Opinión
Mis respuestas para el alma
Estamos todos cansados del camino y sedientos de paz interior, pues en nuestras vivencias más profundas, nos hemos dejado el alma y la piel. Es tiempo de dar una mirada a nuestro interior.
Te invito a que te conviertas en peregrino del sentido…
Renuncia a revolcarte en el dolor, pasa a través de él, sigue atravesando miedos hasta que veas la luz.
Encontrar el diamante del alma, supone que entremos en las profundidades del océano de nuestra vida, pues si nos quedamos viviendo en la superficie, no podremos descubrir los tesoros ocultos, ya es hora de excavar.
Es evidente que la humanidad está viviendo una pandemia del espíritu, la cual requiere con urgencia de ayuda humanitaria espiritual, en todos los ámbitos del universo se está librando una guerra entre las necesidades de complacer al ego y la búsqueda del placer de los sentidos, contra la búsqueda del sentido del alma.
Para comprender mejor;
EL ALMA es lo que uno es
EL EGO es lo que uno muestra
Presta atención a lo que las personas son versus lo que las personas muestran y ahí vas a entender la diferencia.
Las personas sobreviven entre expresiones de insatisfacción, esperan más de lo que reciben, las emociones gobiernan su vida y al final del ocaso de cada día, se sienten abrumadas con la propia existencia.
¿Cómo podemos aprender a vivir en un mundo tan vertiginoso y amenazante?
Te doy mis respuestas para el alma:
Detente un poco si estás cansado y da una mirada a tu interior, pues la mayoría de nosotros está atravesando miedos y nos sentimos vulnerables ante las situaciones que enfrentamos cada día.
Hay dos modos de vivir la vida; una es enfrentándola y otra con más sentido es afrontándola.
Enfrentar la vida te lleva a buscar culpables y enemigos, te lleva a tener una actitud de violencia o de batalla que tarde o temprano explota hacia afuera o hacia adentro de tu ser.
Afrontar la vida te lleva a una actitud diferente, es decir, que te invita a ponerte en frente de una situación, para ver el horizonte de posibilidades constructivas y de crecimiento o evolución, te genera vitalidad y esperanza. Lo fundamental es que tu mirada va más allá de lo que está pasando ahora.
No hace falta que te enfrentes con nada ni con nadie.
¡La vida no se enfrenta, la vida se afronta!
Este es el legado que nos dejó Viktor Frankl con su testimonio de vida y de superación personal, a través de su vida y su obra, él vivió lo que escribió y escribió lo que vivió.
¿Piensa por un instante entonces como se llamaría el libro que contaría tu historia? ¿Cuál sería el relato de cada uno de los capítulos de tu vida? ¿Qué huella quieres dejar?
¿Revisa entonces los afectos y las personas que has tocado a través de tu vida, piensa por un instante, ¿les has dejado huellas de sentido? ¿O las has lastimado dejándoles heridas y cicatrices?
¿Tus hijos? ¿Tus parejas, tus familiares y amigos qué versión darían de ti en ese libro?
Quizás entonces, al pensarlo, empieces a preguntarte por el impacto que estás causando en la vida de otros y, como consecuencia, en tu propia vida.
Con esta mirada hacia tu propia vida, intenta no dejarte abatir, pon tus ojos a donde quieres llegar, aunque estés en medio de lo que no querías vivir, debes afrontarlo con tus herramientas de resiliencia, para reconstruirte y levantarte de nuevo, la clave está en construirte una vida desde el espíritu, oponiéndote a las expresiones del ego.
¿Quién gobierna tu vida? ¿Tu ego o tu espíritu?
¿Eres lo que muestras? ¿O soy aquello que habita en tu alma?
Así te invito a que te conviertas en peregrino del sentido…
Renuncia a revolcarte en el dolor, pasa a través de él, sigue atravesando miedos hasta que veas la luz.
Transforma tu sufrimiento y toma decisiones, pues si no vives de modo valiente, honesto y genuino, un día la vida te empuja y toma las decisiones por ti, así que las consecuencias al final son inevitables.
Constrúyete una vida espiritual, ese es el camino para renacer de las cenizas, ¡y decir SÍ a la vida a pesar de todo!
Al final de cada capítulo de la historia del libro de tu vida, no importa lo que te pasa, sino lo que haces con eso que te pasa.
Todos somos diamantes en bruto, hechos de carbón que podemos pulir hasta hacerlos brillar, de esto hablan mis escritos y reflexiones.
Mi píldora para el alma:
Nos sentimos peregrinos del camino de la vida, somos peregrinos del sentido, como los peregrinos de Santiago de Compostela, estamos cansados y sedientos de paz interior, por esto necesitamos dar una mirada a nuestro interior, para encontrar nuestro diamante, nuestra alma y aprenderla a pulir hasta hacerla brillar.
Estas son mis respuestas para el alma…
Recuerda que tu luz interior nunca se apaga.