OPINIÓN

Los autoritarismos en medio de la democracia

Los Cotes del Magdalena

Ariel Ávila, Ariel Ávila
25 de septiembre de 2019

Lo que a continuación voy a narrar es una historia de no creer. Generalmente se piensa que votar cada cierto tiempo es democracia. La idea de ir a las urnas, depositar un papel y tener un menú de candidatos da la impresión de que cualquier persona puede elegir y ser elegido. Sin embargo, lo que sucede en Colombia o en México es más que dramático. En medio de democracias se viven verdaderos autoritarismos regionales. 

En Colombia, el próximo 27 de octubre, los colombianos irán a las urnas a elegir 32 gobernadores y más de 1100 alcaldes. Sin embargo, en 11 departamentos ganarán las viejas estructuras políticas de siempre con una ventaja de más de 40 puntos. En Atlántico y Barranquilla, la casa Char barrerá por lo menos con el 70 por ciento de los votos. En el Valle del Cauca, Cesar y otros más, no habrá competencia política.

Estas estructuras políticas por diferentes vías han montado verdaderos autoritarismos, donde nadie les compite, nadie les hace control político, son algo así como semidioses y controlan todos los factores de distribución del poder. A eso se le llaman procesos de homogenización política. Uno de esos ejemplos, grotesco, se da en el Magdalena. El clan político de los Cotes maneja el departamento como una finca.

Es una familia poderosa, con alianzas con grupos criminales y un control mafioso de la política. La médula espinal de este clan está conformada por tres hermanos: Álvaro, Luis Miguel y Rosa Cotes Vives. Álvaro, el patriarca del clan, ganó fama y fortuna como empresario bananero de la zona desde la década de los 90 y principios de los 2000, junto con su hermano Luis Miguel. Ambos, más conocidos como “los Conejos”, tuvieron un ascenso en la política y en sus negocios mediante presuntas relaciones non-sanctas en una historia conocida en la región. Rosa Cotes es la actual gobernadora del departamento.

Álvaro Cotes Vives, con una avezada estrategia política para apoderarse del departamento y su capital, puso su primera ficha en septiembre de 1993. Luego de la anulación por parte de la sección quinta del Consejo de Estado de la elección de Hugo Gnecco Arregocés en la Alcaldía de Santa Marta, fue nombrado José Francisco ‘Chico‘ Zuñiga, por el entonces presidente César Gaviria Trujillo, debido a la presión ejercida por los Cotes Vives al Partido Liberal, para que fuera incluido en la terna. Zúñiga, esposo de Rosa Cotes y cuñado de los Conejos, puso posteriormente como consejero y asesor a Álvaro en su gestión, así como en la contratación municipal. De hecho, Rosa, la esposa de Zúñiga, también fungió durante los dos meses de su campaña como gestora social del distrito.

Con este primer paso, Álvaro inscribió su candidatura a la Asamblea Departamental en 1997, también con el aval liberal, mientras que hacía campaña para la Alcaldía de Santa Marta con su cuñado, Chico Zúñiga. Sin embargo, como lo relata el portal regional Corrupción Al Día “al candidato Cotes Vives le fueron anulados más de 5000 votos, en las 102 mesas de la zona sur del Municipio de Ciénaga, al evidenciarse un escandaloso fraude en su favor en todas y cada una de esas mesas, lo que dio al traste con su elección como Diputado por cuenta del descubierto “chocorazo”, al tiempo que su cuñado y pupilo, “Chico” Zúñiga, era derrotado por Jaime Solano Jimeno, quien resultó electo alcalde de Santa Marta”.

Álvaro insistió en lanzar en el 2000 a Zúñiga a la Alcaldía de Santa Marta, no obstante, una vez más, el Clan Cotes resultó derrotado. Con la determinación de apoderarse del departamento, Álvaro impulsó una tercera candidatura de Zúñiga en 2003 a la Alcaldía de Santa Marta, con el aval del partido Colombia Viva y como fórmula del entonces candidato a la gobernación, Trino Luna Correa. Pero esta vez, para asegurarse de la elección, Álvaro recurrió a un viejo compañero suyo de la Escuela Militar José María Córdova, Rodrigo Tovar Pupo, quien con el alias de Jorge 40 comandaba el temido Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Se abría el capítulo de la parapolítica.

De acuerdo con versiones entregadas a la Corte Suprema de Justicia, así como según contó José Gelves Albarracín, alias el Canoso, en versiones libres de Justicia y Paz, para esa época los Conejos le pidieron a el Canoso que les organizara una reunión con Jorge 40. El propósito de la reunión era el de recibir apoyo del mismo en las elecciones de 2003, dado que, Hernán Giraldo, jefe del bloque paramilitar Resistencia Tayrona, apoyaba a su contendor, Alonso Ramírez. Según la versión de El Canoso, Jorge 40 le dio la orden a Giraldo que exigiera la renuncia de la campaña de Ramírez, y los políticos, los dirigentes del mercado y los transportadores que debían votar por Zúñiga.

Finalmente, Trino Luna fue elegido gobernador con el 81 por ciento de la votación en una campaña en la que fue candidato único y Zúñiga también resultó elegido en Santa Marta. Según el Canoso, con el apoyo de los paramilitares, logrando, además, 28 de las 29 alcaldías de ese departamento. Una vez Chico Zúñiga se posesionó en 2004, el poder detrás de este era Álvaro, pues se convirtió en el interlocutor con los contratistas y funcionarios del Distrito, dado que parte del presunto acuerdo con Jorge 40 era retribuir el apoyo a su candidatura por medio de contratos y contratistas.

Aunado a ello, el Canoso manifestó tener una amistad cercana con Álvaro Cotes, más que con Luis Miguel, razón por la cual el manejo de recursos por parte de los Conejos habría estado más relacionado con financiación de campañas y presuntas concesiones del manejo de las basuras.        

Por su parte, en noviembre de 2010, Carlos Mario García, Gonzalo, en una entrevista con El Espectador, estando extraditado confirmó que en Justicia y Paz quedó pendiente un capítulo por revisar de parte de la injerencia de empresarios y terceros en política y con las AUC en el Magdalena. A este fenómeno le denominó la “paraeconomía”, y en la lista de involucrados relacionó directamente a Álvaro y Luis Miguel Cotes Vives. Ese mismo año, en Verdad Abierta especificó que “los hermanos Cotes tenían interés en el manejo de las basuras en Santa Marta y se enfrentaron a William Vélez, el zar de las concesiones. Alias Gonzalo menciona que la concesión Ciénaga – Santa Marta fue entregada a alguien cercano al grupo armado”.

Gracias a esta red, Álvaro, Chico Zúñiga y Rosa dieron el siguiente paso en su proyecto político, asegurándose la elección en 2007 de Luis Miguel ‘Mello‘ Cotes Habeych, con apenas 21 años y sin formación profesional, como diputado a la Asamblea del Magdalena para el periodo 2008-2011, con el aval del Partido Liberal. Luis Miguel, es hijo de Álvaro Cotes Vives y sobrino de Rosa y Luis Miguel Cotes Vives.    

Posteriormente, en abril de 2009, Chico Zúñiga fue condenado a cuatro años y dos meses de prisión por el juez penal del Circuito Especializado de Santa Marta por concierto para delinquir agravado y constreñimiento al sufragante al aceptar, en diligencia de sentencia anticipada, haber recibido el apoyo de Hernán Giraldo Serna, comandante del Bloque Resistencia Tayrona de las AUC, para ser elegido como alcalde de Santa Marta, en aquellas elecciones de octubre de 2003.

A pesar de esta condena y de los diversos testimonios que fueron dándose por parte de los otrora jefes paramilitares sobre el ascenso de Chico Zúñiga y Trino Luna, así como las presuntas relaciones que tuvo Álvaro Cotes Vives con estos hechos, Luis Miguel ‘Mello‘ Cotes Habeych, su hijo, quien estaba ocupando el cargo de diputado, empezó su carrera a la Gobernación del Magdalena en 2011. Con el apoyo del clan, el Mello resultó elegido gobernador el 30 de octubre con una votación arrasadora, superando por cerca de 45.000 votos al segundo.

Una vez posesionado, con las acostumbradas formas de gobernar detrás de bambalinas de su papá, Álvaro Cotes Vives, se dispuso que este sería su asesor principal en asuntos políticos; pero, además, se dispuso que Rosa Cotes, tía del Mello, sería la gestora departamental. Así pues, durante esta gobernación el poder político y económico del clan se consolidó en un siguiente nivel. Desde la llegada del Mello Cotes a la gobernación se presentaron diversos cuestionamientos por los multimillonarios contratos, específicamente en la adjudicación del proyecto Vía de la prosperidad y del “Chance” en 2012. Por este último hecho, Mello está siendo investigado actualmente por un contrato de 500.000 millones de pesos para los juegos de chance en el Magdalena, adjudicado presuntamente a dedo a la cuestionada Enilce López, la Gata. Además, en 2018 la Procuraduría delegada para la economía y la hacienda pública abrió una investigación contra el Mello Cotes y su tía Rosa por inconsistencias entre el nivel de afiliación y los dineros para la salud.

Pero esto no es todo. En septiembre de 2012, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia ordenó investigar a Álvaro, su papá, y Luis Miguel Cotes Vives, su tío, por sus supuestos vínculos con el Frente José Pablo Díaz de las Autodefensas que delinquió en el Magdalena, fundamentado en los testimonios previos de José del Carmen Gelvez, alias el Canoso. Y aunque la Fiscalía investiga unos documentos encontrados en la finca de Jorge 40, que hablan sobre la presunta relación que los hermanos Cotes Vives habrían tenido con el Bloque Norte de las AUC, todavía no existen acusaciones ni detenciones.

En las elecciones de 2014, con el emporio local y regional, el entonces gobernador Mello Cotes, su papá Álvaro y su tía Rosa, decidieron dar el salto al Congreso de la República mediante el apoyo y elección del entonces representante a la Cámara, Fabián Castillo Suárez, con el aval de Cambio Radical y una alianza con el Clan Char.

Con congresista a bordo, gobernador en mano y un poder político sin precedentes, para las elecciones de 2015 el clan puso como gobernadora a Rosa Cotes. Con el aval del partido Cambio Radical.

En su primer semestre como gobernadora en propiedad, fue cuestionada por el evidente manejo que tenían sus familiares en el interior de la administración. En junio de 2015 Rosa Cotes creó la figura de Gerencia General y nombró al abogado Antonio Matera Ramos, hombre de confianza del Mello, pero tres meses después de su posición en el cargo a Matera Ramos le fue dictada orden de captura por presuntos actos de corrupción. Matera Ramos fue capturado meses despúes. Posteriormente, en marzo de 2018, la Procuraduría General de la Nación abrió investigación al exgobernador Luis Miguel Cotes Habeych (2013 a 2015) y la actual gobernadora Rosa (2016-2019), por presuntas irregularidades en la ejecución de recursos del Sistema General de Participaciones, que darían lugar al aumento de la población pobre no afiliada a la salud.

Además, Rosa se encuentra investigada por desviar presuntamente recursos del programa de alimentación escolar en el departamento, lo que coincide con las denuncias de compra de votos durante su campaña en 2015 registradas por la Fundación Paz y Reconciliación. En 2018, el Clan Cotes fue imparable. Lograron la elección de Carlos Mario Farelo Daza, como representante a la Cámara, y Fabián Castillo Suárez, quien dio el salto al Senado de la República, con el aval del Partido Cambio Radical. Asimismo, apoyaron a Franklin Lozano de la Ossa a la Cámara de Representantes.

Para las elecciones de 2019, el clan empezó campaña desde temprano. Para mediados de marzo del presente año, el hermano del Mello Cotes, Álvaro Cotes Habeych, más conocido como "Avo", era la ficha principal para reemplazar a su tía Rosa en la gobernación. Sin embargo, en una decisión conjunta, el clan decidió impulsar la reelección del cuestionado exgobernador Mello Cotes, quien se inscribió con la coalición Magdalena Gana. Esta coalición involucra los partidos Liberal, Cambio Radical, Centro Democrático, Conservador y  La U.

Esta aspiración tan cuestionada desconoce las múltiples investigaciones penales y disciplinarias que pesan sobre el Mello Cotes y sobre su tía Rosa, la actual gobernadora. Es así como se forman los autoritarismos regionales en medio de una democracia.

 

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