OPINIÓN
Lo que debe aprender cuando se rompe su relación de pareja
¿Cómo resuelve usted ese problema que trae sentimientos de insatisfacción o frustración en su vida, cuando se le rompe esa relación de pareja en la que usted entró creyendo que sería para siempre?
En las últimas dos décadas de mi vida, me he encontrado a diario en mi consulta con seres humanos rotos, que sufren el vacío y la pérdida de sentido cuando no son capaces de resolver y sanar sus dolores más profundos del alma. Esta encrucijada los conduce al cansancio emocional y a la desesperación, causando la destrucción de sus vínculos afectivos y la alteración de su paz interior.
Usted no puede modificar aquello que no conoce, ni entiende, y hasta que no lo comprenda, seguirá enfrentando ruptura tras ruptura y usted lo llamará destino…
Si está cansado de haber experimentado muchas terapias e itinerarios de sanación interior y de liberación, yo sé perfectamente cómo se siente esa experiencia, pues estuve en múltiples terapias a lo largo de mi vida en mi camino de autoconocimiento. Hasta que comencé a estudiar y a investigar durante muchos años, finalmente encontré en cada una de las corrientes en las que me certifiqué, las herramientas poderosas que al entrelazarse fueron construyendo un tejido milagroso de sanación y transformación. Por esta razón, este método único lo llevará a alcanzar la metamorfosis de su alma.
Los pasos fundamentales para recorrer son hacer un escáner del alma para descubrir sus heridas activas, luego es fundamental reconocer sus temores y sus máscaras.
Tendencias
Mis consultantes me han expresado sus dolores más profundos manifestados a través de sus heridas activas.
A través de conversaciones y diálogos en consulta, acompaño y guío a las personas a descubrir cómo en algunos momentos de su historia no se han sentido valoradas o validadas, se han sentido abandonadas, rechazadas, descalificadas, o sienten que los demás no han reconocido sus esfuerzos y dolores emocionales; aunque no son conscientes de ello, en su infancia se abrieron algunas de estas heridas y aún están activas.
Por esas heridas y vivencias en su historia de vida, se han creado en usted algunos temores que se le han quedado incrustados como el miedo a no ser perfecto, a sentirse indigno de amor, miedo a no sentirse valioso o importante para alguien, miedo a sentirse inútil o incompetente, miedo a no sentirse apoyado, miedo a ser invalidado, miedo a ser controlado por otros o miedo a ser fragmentado. La naturaleza del ser humano es protegerse de sus propios temores y cubrir sus heridas, esta actitud hace que su esencia espiritual se vaya ocultando detrás de las máscaras que va construyendo como mecanismo de defensa emocional para protegerse de lo que su mente interpreta como las agresiones del mundo que lo rodea.
¿Cuáles son esas máscaras con las que las personas cubren sus heridas y sus miedos?
Desde el estudio de la personalidad existen nueve máscaras con las cuales intenta ocultar su esencia espiritual.
Cada una de estas máscaras representa un tipo de personalidad predominante con sus luces y sus sombras. Desde la psicología clásica existen seis modos de ser, los cuales tienen sus características particulares y que también cubren la esencia auténtica de una persona.
Hoy quiero hablarle a su alma: ¿Es usted feliz con su pareja? ¿Sienta en silencio por un instante esa respuesta que nace de su interior, pues en ocasiones usted vive la vida de manera mecánica y así se vuelve su relación de pareja, entonces mi pregunta es: ¿de qué o de quién depende su felicidad en su relación de pareja?
Mucha de su infelicidad se la crea usted mismo por no escuchar los gritos de su alma y del alma de su pareja.
¿En dónde buscan su paz? ¿En aquello que sucede fuera de ustedes? ¿Afuera de su centro sagrado? La paz está en el interior de cada uno y en el centro sagrado del vínculo.
Que no le suceda que un día su pareja le diga: “Estuve dentro de ti y te busqué para hablarte, pero tú no estabas” …
Lo mismo pasa con su relación de pareja muchas veces cuando todo ha colapsado, las parejas desoladas se miran a los ojos y se dicen “estuve frente a ti para hablarte, pero tú ya no estabas”.
Inviten a su ego a conversar con su espíritu, para explorar a quién le dan el protagonismo en su relación, qué es eso que quiere cada uno, para que entonces guarden a su ego en un cajón y se muden a vivir en su espíritu, en la dimensión más profunda de su ser, su alma.
¿Sienten cansancio emocional por sobrellevar el peso cotidiano? ¿Dan más de lo que reciben? ¿Sienten que se rompen a sí mismos por mantener completos a los demás? Aprendan que su libertad será real cuando suelten el peso que no necesitan.
¿Cómo resuelven su problema para potenciar su vida de pareja?
Le compartiré un caso de la vida real: Juan y Ana son una pareja quebrantada por el conflicto, al estudiar el tipo de personalidad de Ana percibo que su personalidad predominante es el tipo 9 y Juan su pareja es tipo de personalidad predominante 8.
Inmediatamente detecto los puntos de incompatibilidad entre esas personalidades es decir los puntos en los cuales han tenido cortocircuitos y choques emocionales en la relación cotidiana a lo largo de su vida.
Cabe anotar que no hay personalidades mejores o peores, lo que sucede es que en la medida en la que una persona conozca cuáles son sus luces y sus sombras, lo que lastima a su pareja de su personalidad, lo que interfiere no solo en su relación de pareja, sino en su relación con sus hijos y personas de su núcleo laboral y familiar en general, tendrá más conciencia de aquello en lo que tiene que trabajar, aquello en lo que debe poner su atención, para no lastimar a otros y es en este momento en el que las parejas logran reconstruir el vínculo y hacer nuevos acuerdos de convivencia, esta es la propuesta que sumo a mi método para construir una relación de pareja trascendente.
Análisis de este caso aplicado a la pareja
Hagamos entonces una comparación entre estos dos tipos de Ana y de Juan.
La personalidad de Ana es pacificadora, humilde, complaciente, dispuesta a transigir con los demás con tal de mantener la paz, quiere evitar el conflicto, por eso tiende a ceder sus necesidades. Es abnegada, hace cosas por los demás, de modo extremadamente generoso para sentirse necesitada. Tiene problemas para cuidar de sí misma y reconocer sus propias necesidades, pone las necesidades de los demás siempre por encima de las suyas y por esto se anula.
La personalidad de Juan es del tipo reformador, corrige a los demás, perfeccionista, teme cometer errores, ordenado, muy meticuloso, muy crítico de los demás, se autoexige perfección, tiene problemas de rabia reprimida. Tiene personalidad muy fuerte, desafiante, intimidante, dominante, poderoso, capaz de imponerse, seguro de sí mismo y protector.
Aquí quiero resaltar los puntos de cortocircuito y de choques emocionales que se generan en un vínculo cuando no se han trabajado, ni reconocido estos aspectos que cada uno adquirió a través de la interpretación de sus vivencias en su infancia, principalmente con su padres y superiores.
Ana y Juan lograron comprender la razón por la cual vivían fragmentados, atrapados en un círculo de dolor interminable, viviendo en corrientes subterráneas de hostilidad, si aun puede salvar su relación de pareja intente reescribir un nuevo contrato o acuerdo de convivencia que honre y respete la dignidad y las expectativas del otro, si su relación ya se rompió del todo, revise su personalidad y los cambios que necesita hacer para no tropezar de nuevo y con la misma piedra, pues de no ser así seguirá cayendo en el mismo pozo de dolor.
Mi píldora para el alma de esta semana:
Reconozca sus luces y sus sombras, detecte cómo usted oscurece o ilumina la vida de su pareja; dialoguen sobre las expectativas que cada uno tiene del otro y si se están cumpliendo o no, sientan profundamente si su relación los está llevando a vivir una vida que construye sentido y no una que destruye el sentido de sus vidas y esta respuesta profundamente sentida lo guiará en la dirección correcta.
Paula López Espinosa @paulalopez_coachdevida.