OPINIÓN
Los honorables
Heriberto Escobar, coordinador de la investigación del expresidente, es un paje de Juan Carlos Abadía, el gobernador destituido por participar en política a favor de Andrés Felipe Arias.
Un particular trío quedó a cargo de la investigación al expresidente Álvaro Uribe por los seguimientos e interceptaciones ilegales. Los tres tienen pasados interesantes y vínculos con antiguos aliados del exmandatario. Ninguno de ellos ofrece la menor garantía de independencia.
El primero se llama Heriberto Escobar y pertenece al PIN, el partido armado desde la cárcel por Luis Alberto Gil y comandado en la sombra por Carlos Herney Abadía, exconvicto del proceso 8.000. Heriberto Escobar, coordinador de la investigación al expresidente, es un paje de Juan Carlos Abadía, el gobernador destituido por participar en política a favor de Andrés Felipe Arias.
Antes de llegar a la Cámara de Representantes, Heriberto Escobar fue secretario de Abadía en el Concejo de Cali y su asesor en la Gobernación. Heriberto se complacía posando al lado de su jefe en los consejos comunitarios regionales.
Cuando la participación en política del gobernador Abadía quedó en evidencia (por cierto gracias a una investigación del periodista Carlos Cárdenas de Noticias Uno), se inició un proceso disciplinario en el que su abogado era el mismo de Álvaro Uribe: Jaime Granados.
Ahora, en el papel de investigador, Heriberto atiende los alegatos del apoderado de su jefe.
Pero eso no es todo: usando una tortuosa tutela, Abadía y Granados pretendieron anular la sanción disciplinaria. Lo lograron con un cuestionado fallo de la Seccional de la Judicatura del Valle del Cauca. Sin embargo, cuando el proceso llegó a Bogotá, la destitución y la inhabilidad por diez años fueron confirmadas con ponencia de la magistrada María Mercedes López.
Créanlo o no, hoy la magistrada que se atrevió a tomar la trascendental decisión está investigada por la Comisión de Acusaciones. Cuatro procesos contra ella llegaron casualmente a manos de Heriberto Escobar, el subalterno del afectado por su decisión.
A pesar de la evidente parcialidad, la Cámara de Representantes no ha aceptado la recusación. Heriberto tiene en sus manos el arma para ejecutar la venganza de su jefe.
El segundo del triunvirato se llama José Rodolfo Pérez y viene del Casanare. Es hermano de Miguel Ángel Pérez Suárez, el gobernador de ese departamento grabado en video mientras recibía 500 millones de pesos de un paramilitar.
Hace apenas dos meses, el propio José Rodolfo Pérez fue acusado por un cabecilla paramilitar de recibir fuerte apoyo de estos grupos delincuenciales para su campaña. Dairo Leguizamón, alias 'el Boyaco', jefe político de la organización de Martín Llanos, manifestó en una carta que está dispuesto a entregar su testimonio sobre el patrocinio de los paramilitares a José Rodolfo Pérez.
Un viejo suceso retrata el respeto que José Rodolfo Pérez siente por la justicia. En 1993, el hoy investigador de Uribe era secretario general del gobernador de Casanare Óscar Leonidas Wilches. Ese gobernador había sido sancionado por celebración indebida de contratos por el juez Félix Gilberto López. Un buen día, el indefenso juez fue agredido a golpes por cuatro hombres, entre ellos José Rodolfo Pérez.
Completa la tripleta Yahir Acuña, elegido como representante de las negritudes después de pasar por el PIN y por Apertura Liberal, los mismos partidos de sus compañeros investigadores. Su elección fue un palo en Sucre, donde sacó casi 45.000 votos en la zona de influencia de Enilce López, alias 'la Gata', condenada por sus nexos con paramilitares. Una de las empresas de 'la Gata', Uniapuestas, aportó 100 millones para la primera elección de Álvaro Uribe.
Hoy Yahir Acuña -con lenguaje y maneras rebuscadas- apenas admite que conoció a 'la Gata': "Decir allá que uno no conoce a esa señora es una falacia".
Sin embargo, el diario El Tiempo publicó el 28 de septiembre de 2009 una declaración bien distinta del ahora investigador de Álvaro Uribe: "Claro que soy amigo de Jorge Alfonso López y de Enilce López. Yo no voy a negar mi amistad con ellos simplemente porque tienen cuestionamientos. Eso no es de gente leal. Me parecen gente y empresarios de bien. Son mis amigos y ojalá tengan la cédula inscrita en Sucre para solicitarles los votos frente a la aspiración que tengo".
Esos son los investigadores y el claro anticipo de lo que el país puede esperar de ese proceso.