Alejandra Carvajal Reyes Columna Semana

Opinión

Puede que la tercera guerra mundial ya haya empezado

No han pasado 80 años del fin de la Segunda Guerra Mundial y parece que ya estamos embarcados en otra. Eso habla muy mal de la especie humana.

2 de abril de 2024

Es bastante probable que la tercera guerra mundial ya haya empezado y no nos hayamos dado cuenta. Distintas voces, como las de Yuval Noah Harari y Niall Fergusson, dos de los historiadores más influyentes de nuestros días, así como varios expertos en geopolítica, así lo advierten. El desarrollo de un conflicto de este nivel tiene posibilidades reales de concretarse. Si usted es de esos que piensa que es algo inimaginable, debo decirle que, por favor, abandone TikTok y se centre en la realidad.

La invasión de Rusia a Ucrania, el ataque del grupo terrorista Hamás a Israel y la guerra que se libra en la Franja de Gaza, el conflicto existente entre Hezbollah e Israel en la frontera norte de este país, a lo que se suma el reciente bombardeo del consulado de Irán en Siria y las operaciones militares de los hutíes de Yemen hacen pensar que la paz en Medio Oriente, por ahora, está lejana.

Taiwán es otro punto neurálgico de la geografía mundial. No hay un mejor momento para que China decida tomar el control de la isla que este. Con Estados Unidos inmerso en los conflictos de Ucrania e Israel, China puede en cualquier momento dar una sorpresa al mundo.

La problemática de Taiwan está tan complicada que Japón, previendo un escenario futuro, planea adaptar 16 aeropuertos y puertos para defensa, en caso de emergencia. El plan incluye una partida presupuestal de 231 millones de dólares para este fin. La nueva estrategia militar de Japón, que representa su mayor giro desde la Segunda Guerra Mundial, hizo que se duplicara el presupuesto de defensa de ese país para 2024, con un récord de 7,7 billones de yenes, como consecuencia de la escalada armamentística de los países vecinos.

Un par de horas antes de escribir esta columna, Corea del Norte lanzó un misil balístico hacia el mar de Japón, un día después de que este país manifestara que pondría en órbita varios satélites espía, como consecuencia de las tensiones existente en la región.

Si lo vemos más pausadamente, todos estos conflictos tienen un factor común: la vulnerabilidad de las democracias liberales, las cuales pretenden ser socavadas por dictaduras que quieren imponerse sobre ellas.

Rusia, China, Irán y Corea del Norte son autocracias dirigidas por tiranos que quieren la eliminación de los Estados de derecho de los países que atacan, con el fin de eliminarlos. Eso es lo que anhela Rusia al querer apropiarse de Ucrania. Igualmente, los enemigos de Israel, con su retórica de “desde el río hasta el mar”, no exponen nada distinto a la eliminación de este Estado de derecho soberano.

La tercera guerra mundial, que está en curso, o que, al menos, en cualquier momento puede empezar, será la guerra del mundo libre contra las dictaduras que lo oprimen. Mientras tanto, Colombia tiene un dictador vecino auspiciado por China, Rusia e Irán, en cuyo país opera Hezbollah y que, de acuerdo a recientes informaciones de Ricardo Calderón para Caracol Noticias, se apoya en el ELN y el Tren de Aragua para desplegar acciones en contra de la oposición venezolana en Colombia y Chile, las cuales incluyen espionaje, secuestro, tortura, asesinato, entre otras.

Entretanto, Colombia tiene un presidente que manifestó hace poco en su cuenta de X que “la magia de Chávez fue proponer democracia y cambio del mundo”. Si existía alguna duda de los estándares y talante democrático del presidente de Colombia, en ese post de X quedó completamente clara su percepción sobre un concepto tan vital para cualquier Estado de derecho.

En momentos como este, con aires de guerra, el papel de Colombia, si bien no es determinante, sí es crucial. A principios de marzo de 2022, el Ejército de los Estados Unidos, de manera conjunta con el Ejército colombiano, realizó ejercicios militares en el mar Caribe, que por primera vez incluyeron un submarino nuclear, en medio de las tensiones con Venezuela, principal aliado de Rusia en la región.

Ojalá Colombia se mantenga del lado correcto de la historia, respaldando a las democracias y al mundo libre. Entretanto, estemos todos listos para una tercera guerra mundial y todo lo que ello implica.

Para finalizar, antes de que todo parezca sentenciado, debo decir que esta es la hora de la diplomacia, la cual espero se luzca. El buen uso de ella evitó que se rompieran las relaciones entre Colombia y Argentina recientemente, e históricamente ha impedido numerosas catástrofes. Espero que otros países hagan buen uso de ella, pues será, al parecer, nuestra única salvación.

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