OPINIÓN
Los refugiados y la migración en sus injustas proporciones
Todo el mundo sufre cuando una crisis humanitaria desata el movimiento masivo de personas en busca de amparo. Naturalmente, no todo el mundo sufre igual.
Desde hace una década la pequeña isla Italiana de Lampedusa (población: 4500), a poco mas de 100 Km. de Tunicia, ha sido un destino cada vez mas importante para miles de Africanos que buscan mejor vida en Europa. Ahí llegan, o son llevados, los inmigrantes y refugiados, a un campamento diseñado para entre 400 y 800 personas. En las ultimas semanas se ha desbordado y ahora son 6000, muchos de ellos durmiendo al aire libre. En los últimos días han estado llegando directamente de Trípoli. Se trata de Somalíes, Eritreos, y otros Africanos. Esto ha desatado una crisis en Italia y el gobierno ahora está construyendo un campamento mas grande (cap. 1500) en Manduria, en el tacón de la bota.
Hasta hace unos meses la política era de interceptarlos en alta mar y ponerlos bajo control de los guardacostas Libios, cuyos barcos habían sido proveídos por Italia. De esta forma Italia buscaba arreglar el problema antes de que llegara a su jurisdicción. Pero, ahora que Gadafi no sirve de celador de la Unión Europea (UE), y mas bien de legitima razón (ahora si!) para querer escaparse de Libia, esta opción se ha esfumado.
Hace una semana el gobierno de Francia deportó a 500 Tunecinos hacia Italia. El derecho Europeo indica que es el país por donde se entra a la UE donde tienen que procesarse los complicados tramites para decidir si una persona es inmigrante (i)legal o refugiado. El gobierno Italiano protestó por la falta de solidaridad de los Franceses y de la UE en general. Por su parte, los líderes de la rebelión Libia han prometido respetar los tratados firmados con Italia y ayudar a controlar la migración. Sin embargo, mientras no haya una resolución definitiva al conflicto, lo cual no se ve ni a corto ni a mediano plazo, es de esperarse que el numero de refugiados que se lanza a cruzar el Mediterráneo seguirá aumentando.
Ahora la Berlusconi y la UE están intentando de acordar con las débiles autoridades en Tunicia para poder retornar a los refugiados Tunecinos a su país, a cambio de ayuda Europea para que Tunicia pueda seguir absorbiendo refugiados Libios. Hay algo de afán, ya que los campos en Italia han visto fugas masivas, con una casi explícita indiferencia por parte de las autoridades Italianas, que de esta forma quieren presionar a la UE al mejor estilo de Gadafi: 'o nos ayudan con recursos, o los inundamos de inmigrantes'.
Según cifras del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) la cantidad de refugiados causados por los sucesos en el norte de África va en los cientos de miles. Sólo en Tunicia se estima que hay 200 mil refugiados Libios, y también en Egipto el numero de personas que llegan de Libia (muchos de ellos trabajadores Egipcios) es de 130 mil. Frente a estas cantidades, los dramas Italianos y Europeos parecen un poco exagerados.
Si uno mira mas allá de la atención mediática centrada en los refugiados mediterráneos, el cuadro sigue dando una imagen desigual. Por ejemplo: son 116 mil los que en la ultima década han huido de la crisis humanitaria olvidada por la comunidad internacional en Costa de Marfil. Y los países que han tenido que acomodar esas cantidades son entre los mas pobres del planeta: Liberia, Ghana, Togo, Guinea, Mali, Burkina Faso, Benin y Nigeria. Por cierto, lo hacen con mucho apoyo económico dado por los países del norte al ACNUR, para que de alguna forma el problema se quede en el África.
Visto en cifras globales, el panorama es de una desigualdad abismal. Según cifras del ACNUR, de los más de 10 millones de refugiados en el mundo, sólo menos del 5 por ciento busca asilo en países desarrollados. Esto es sin contar los millones de desplazados internos que por lo general también viven en países pobres. Y si uno mira dentro de los países que sufren del desplazados internamente, estos son, en sus mayorías, absorbidos por las comunidades menos afluentes, lejos de la vista de los que viven en prosperidad.
Berlusconi, que a veces parce competir con su contrincante Libio en valentía retórica, ha declarado que los habitantes de Lampedusa merecen el Premio Nobel para la Paz. Por cierto, algo merecen, pero no mas que los Egipcios y los Tunecinos que seguirán acomodando a los cientos de miles de refugiados que seguirán huyendo de Libia en las semanas que vienen.
* Vrije Universiteit, Ámsterdam, Países Bajos.