OPINIÓN
¿…Y la conexión Colombia?
Pese a que el procurador Carrillo ha abierto una investigación, me temo que no va a poder desatar este nudo de corrupción porque en esa entidad los casos prescriben a los cinco años. El fiscal Martínez sí tendría las facultades para destapar la conexión colombiana de este escándalo.
Anoten estos primeros nombres, para que no los olviden: Enrique Gerlein padre y Enrique Gerlein hijo; Julio Gerlein y Julio Gerlein Jr. (hermanos y sobrinos del senador conservador por el Atlántico, Roberto Gerlein, uno de los caciques más poderosos de la región); Luis Nicolella, Nelson Polo, Julio Luis Jácome y Luis Cárdenas Gerlein.
Este grupo de barranquilleros que pertenecen a lo más granado de la sociedad barranquillera, y que encabezan la familia Gerlein, no solo aparecen en el escándalo de Navelena.
También son los misteriosos socios minoritarios de la cuestionada empresa española Canal de Isabel II dueña de la Triple A de Barranquilla. Según las pesquisas de la Justicia española, estos socios minoritarios colombianos no solo se habrían apropiado de manera indebida de la Triple A, sino que luego se la habrían vendido a los españoles por cuatro veces el precio de lo que en realidad valía.
Le puede interesar: Trizas
La Fiscalía española, en desarrollo de la Operación Lezo, tiene bajo su lupa una operación que ellos habrían hecho en el año 2000, es decir, hace 17 años: la venta del 43 por ciento de la Triple A a Canal de Isabel II, a través de Inassa, compañía creada por Aguas de Barcelona dos años antes y de la que estos notables barranquilleros eran los socios minoritarios.
Esta operación fue clave para lo que se llamó el desembarco de Canal de Isabel II en estas tierras del Nuevo Mundo. Lo que pasó después ya lo sabemos: en estos 17 años los españoles se quedaron con la Triple A, sin que hubieran puesto un peso de su bolsillo.
Le recomendamos leer: Los ni-nis
|
Diecisiete años después, y gracias a los hallazgos de la Fiscalía española, se ha descubierto que esta venta se hizo en la penumbra de los paraísos fiscales, a espaldas del Concejo de Barranquilla y con la mácula de que los españoles de Canal de Isabel II pagaron por las acciones que ellos les vendieron cuatro veces el precio de lo que en realidad valían.
La hipótesis con que trabaja la Fiscalía española es que los precios se habrían inflado con el propósito de desviar parte de estos dineros a paraísos fiscales, para ser usufructuados por importantes políticos del PP y para el pago de coimas a políticos suramericanos en los países en que Inassa tenía contratos. ¿Cuál fue la responsabilidad de estos socios minoritarios en todo este escándalo? ¿Asistieron al festín? ¿Fueron simples espectadores? ¿Por qué todas sus operaciones –que además tenían que ver con dineros públicos– se hicieron desde paraísos fiscales? ¿Cómo se manejaba Inassa?
Anoten este otro nombre que también ha salido salpicado en este escándalo: José Manuel Daes Abuchaibe, mejor conocido como Yuyo Daes, un importante y reconocido empresario barranquillero que, al igual que los Gerlein,proviene de una familia que ha sido beneficiada con importantes contratos desde que la casa Char gobierna Barranquilla. Según un artículo de La Silla Vacía publicado en 2015, en lo que lleva el reinado de los Char, Daes ha ganado contratos públicos por cerca de 250.000 millones de pesos. Daes también forma parte de uno de los proyectos más ambiciosos de la Arenosa: el superpuerto de aguas profundas cuya construcción va a costar 1,8 billones de pesos.
También le sugerimos: La triste historia de la triple A
El nombre de Yuyo Daes acaba de salir en un artículo publicado por El Confidencial en el que se revela que los directivos de Canal de Isabel II, hoy presos en su mayoría, también usaban la Triple A como su caja menor para pagar coimas a políticos suramericanos. El portal dice que la Guardia Civil habría grabado una reunión en Madrid, el 21 de julio de 2016, en la que el entonces presidente de Canal de Isabel II, Edmundo López Sobrino, se reunía con Daes. Dice la información que las autoridades españolas los habrían grabado “hablando sobre una supuesta operativa de pago de sobornos a funcionarios de la República Dominicana”. (Vea el artículo) (Foto 1 de la reunión) (Foto 2 de la reunión)
En España los empleados públicos y directivos de Canal que ordenaron la compra están siendo investigados, y los que urdieron esta telaraña de corrupción están tras las rejas. Aquí en el Nuevo Mundo, parece que esta conexión colombiana no tuviera caras o estuviera resguardada por el silencio mediático. Pese a que el procurador Carrillo ha abierto una investigación, me temo que no va a poder desatar este nudo de corrupción porque en la Procuraduría los casos prescriben a los cinco años. El fiscal Martínez sí tendría las facultades para destapar la conexión colombiana de este escándalo español, pero desafortunadamente todavía no ha abierto este capítulo, pese a que se fue a Madrid a tomarse fotos con su homólogo español.
Lea más columnas de María Jimena Duzán aquí