Opinión
Nicolás Barguil, Ape Cuello y Wadith Manzur ¡Viva la rapiña!
El futuro de Colombia está en juego. Las redes sociales y los grupos de chat de WhatsApp no bastan. Calle y activismo puro es lo que toca. Ya.
No sé si a alguien sorprendió el nombramiento de la nueva ministra del Deporte, Luz Cristina López, propuesta por “un grupo” del Partido Conservador. Ya algunos miembros de ese grupo del mismo partido habían hecho la jugadita de hacerle el quorum al Gobierno para aprobar en la Cámara de Representantes la reforma a la salud.
Con lo que no contaban era con la renuncia del presidente del Partido Conservador, Efraín Cepeda, que no solo pone en evidencia a esta terna que propuso a la ministra en un cambalache de puestos y contratos por votos, o mermelada, como la llamaban en el Gobierno de Juan Manuel Santos, sino que pone orden y manda una señal muy clara de ese partido y de su directorio, que no le aceptó la renuncia, de orden y jerarquía, que son fundamentales para el futuro del país. Enhorabuena, el conservatismo y su presidente ponen la raya, pues lo que viene en esta legislatura va a marcar el futuro económico y político de Colombia.
Empecemos por revelar a los tres tránsfugas que pidieron ese puesto, Nicolás Barguil, de Córdoba, miembro de la Comisión Quinta de la Cámara; Ape Cuello, del Cesar, miembro de la Comisión Sexta, y Wadith Manzur, de Córdoba, nada más ni nada menos el presidente de la Comisión de Acusaciones de la Cámara, cuyo trabajo es investigar al presidente Gustavo Petro.
Es decir que la investigación de la violación de topes de campaña está muerta, pues ya le dieron ministerio y otras cositas además. ¿La investigación de dineros de los narcos en la campaña? Muerta. ¿El pago de testigos electorales por fuera de las cuentas de la campaña? Muerta.
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¿Los viajes en avión privado no registrados en las cuentas de campaña? Muerta.Este miembro de la Cámara es hijo de Julio Manzur, investigado en la JEP por esa parapolítica por la que Petro tanto saca pecho como denunciante. Claro, no hay problema en financiarlo si yo me salvo, es lo que asumen y promueven los ministros y su presidente, que tiene una ética para él y sus amigos, todo vale, y otra para el resto de la humanidad.
Manzur Jr. tiene además un escándalo, pues hay unos audios publicados en varios medios de Colombia en los que habla de la necesidad de financiar 9.000 millones de la campaña regional el año pasado. “No, Wadith, no, no, no te vayas… No te vayas, que hay que resolver el tema financiero. O sea, 9.000 millones de pesos faltan para terminar la campaña. 3.000 millones de pesos cada uno”, se le escucha decir a otro de los presentes, publica El Tiempo. ¿Será que ahora está buscando como pagar su parte? Si es así, se consiguió un buen machete, como dicen los comerciantes, pues Petro pa pagar es bueno.
Nicolás Barguil, primo de David, pues nada que decir. Política corrupta como siempre. Y Ape Cuello, un hombre de trayectoria, pero que se entrega fácilmente, no sorprende. Lo que sí sorprende y muestra una incapacidad de ver más allá de sus narices –ni hablar del futuro de su país– es que lo hagan en este momento y con proyectos y temas tan importantes como la salud de los colombianos, las pensiones de los colombianos y el trabajo de los colombianos.
Acaso el papá de Ape no tiene pensión, ¿y la va a poner en juego? ¿O los Barguil y sus familias no van a las EPS y son atendidos con gran calidad cuando tienen quebrantos de salud? ¿O los Manzur van a enterrar a los empresarios de Córdoba que no van a poder emplear a nadie por el costo brutal que genera la pésima reforma laboral?
Si bien hoy el conservatismo ha puesto freno y así da margen de espera y algo de esperanza, los ciudadanos no podemos bajar la guardia. ¿Habrá que hacerle vigilia a la casa de los Ape o a los Manzur? Si toca, toca. Hacer campaña en sus regiones para contarles a los ciudadanos, ¡quién los dejó sin salud, sin pensión o sin trabajo! Si toca, toca.
Poner el microscopio sobre el Senado es urgente. Y hacerlo ya, pues la próxima semana se comienzan a discutir las reformas. Si esto hicieron con la Cámara, ¿se imaginan lo que viene? Para eso hay que estar activos y listos para incluso cruzar ciertas rayas, sin violencia, claro está, contra quienes están acostumbrados a esa horrible práctica tradicional de venderle su alma al diablo.
Señores miembros de los partidos Liberal y Conservador, miren cómo acabaron los dos grandes partidos de Venezuela, el Copei y Acción Democrática. No existen, murieron, hoy son un chiste. Cepeda, de quien he sido crítico, entendió y le hago este reconocimiento público, pues puso su partido y al país por encima del voraz apetito corrupto de unos pocos. Sé que lo difícil está por venir, pero, y lo digo públicamente, cuente conmigo para ayudarle a frenar esa indisciplina con la que cuentan Petro y sus compadres para destruir a Colombia con esas tres primeras reformas.
Esa rapiña apenas comienza. Y van a subir el precio. El futuro de Colombia está en juego. Las redes sociales y los grupos de chat de WhatsApp no bastan. Calle y activismo puro es lo que toca. Ya.