Perder no es ganar un poco

El profesor Francisco Maturana, además de ser uno de los técnicos de fútbol más queridos y que más gloria le ha traído al deporte nacional, puede decirse que se convirtió en uno de los ideólogos de cabecera de muchos colombianos.

Su frase “perder es ganar un poco” fue ampliamente adoptada y difundida a lo largo del territorio nacional. Aunque han pasado décadas, la frase del profe aún continúa haciendo carrera.

Salvo contadas excepciones, se observa hoy una oposición sin estrategia, táctica de juego, capitán de equipo, goleadores, defensas y mediocampistas desequilibrantes que puedan cambiar el resultado del partido, uno determinante, y que, más que la Copa del Mundo, define el futuro de la democracia en Colombia.

Hoy por hoy, la oposición necesita replantear la nómina, contratar nuevos jugadores, salir de aquellos que ya no sirven y asesorarse del mejor cuerpo técnico posible. Hasta ahora no se vislumbra con claridad un James, un Falcao o una Linda Caicedo, que unifique al equipo, pero que además haga que toda Colombia, o buena parte de ella, tenga simpatía y vibre por las jugadas, tácticas y estrategias del líder o lideresa de la selección nacional en el terreno de juego.

Hasta ahora, eso no se ha visto. Lo que sí se vislumbra es una defensa muy regular, tirando a mala. Pareciera que la oposición no tiene arquero. Además, les llegan con facilidad al área chica, y los espectadores más de una vez han divisado atónitos goles olímpicos (como la reforma pensional).

Por fortuna, los partidos cuentan con una excelente línea arbitral. Hay en ellos magníficos árbitros principales, asistentes y VAR.

Aunque el equipo que se enfrenta a la oposición pareciera querer eliminar a la justicia arbitral (así lo ha manifestado varias veces), y que en el terreno de juego insultan a los jueces, ninguneando su dignidad, empezando por la indisciplina e irrespeto en los actos protocolarios, los referís colombianos se han portado a la altura y no han cedido a las provocaciones. Han mostrado hasta ahora unidad de cuerpo y se han hecho respetar.

Lo curioso es que, a pesar de sacar con relativa frecuencia tarjetas amarillas e incluso rojas, pareciera que lo que dijeran los jueces es letra muerta. A pesar de lo que ellos dicen, los del otro equipo siguen jugando a su manera. Ejemplo de ello son los miles de millones sin girar a los proveedores del sistema de salud, lo cual está ocasionando una crisis sanitaria sin precedentes en nuestro país. Quizás la peor en 200 años.

La oposición necesita gambeteadores y goleadores, pero más que eso necesita ser equipo. Mientras en ese equipo cada cual vaya por su lado, como una rueda suelta y sin una estrategia clara, podrán contar con Messi, Cristiano Ronaldo, Vinícius Júnior, Haaland o Mbappé y no irán a ningún lado.

El exceso de individualismos puede condenar al equipo a que continúe perdiendo, una y otra vez. Y recordando de nuevo lo que dijo el profesor Maturana, en este caso, perder NO es ganar un poco. Perder es perder, ganar es ganar. La ideología ‘maturanística’ no tiene cabida en este momento.

En lo que respecta al partido de la selección Colombia en Barranquilla, hoy espero que ganen, con al menos dos a cero. Yo no podré verlos en directo por compromisos previamente adquiridos, pero mi corazón estará en el estadio, igual que siempre. Los “Fuera Petro” los veré, creo, en diferido.