los vendedores de campo) y los distribuidores en innovadoras estructuras comerciales.
Una de las grandes tareas es armonizar esos medios y garantizar objetivamente la creación de valor, sea que la fuerza de ventas interna actúe de modo independiente o discreto o bien que lo haga en concurso con el personal externo o con los distribuidores en lo que sería una configuración híbrida.
Es indispensable evaluar la productividad de estos diferentes conductos, o de su operación conjunta, a la luz de la tipología de clientes disponible y de los correspondientes procedimientos de venta que son precisos para abordarlos. Estas reflexiones son vitales para efectuar una adecuada asignación de recursos a cada uno de ellos, garantizar la atención del mercado y poder, en consecuencia, obtener resultados óptimos.
Las novedosas tecnologías permiten progresivamente canales de marketing en línea y tener mayor conectividad posibilitando una apreciable cantidad de intercambios en plataformas digitales. Esta situación tiene una influencia relevante en las relaciones ya que los encuentros “cara a cara” se reducen y ocurren en distintos momentos del proceso de venta por lo que hay que incrementar las labores de coordinación de los nexos que se tejen entre los actores.
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Es obligado, por consiguiente, rediseñar las estructuras puesto que igualmente los compradores reconsideran la presencia de los vendedores y muchos de ellos emplean notablemente el comercio electrónico ejecutando compras en línea y manteniendo contactos con sus proveedores a través de distintas plataformas. Varios expertos afirman que el cambio digital que se intensificó con la pandemia se ha convertido en la “nueva normalidad”.
Firmas consultoras especializadas, a partir de sus investigaciones en varios países, encuentran que el 75% de los directivos de ventas B2B del mundo creen que lo digital se ha convertido en la clave para llegar y servir mejor a todo tipo de clientes y un 97% de los empresarios tienen una plena disposición a hacer compras e interacciones remotas con montos de inversión muy significativos (McKinsey & Company, 2020). Otras advierten que el comercio electrónico y otros medios tecnológicos serán tan cruciales como el equipo tradicional en un mundo “postpandemia” (EY, 2021).
Se ve en consecuencia, que hay numerosas alternativas para acercarse al mercado y es primordial analizar su alcance y la forma de obrar en común. Todo esto teniendo en cuenta que los clientes son muy informados y exigentes, las conexiones se tornan complejas y los vendedores están forzados a crear confianza y demasiado compromiso en los vínculos que sostienen.
No se puede olvidar la importancia de la venta consultiva en la que los oferentes escuchan exactamente las necesidades y ofrecen soluciones muy puntuales para estas por lo que los vendedores han de reflejar un papel estratégico en sus intervenciones a pesar de que paralelamente existan transformaciones gracias a la automatización de muchas de sus actividades. El mercado continuamente espera una determinada entrega de valor y esto implica por lo tanto un amplio espectro de interacciones proveedor-cliente que la respalden y se suministren realmente las características necesarias del producto.
Una combinación apropiada de estos distintos sistemas debe ser analizada e implementada y establecer una caracterización de clientes muy concisa que incluya su peso, su rentabilidad esperada y las necesidades que tienen de ser contactados por diversos medios. La creación y verdadera entrega de valor lo mismo que el desempeño financiero han de ser especialmente contemplados y validar constantemente el efecto de la utilización de uno u otro método, o de su gestión complementaria.
Con frecuencia se dispone de un buen número de vendedores de campo, que probablemente son convenientes solo para los principales clientes y negocios grandes. Mientras tanto, las ventas internas podrían manejar algunas cuentas de manera rentable, y las plataformas digitales/de comercio electrónico habilitarían el autoservicio. Gran reto de los gerentes comerciales para organizar su trabajo.