Opinión
Los privilegios de Iván Márquez
Márquez, autor de toda índole de atrocidades, manifestó su absoluto respaldo a Gustavo Petro y a su propuesta de convocar una asamblea constituyente.
Hay algo que no cuadra. Estaban al borde de la derrota, de quedar como una banda marginal, y en un abrir y cerrar de ojos la Nueva Marquetalia recobra fuerzas y disputa a Mordisco regiones claves para las dos disidencias de las Farc.
Es imposible que ellos solos lograran dar el salto. Varias de las piezas que faltan para completar un puzzle que explique su repentino avance solo las pueden aportar el ministro de Defensa y el presidente. No sé si también el ex comisionado para la paz Danilo Rueda.
Lo primero que cabe preguntarles es dónde esconden a Iván Márquez y por qué.
Lo segundo, ¿para qué darle un balón de oxígeno con un nuevo proceso de paz cuando su grupo estaba al borde de la extinción?
Rebobino. En junio de 2022, bajo Iván Duque, dieron por muerto a Márquez tras un ataque a su campamento en el estado venezolano de Apure. Pero solo resultó gravemente herido y se recuperó en Caracas protegido por Nicolás Maduro.
Después de su posesión, Petro mantuvo encuentros con Maduro mientras Márquez seguía en tratamiento. ¿Qué acuerdos alcanzaron sobre ese criminal? ¿Por qué no reclamó su detención y extradición? ¿Qué excusa oficial tendría Maduro para negarse a capturar a tamaño matón? ¿Orquestaron un plan para ayudarle? ¿Anticipaban que negociarían aunque supusiera violar los acuerdos de La Habana?
En cuanto a Danilo Rueda, que visitó a Márquez en Venezuela, en febrero 2022, y lo encontró “lúcido”, ¿qué secretos guarda? ¿A qué se comprometió con él?
También debería explicar el director de la Policía, general Salamanca, la razón para declarar un año después, febrero de 2023, que tras intensas labores de inteligencia descubrieron que Márquez se encontraba en Colombia. Como si no fuese evidente que salió de Venezuela con el visto bueno de Maduro para instalarse en el escondrijo que le buscó el Gobierno Petro. ¿Qué perseguía el general con ese cuento o qué órdenes obedecía?
Otro asunto extraño es la protección que la tiranía de Miraflores brindaba a las Farc de Mordisco hasta que, de un día para otro, mandaron a su Ejército Bolivariano a combatirlos para obligarlos a abandonar el santuario venezolano. La dictadura optó por cobijar solo a la Marquetalia de Márquez y al ELN. ¿Por qué? ¿No le contó el general Vladimir Padrino a su homólogo Iván Velásquez lo que hay detrás de esas decisiones?
Y ahora que el terrorista Márquez está supuestamente bien de salud y vuelve a ser negociador de paz, ¿por qué permitieron su aparición en un video de 16 minutos, en el Foro Binacional en Vichada, este 11 de mayo? ¿Qué fines perseguía Casa de Nariño?
Los organizadores aseguraron, creyéndonos pendejos, que fue una sorpresa recibir el video, vía correo electrónico, y que lo emitieron porque “hablaba de paz”.
Omitieron que, en su larga y pomposa verborrea, Márquez, autor de toda índole de atrocidades, manifestó su absoluto respaldo a Gustavo Petro y a su propuesta de convocar una asamblea constituyente. “Vamos a rescatar la majestuosidad del constituyente primario, que es el pueblo. Él es la legítima autoridad”, deslizó ese sujeto, sobre el que pesan 30 órdenes de captura.
¿Pretendieron mandar el mensaje al país, de manera subliminal, de que existen diferencias con Iván Mordisco, al que Petro había tachado de “traqueto” unas semanas antes, como si Márquez no viviera de lo mismo?
En estos días en que quedó patente en Caquetá la alianza de Marquetalia con los Comandos de Frontera, dedicados al narcotráfico, lo lógico sería que el presidente clamara que Iván Márquez es otro traqueto al que deben perseguir. Sin olvidar que tiene a su lado a John 40, el más narco entre los narcos de las antiguas Farc, socio del cartel de los Soles.
Aunque la dictadura chavista nunca reveló las investigaciones sobre el operativo que casi mata a Márquez, los datos recabados apuntan a que fue planeado por militares colombianos, igual que la misión que dio de baja a alias el Paisa, en diciembre de 2012, y alias Romaña, los dos golpes más importantes contra esa disidencia, en especial el primero, incluso por encima de la muerte de Santrich.
Los altos mandos de Marquetalia dirigían desde Venezuela su expansión en territorio nacional, y nuestras FF. MM. debieron buscarlos en sus guaridas chavistas para debilitarlos en Colombia.
Era tanto el temor que infundía el Paisa –autor del atentado de El Nogal– que todavía en Caquetá, que ha sido siempre su bastión principal, te juran que sigue vivo y manda matar al que desobedece a los suyos en el terreno. “Nunca mostraron el cadáver como sí hicieron con Romaña”, insisten.
La pérdida de ambos comandantes, así como que Zarco y Walter Mendoza siguieran lejos de Colombia, la aprovechó Mordisco para expandir su poderío. En los comunicados de las Farc-EP (que el Gobierno bautizó EMC) llaman “paramilitares” a Marquetalia y acusan al Ejército de apoyarlos.
Aunque para los militares ambas bandas son igual de criminales, ¿piensan igual Petro y Velásquez? No parece.