MEDIOS
¿Por qué el caso Colmenares despierta tanto interés?
La vigencia periodística de este caso ha sido impulsada por las redes sociales.
El carismático líder del M-19 y candidato de la izquierda a la Presidencia de la República, Carlos Pizarro Leóngomez fue asesinado por un sicario, dentro un avión el 26 de abril de 1990, por órdenes del paramilitar Carlos Castaño Gil. Al margen de los ingredientes cinematográficos de la acción, el hecho puso en vilo el proceso de paz con esa guerrilla con las tremendas consecuencias que eso implicaba.Seis días después, el caso ya había desaparecido de la primera página del diario El Tiempo, el más importante del país.
A las siete de la noche de este jueves 7 de junio, el ranking de las cinco noticias más leídas en Semana.com estaban relacionadas entre sí. La número uno era "Asegurado Carlos Cárdenas en caso Colmenares; será llevado a la cárcel Modelo"; la número dos, "Le pegó el botellazo, al agresor lo llamaron Carlitos: testigo caso Colmenares"; la tres, "Caso Colmenares, ¿se empieza a armar el rompecabezas?"; la cuatro, "Hoy nace una nueva internet”, y la cinco, “Confío en que mi hijo es inocente".
El vínculo que las ata es precisamente el internet, la poderosa herramienta que cambió para siempre la forma en que las personas se comunican. De ahí, la vigencia del hecho en el que perdió la vida Luis Andrés Colmenares, estudiante de Economía e Ingeniería Ambiental de Los Andes.
El joven murió el 31 de octubre del 2010 y la noticia le llegó a sus compañeros de Universidad a través de sus teléfonos celulares y por allí la han seguido con pasión durante todo este tiempo. Es impensable en el día de hoy hallar a un estudiante no sólo de educación superior sino incluso de bachillerato sin un aparato de esos entre sus manos. Como es tan inusual encontrar a uno que no tenga la tentación de reaccionar casi de inmediato con su propia opinión.
Bienvenidos al futuro
El público de hoy elige y participa en lo que le interesa. Lo demás lo ignora. Hay registros de que en el momento de mayor interés hubo capítulos de la telenovela 'Betty, La fea del Canal RCN', con una audiencia de 15 millones de personas.
La serie “Escobar, el patrón del mal” de Caracol batió el record histórico en la categoría de estreno de un programa: 11 millones de personas. ¿Cómo explicar un menor número de televidentes –cuatro millones- si hay más población que hace unos años? El público de hoy está fragmentado. Las audiencias son múltiples y cada uno se bifurca.
La red hace que cada cual busque por donde entretenerse o informarse. Eso explica que Darío Arizmendi, según el último estudio de audiencia radial de la ECAR, de Caracol sea el rey de la radio con 1'135.000 oyentes. A primera vista, alguien podría comparar a esa cifra con apenas la quinta parte de la población de Bogotá. Sin embargo, es una audiencia monumental en los tiempos del Twitter y el Facebook.
El caso Colmenares además de romper esquemas –la sindicada de semejante horror es bonita, los hechos ocurrieron en un sitio apacible al norte de la ciudad-, seguirá imponiéndose mientras este vivo en la red. De ahí, que despierte tanto interés. Su potencial surge de los tiempos del ciberespacio.
El internet es el combustible que enciende a los medios y las redes sociales amplifican de forma colosal cualquier detalle por pequeño que sea. Solo es que haya una audiencia judicial, se conozca una fotografía o algún detalle y en Twitter las palabras Colmenares, #CasoColmenares o LACE (las siglas del joven muerto) se disparan en el timeline o muro de cualquier usuario. Estas etiquetas generan, cuando hay noticia, más de 20 menciones y comentarios por minuto y cientos de retweets o ‘me gusta’ con una nota periodística relacionada al tema.
El nuevo gobierno
Es también la demostración de que internet está empezando a gobernar los medios tradicionales. Así, por ejemplo, el caso ha creado una etiqueta o marca viral que invita a dar el ‘pinchazo’, el clic a cualquier publicación (por descabellada o poco rigurosa que sea).
También hay páginas en la web que han sido creadas para presionar a los medios tradicionales y estos vuelven a ponerlo en la agenda. “Lo que hace diferente —tristemente diferente— el supuesto asesinato de Luis Andrés Colmenares es la euforia mediática que ha desatado.
Si bien todo empezó como una historia sensacionalista publicada por alguna página de Internet, pronto desencadenó en una tormenta informativa pocas veces vista”, reflexionó en un agudo editorial la revista Arcadia. Además, el hecho tiene todos los ingredientes de una información atractiva.
Y, claro, es una demostración más de lo que le interesa a la mayoría de los colombianos. Como escribió Daniel Samper Pizano en el diario El Tiempo: “La dosis de atracción aumenta si se revelan amores, despechos o venganzas sentimentales. En el elenco del caso hay antiguas novias, novios actuales y, por consiguiente, la posibilidad de celos. El terreno es idóneo y estimulante para tomar partido y que cada quien escoja sus inocentes y sus sospechosos. (…) Es porque la sal del asunto son los detalles contradictorios, y mucho más si el proceso sufre virajes dramáticos".
¿Qué mejores elementos para reaccionar con un celular, un portátil o un Ipad al alcance de la mano?