Para qué sirve la cultura

La cultura tradicionalmente ha tenido una función social. Es el principio por medio del cual un grupo de individuos manifiesta sus normas de comportamiento.

Semana
26 de marzo de 2001

La cultura tradicionalmente ha tenido una función social. Es el principio por medio del cual un grupo de individuos manifiesta sus normas de comportamiento. Para entender la situación actual de Colombia es importante tener en cuenta como está compuesta la sociedad desde este punto de vista. Durante varios gobiernos recientes se ha establecido un forcejeo entre el deseo y la necesidad de tener en cuenta las propuestas culturales y la aceptación de éstas por parte del establecimiento.

El gobierno trabaja en función de políticas económicas, sociales, de paz, educación, etc. pero ignora que la cultura es el principio fundamental que debe anteceder estas iniciativas. Se ha visto que para el actual gobierno el Ministerio de Cultura es el de menor importancia hasta el punto que actualmente esta institución está totalmente desangrada y no tiene políticas claras. Se han nombrado tres ministros sucesivos, parece que vamos para un cuarto, sin un criterio definido de la gestión que puedan realizar. Tampoco se sabe si al gobierno le interesa o no conservar este ministerio.

Un ejemplo digno de considerarse es la gestión del alcalde Enrique Peñalosa en el campo de la cultura en la ciudad de Bogotá. Se ejecutaron una gran cantidad de obras con funciones sociales para mejorar el espacio para el aprovechamiento de la ciudad, dentro de las cuales está, en el campo de la cultura, la creación de varias bibliotecas públicas ubicadas en los grandes parques metropolitanos. A esto se le suma el gran acierto de convocar a varios artistas colombianos a realizar esculturas dentro de estos espacios con lo cual el público capitalino se va a familiarizar con el arte.

Con base en este panorama urbano surge la pregunta: ¿Cuál es la función de la cultura dentro de un contexto social? La función de la cultura es conscientizar al individuo de los valores fundamentales de su nacionalidad, tradición e historia. Lo cual antepone de una manera subliminal, estos valores a aquellos de la cotidianidad degradada, desafortunadamente, por la crisis del país. Por este motivo considero que el arte debe ir encaminado a resaltar y rescatar los aspectos positivos de nuestros valores culturales en lugar de servirse de la desgracia para adquirir reconocimiento universal.

Volviendo al caso de la labor de un ministerio y refiriéndome en particular al área de las artes plásticas que es el que más conozco, en Colombia existe una infraestructura museográfica que con método y organización debe servir como instrumento de divulgación de los valores históricos o artísticos, con el fin de crear una identidad de la cual se puedan enorgullecer los colombianos. Esta carencia de valores nos ha llevado al malestar social que generó la situación actual de conflicto.

Gracias a mi experiencia personal como pintora, además de trabajar dentro de conceptos de la plástica internacional tuve la suerte de descubrir en Cartagena y en particular en los habitantes de San Basilio de Palenque a un grupo de individuos con un enorme e interesante bagaje cultural. La gente de San Basilio por su origen, tradición, lenguaje y costumbres posee una enorme riqueza cultural. Esta comunidad al haber permanecido aislada durante varios siglos desde la época de la esclavitud, mantuvo intactos algunos de sus valores. Los palenqueros tienen un dialecto y una música propios, y una serie de comportamientos únicos y auténticos. Esos valores merecen un tratamiento especial como puede ser el caso de decretar a San Basilio de Palenque patrimonio intangible de la humanidad.

Casos como este están presentes en innumerables comunidades de Colombia. Una política cultural encaminada a resaltar los valores propios de cada grupo de individuos, le proporciona a estas personas la dignidad necesaria como punto de partida para ocupar un lugar de importancia en el contexto global del país. Individuos conscientes y orgullosos de su cultura serán capaces de estructurar, hacia el futuro, un ambiente de respeto y lograr la convivencia en paz.

Además de darle importancia a la cultura para crear un ambiente de progreso donde las diferentes expresiones se puedan manifestar a una escala mayor, es importante generar toda la infraestructura productiva que a la larga va a generar ingresos para el país. El fortalecimiento de la industria editorial es un gran negocio, el fomento a la exportación del arte colombiano automáticamente eleva los precios a nivel internacional, la fabricación organizada de artesanías mejora considerablemente el nivel económico de pequeñas comunidades, nuestra riqueza musical llevada al exterior es una enorme fuente de divisas.

Sin duda lo que corrobora la enorme riqueza cultural es que las dos personas más destacadas del siglo pasado son colombianos. Debido a la poca importancia y apoyo que se les dio, tuvieron que salir del país para ser realmente importantes. Es indudable el enorme talento y el potencial creativo que poseen los colombianos. Si a la cultura se le diera el espacio e importancia prioritarios que se merece no estaríamos hablando de fenómenos aislados como Botero o García Márquez sino de un país rico en talentos en todos los campos.

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