OPINIÓN

Lo urgente y lo útil

Por cuenta de la JEP, el Plan Nacional de Desarrollo, la Ley Tic y la peleas políticas de turno hemos perdido de vista importantes y útiles proyectos en el Congreso que afectan la vida de los colombianos.

Lucas Pombo, Lucas Pombo
4 de abril de 2019

Las objeciones a la Ley Estatutaria de la Jurisdicción Especial de Paz, el Plan Nacional de Desarrollo, la Ley de Financiamiento y la polémica por la Ley de modernización del sector TIC han concentrado la atención no solo de los congresistas, sino de la opinión pública durante los últimos meses. Lo urgente e importante de estos temas nos ha hecho olvidar proyectos que, aunque no copan los titulares de prensa, impactan la vida de los colombianos, por lo que no podemos permitir que simplemente se queden en el fondo de un cajón.

La "Ley de pago a plazos justos" es una de esas iniciativas que vale la pena resaltar. El proyecto del representante Mauricio Toro busca establecer un plazo de 30 días para el pago de facturas, poniendo fin a la perversa práctica de algunas grandes empresas de imponer plazos de 60, 90 y hasta 120 días, apalancando su flujo de caja en los pequeños empresarios, que llegan ahogados a fin de mes. En Chile entendieron la importancia de evitar abusos injustificados, so pretexto de una falsa voluntad de las partes, para impulsar el emprendimiento, por lo que el presidente Piñera sancionó, con bombos y platillos, una ley similar a la que impulsa Toro y que hoy tiene el apoyo del presidente Duque.

Otro de los proyectos que no se puede perder de vista es el de "cielos abiertos" liderado por Cambio Radical, en cabeza de Germán Vargas Lleras y del senador Richard Aguilar. Aunque no ha escapado la polémica, esta iniciativa busca atacar las quejas de millones de colombianos por los precios de los tiquetes nacionales e internacionales. A través de la liberalización del transporte aéreo y el fin del principio de reciprocidad se busca que sean los privados los que determinen las rutas, las frecuencias y las tarifas para lograr precios más bajos y mayor eficiencia en la prestación del servicio en el país.

En materia educativa, hace tránsito un proyecto para atacar la deserción escolar a través de la flexibilización de las condiciones para contratar el transporte escolar en las zonas más alejadas del país. La iniciativa, impulsada por la representante Juanita Goebertus, prevé que los municipios puedan solicitar la aplicación de reglas especiales al Gobierno para transportar a niños y jóvenes, en condiciones de seguridad, en vehículos como pangas, jeeps, mulas o bicicletas, reduciendo la brecha entre las ciudades y el campo.

Por los lados del uribismo, fue radicado un proyecto en materia de transparencia para obligar a todo miembro de una corporación pública -congresistas, diputados, concejales- que gestione partidas presupuestales a inscribirlas y hacerlas públicas, en un intento por acabar, o al menos hacer visible la "mermelada" que desde la Rama Ejecutiva se entrega para comprar gobernabilidad, a nivel nacional, regional y local.

Tampoco hay que olvidar proyectos que, aunque parecieran obvios, se han enfrentado a la poderosa influencia del "lobby" como el que busca prohibir el asbesto (Nadia Blel), el que pone fin a la experimentación con animales para fines cosméticos (Juan Carlos Losada) y el que endurece las normas en materia de venta y uso de juegos pirotécnicos (Katherine Miranda y Norma Hurtado).

Sin el apoyo del Gobierno, la falta de visibilidad de los proyectos de iniciativa parlamentaria es su sentencia de muerte. La única herramienta que tienen las propuestas de los partidos para llegar a buen puerto es el respaldo de la ciudadanía; hay que ver más allá del afán del día el día, de lo urgente y no perder la perspectiva frente a las soluciones prácticas para la vida de los colombianos.

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