Opinión
Nuevo talento en ‘e-sports management’ para Colombia y Latinoamérica
Cómo olvidar competencias históricas como el torneo de Spacewar en la Universidad de Stanford en 1972, el campeonato de Space Invaders de 1980, el Nintendo World Championships de 1990 o el Nintendo Powerfest ‘94.
Recuerdo mi infancia en los años ochenta, cuando jugaba videojuegos en una consola Atari –empresa fundada en 1972– con mis compañeros del colegio. Space Invaders, Breakout, Asteroids y otros juegos nos atrapaban durante horas, despertando incluso la preocupación de nuestros padres y educadores. En aquel entonces, era impensable imaginar el prominente futuro de los deportes electrónicos, que evolucionarían hasta convertirse en una industria global.
Cómo olvidar competencias históricas, como el torneo de Spacewar en la Universidad de Stanford en 1972, el campeonato de Space Invaders de 1980, el Nintendo World Championships de 1990 o el Nintendo Powerfest 94. Hoy en día, gracias a la creciente conectividad, las competencias internacionales atraen tanto a participantes profesionales como a millones de aficionados, todos ansiosos por descubrir al próximo campeón de títulos como League of Legends –evento de e sports más visto en 2023–, Valorant, FIFA o Fortnite, entre otros que despiertan gran interés.
Las competiciones de videojuegos han trascendido las barreras culturales para convertirse en un fenómeno que acoge a jugadores y espectadores de diferentes edades, géneros y habilidades. De acuerdo con el ‘Global e-sports market report’, la audiencia mundial de e-sports superó los 500 millones en 2023, con un gran potencial de crecimiento para los años venideros.
Así mismo, este sector muestra un significativo potencial industrial, clave para el desarrollo económico y la generación de empleos de calidad. El informe ‘E-sports & games streaming: emerging opportunities & market forecasts 2021-2025′ proyecta que, para 2025, la industria global de e-sports y streaming alcanzará un valor de 3.500 millones de dólares, lo que representa un aumento del 70 % en cuatro años. Se espera que, para entonces, más de mil millones de personas sean espectadores de e-sports y juegos, lo que equivale a uno de cada nueve habitantes del planeta.
Tendencias
Por tanto, es necesario que Colombia implemente nuevas iniciativas pedagógicas con la participación de todos los actores del sector de los e-sports que favorezcan el desarrollo de competencias teórico-prácticas en laboratorios de alta tecnología con innovación transversal. Compañías internacionales como Tencent, Activision Blizzard, Nintendo y Sony realizan grandes inversiones para expandir el mercado, incorporando avances tecnológicos que hacen que los e-sports sean cada vez más atractivos.
Sin embargo, el talento disponible es insuficiente para satisfacer las necesidades de la industria. Así lo reconocen diferentes organizaciones del sector, que tienen dificultades para encontrar talento formado para el negocio y con las competencias necesarias para la gestión del ecosistema gaming. La profesionalización de la industria es uno de los retos que destaca el informe de la consultora Llorente y Cuenca, ‘E-sports: conquistando a los consumidores del futuro’, donde se señala que “en lo que coinciden los integrantes del sector es en la necesidad de mejorar la profesionalización de sus actores, desde jugadores hasta directivos, pasando por gestores de patrocinios, jefes de prensa o directores de relaciones institucionales”.
Apuestas de cooperación, como la establecida entre la Universidad del Rosario, Samsung y el Comité Olímpico Colombiano para un nuevo pregrado en e-sports management, son fundamentales para formar en el país talento de talla mundial para este nuevo mercado global. Se necesitan analistas, creadores de contenido, organizadores de eventos, creadores de nuevas estrategias de marketing, gestores de equipos, planificadores de negocios, expertos en publicidad para los e-sports y, en fin, tantas otras oportunidades en el creciente mercado de los e-sports, que superan la oferta disponible en Colombia y en el mundo.
Observando el notable crecimiento e impacto económico de los e-sports, así como el interés que despiertan en la juventud –incluyendo a mis hijos y sus amigos–, me sorprende cómo esta industria ha evolucionado desde mis primeros días jugando videojuegos. Casi cinco décadas después, busco con nostalgia revivir aquellos momentos con un Atari de los 80 para disfrutar de clásicos como Frogger y Ms. Pac-Man.