Alberto Donadio  Columna

OpiNión

Ozempic y Wegoby

Ozempic y Wegoby constituyen una amenaza mundial para las pizzerías. Algunos pacientes que antes se comían toda la pizza ahora dicen que se llenan con una sola tajada. Y son también un peligro para los equipos utilizados en cirugías bariátricas.

Alberto Donadio
2 de septiembre de 2023

Finalmente existe un medicamento eficaz contra la obesidad. Los pacientes sometidos al tratamiento no sienten hambre todo el tiempo y quedan satisfechos con porciones más pequeñas de alimentos. Pierden peso porque comen menos, no porque queman más calorías. No se sabe por qué el Ozempic es eficaz para bajar de peso. De manera accidental, los investigadores descubrieron que hormonas naturales utilizadas en niveles muy altos llevaban a la pérdida de peso. Hay que tomar Ozempic y Wegoby, otro medicamento producido por la misma compañía farmacéutica, de modo permanente, pues de lo contrario los pacientes vuelven a ganar el peso que han perdido. No se sabe si estos fármacos tienen efectos a largo plazo. Por ahora se conoce que en algunas personas causan náusea y diarrea pasajera.

Novo Nordisk es la compañía danesa que hoy enfrenta una bonanza sin precedentes. No da abasto produciendo los fármacos y ella sola es la responsable del crecimiento económico de Dinamarca en el último año. Novo Nordisk desde hace 100 años produce medicamentos contra la diabetes y hoy domina el 45 por ciento del mercado mundial de insulina. Los científicos de la compañía descubrieron hace 30 años que las ratas inyectadas con células de tumores pancreáticos que producían niveles muy altos de dos hormonas dejaban de comer.

En 2017, Ozempic recibió aprobación en los Estados Unidos como droga contra la diabetes que se inyectaba una vez a la semana. En 2021, el mismo ingrediente fue aprobado como medicamento contra la obesidad con una inyección semanal y con el nombre Wegoby. Pero desde antes algunos pacientes habían empezado a utilizar el Ozempic, aunque no eran diabéticos, sino obesos. En julio, los médicos expidieron en los Estados Unidos 94.000 recetas semanales de Wegoby y 62.000 de Ozempic. Los fármacos solo se consiguen en Dinamarca, Noruega, Alemania y los Estados Unidos, donde de todas maneras a veces escasean en las farmacias, pues el fabricante todavía no produce la cantidad deseada por los consumidores. En Colombia, el 18 por ciento de los adultos son obesos contra el 42 por ciento en los Estados Unidos.

Con Ozempic y Wegoby, la hormona GLP-1 llega al cerebro en niveles nunca vistos en el mundo animal. No se conoce el mecanismo de acción de la hormona en esas concentraciones, pero para los médicos y los pacientes lo importante es la eficacia, pues la gente baja de peso y el cerebro de los obesos deja de obsesionarse con la comida.

El efecto no es inmediato. Puede tomar varias semanas. Al principio la pérdida de peso se sitúa entre el 3 y el 5 por ciento. Luego puede llegar al 15 por ciento del peso corporal. Hay quien bajó de 300 a 180 libras. Los pacientes obesos mencionan otro beneficio: no están pensando en comer todo el tiempo, no terminan de almorzar y empiezan a pensar en la cena. Lo que se desconoce es si el uso prolongado, de por vida, de estos fármacos puede tener otras consecuencias. Al fin y al cabo, son medicamentos nuevos en el mercado.

Estos productos farmacéuticos tienen otra ventaja. Apagan el gusto por el alcohol. Lo observó una paciente diabética a la que le ordenaron Ozempic el año pasado. Durante la pandemia se tomaba media botella de vino al día para combatir la tensión del encierro. Tan pronto empezó a recibir la inyección, de manera inmediata el vino dejó de interesarle. Los médicos han notado el mismo efecto en otros pacientes que solían beber alcohol de manera regular. Otra paciente, cuando empezó con el Wegoby, sintió un inmediato rechazo a las bebidas alcohólicas. Dejó de tomarse los cocteles que antes le gustaban y se cambió al té. Un paciente que solía tomarse dos cervezas con la cena ahora escasamente puede tomarse un sorbo. Por supuesto, también empezó a comer menos y a no sentirse halagado por alimentos grasosos y azucarados. El paciente concluyó que con el medicamento logra hacer todo lo que los médicos le han recomendado a lo largo de la vida. El Wegoby, además, reduce los derrames y los infartos.

El costo es lo que explica la bonanza de Novo Nordisk, pues las dosis de un mes pueden costar 1.000 dólares. La administración de Ozempic y Wegoby no es fácil. Los pacientes se inyectan ellos mismos, pero los fármacos deben almacenarse a temperaturas entre 2 y 5 grados centígrados.

Ozempic y Wegoby constituyen una amenaza mundial para las pizzerías. Algunos pacientes que antes se comían toda la pizza ahora dicen que se llenan con una sola tajada. Y son también un peligro para los equipos utilizados en cirugías bariátricas, cuya demanda ha empezado a bajar.

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