Opinión
¿Podemos confiar en la Registraduría?
Las sospechas de un presunto fraude crecen día a día, ¿habrá que suspender las elecciones?
La Registraduría Nacional siempre se ha caracterizado por la transparencia, celeridad y puntualidad en la entrega de resultados. Así era, hasta el pasado 13 de marzo, día en el que se marcó un antes y un después en la historia de esta entidad, que hasta ese momento tenía uno de los más altos niveles de credibilidad por parte de la opinión pública.
No solo preocupa lo que sucedió en las elecciones de Congreso, sino lo que puede pasar. Estas dudas se exacerban luego de ver la enorme cercanía entre Rodríguez Zapatero, expresidente del gobierno español, y el candidato del Pacto Histórico.
Zapatero es reconocido protector y defensor de la dictadura venezolana, al punto de recibir múltiples beneficios por parte de este régimen, entre ellos una mina de oro, lo cual no puede pasar desapercibida.
Piedad Córdoba, íntima amiga de Chaves y de Maduro, fue la primera en declarar públicamente que a Zapatero le habían dado la mina. Estas afirmaciones serían irrelevantes para Colombia, pero toman importancia no solamente por el momento electoral que vive el país, sino porque varios miembros de la Junta Directiva de Indra, empresa que provee el software para las elecciones en Colombia, hicieron parte de su gobierno.
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Este es el caso de Antonio Cueva, diputado sevillano por el Partido Socialista Español, durante más de 25 años, sindicalista reconocido, miembro de la Unión General de Trabajadores (UGT), algo así como la CGT o la CUT en Colombia. El nombramiento de Cueva en Indra se habría dado por solicitud de Zapatero a Pedro Sánchez, actual Presidente del gobierno español, de acuerdo a varios medios de comunicación de ese país.
El presidente de Indra, Marc Murtra, también fue miembro del gabinete de Rodríguez Zapatero. Al igual que el exdiputado Cueva, Murtra sería cuota de su anterior jefe. Indra es una empresa de gran reputación a nivel mundial, sin embargo, también ha sido tristemente famosa por validar las elecciones venezolanas en la era de Chávez en varias ocasiones. Ciudadanos venezolanos que se encuentran exiliados en territorio colombiano culpan a Indra de facilitar el fraude electoral que se presentó en su país. He tenido la oportunidad de hablar con varios de ellos y la situación es alarmante, pues deja la sensación de que aquí en Colombia podría pasar algo parecido.
¿Qué hace Zapatero aquí en Colombia? ¿Desde cuándo tan preocupado por nuestro país? ¿Alguien le habrá prometido aquí regalarle otra mina de oro? A mí me genera inmensas inquietudes y sentimientos de zozobra su presencia, así como sus mensajes, en los que invita a los colombianos a confiar en nuestro sistema electoral.
Andrés Pastrana, refiriéndose a la abierta participación y activismo de Zapatero en la campaña de Gustavo Petro habría puesto un tuit en el que manifiesta: “El expresidente Rodríguez Zapatero, amigo de INDRA, viene a promocionar el indulto y la legalización del narcotráfico y la corrupción que ha pactado Gustavo Petro. Que lo haga de cara a Colombia, en rueda de prensa junto a Petro y el Registrador”.
El expresidente César Gaviria, hace pocos días, en plaza pública, frente a miles de personas, habría advertido también sobre la presencia de Zapatero, manifestando que este era uno de los principales aliados de Nicolás Maduro. Gaviria y el exmandatario español no son enemigos, de hecho por ser sus partidos miembros de la Internacional Socialista se conocen de antaño. Pastrana y Gaviria, ambos de posturas ideológicas tan opuestas, coinciden en condenar la nefasta injerencia de Zapatero en la política colombiana y sus posibles consecuencias. Deberíamos oírlos.
El Registrador Nacional, Alexander Vega, aún no ha hecho entrega de los formularios E11 a las autoridades competentes, esenciales para que se sepa con prontitud que ocurrió exactamente en las pasadas elecciones de Congreso y consultas interpartidistas. En este momento está corriendo en los pasillos del Congreso, la idea de suspender las elecciones, hasta que se sepa realmente lo que ha sucedido, ¿tendremos que llegar a eso?
Entre tanto, hay que recordar que la democracia está en peligro, y que podemos terminar como Nicaragua o Venezuela con facilidad. Estamos a tiempo de evitarlo, la espada para defender a nuestra democracia es nuestro voto en las urnas. Votemos, y hagámoslo bien, a conciencia, dándole la espalda a autoritarismos, dictaduras y fraudes electorales.