No estaban preparados

El termómetro de las encuestas muestra claramente que la izquierda y su ‘máximo exponente’ no estaban preparados para gobernar el país; muchas promesas ilusas, muchos engaños, esto es, ‘mucho tilín tilín y nada de paletas’, reza la frase popular. El nivel de rechazo tanto a la gestión del jefe de gobierno, como al populismo rampante del mismo, lo ha llevado a un 66 % de desaprobación y tal vez por ello ha acelerado la campaña política buscando la reelección en 2026.

Es increíble que proponiendo construir ‘casas y trenes en el aire’ el representante del Pacto Histórico haya podido engatusar a los incautos, y que muchos de estos aún sigan creyendo que del cielo lloverá maná; es claro que la estrategia del gobierno está orientada a mantenerse en el Palacio de Nariño y para ello están comprando con subsidios los votos de muchos, malgastando los recursos del Estado y amamantando muérganos y zánganos.

Parece que existiera un equipo de gobierno que maquina constantemente cómo debilitar a las instituciones y cada día aparece una nueva perla en el collar de la izquierda, reforzando la diabólica obsesión de estos por doblegar y dominar al país; el famoso ‘servicio social para la paz’ es otro de los entuertos progres para ganar aceptación y votos, afectando las capacidades de las Fuerzas Militares, pues habrá menos disponibilidad de jóvenes para prestar el servicio militar obligatorio.

Estamos siguiendo el mismo camino de los países comunistas en los que oficialmente se amenazan las libertades y se generan violencia y represión para perseguir a la oposición, lo cual se logra particularmente con las agencias de inteligencia, en este caso, con la DNI y el nuevo decreto de reestructuración, en el que se le otorgan las facultades para chuzar y perseguir a quienes no sean afectos a la ideología del gobierno; se está legalizando el espionaje gubernamental, ¿será que aún dudan que estamos siendo constreñidos por un estado comunista?

El mismo decreto que otorga carta blanca a la DNI, la faculta para definir la credibilidad y la confiabilidad de los servidores públicos y de los contratistas, lo cual implica que sólo los integrantes de la izquierda pasarán los filtros de esta Dirección para rellenar de zurdos la administración pública, facilitando que lleguen corruptos como los involucrados en los grandes escándalos vigentes, mientras que los contratistas serán quienes sean confirmados como afines a la ideología progre y sus aliados.

Pero la gema de esta administración la coloca el jefe de gobierno, quien de una parte pide que el Banco de la República imprima billetes, posiblemente para que exista el circulante que requiere para pagar los subsidios prometidos a sus adeptos y asegurar así los votos, propuesta que sólo es válida en las dictaduras o cuando se juega Monopolio, mientras que de otra parte impide la exploración, explotación y exportación de petróleo, carbón y gas, pero solicita legalizar el cannabis de uso adulto y se habla de exportar la marihuana a doce países. Esto es una verdadera vergüenza.

Sin duda, estamos cayendo en las garras comunistas más rápido de lo que le ocurrió a Venezuela. El gobierno está empeñado en afectar las instituciones, la clase media está siendo apaleada, la pobreza se multiplica, los empleos se pierden, las fuerzas militares se debilitan, la expropiación está a punto de fraguarse facilitando además las invasiones, la campaña presidencial se impulsa desde Palacio y los impuestos están favoreciendo la compra de votos para 2026.

El gobierno está acabando con el país, el presidente promoviendo la discriminación y el odio de clases, mientras que nuestra democracia está en cuidados intensivos. Ojalá el país aprenda de las amargas experiencias vividas por los ciudadanos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia bajo el yugo comunista, para que mañana no lloremos esta tragedia anunciada.