Opinión
¿Qué pasó con el “cambio”?
Quedan tres años para actuar de manera coherente buscando el bienestar ciudadano; ojalá sea así, aunque todo parece indicar que será un gobierno como el de Samper 2.0.
Ha pasado un año desde que se posesionó el supuesto gobierno del cambio. Desde los inicios de la campaña presidencial, los integrantes del Pacto Histórico, quienes hoy son Gobierno, se dedicaron de manera incesable a venderle a los ciudadanos una idea utópica de que, si llegaban a ser Gobierno, el país tendría un cambio tan drástico y positivo que hasta Narnia no podría compararse con Colombia. Hoy, un año más tarde, no podríamos estar más lejos de la realidad. Vivimos en un país como pocos en materia de seguridad, pues gracias a la administración actual hemos sido obligados a vivir en una Colombia sin límites, donde el lema debería ser “sálvese quien pueda”.
Como ciudadanos ya no podemos salir a las calles sin temer que nos puedan asesinar por robarnos un celular, una bicicleta o un par de tenis. Además del miedo desmesurado que se siente al transitar por las calles, existe un agravante más y es que no hay quién defienda a los ciudadanos de los bandidos que se han tomado las calles, pues a los policías y a la fuerza pública se les ha demeritado y pordebajeado tanto que hoy en día no pueden tomar acción alguna en contra de los maleantes en las calles. En varias oportunidades he tenido que escuchar que a pesar de que saben dónde está un celular robado no pueden hacer nada para recuperarlo. ¿Dónde quedó el orden público? ¿Dónde quedó el prestigio con el que se trataba a la fuerza pública en gobiernos pasados?
Al parecer todo esto se ha ido perdiendo, pues hay muchos indicativos que presuntamente podrían señalar que estamos viviendo una era en donde se premia a criminales y se ajusticia y ata de manos a la autoridad y a los que nos defienden. Los valores parecen estar tergiversados, tan intrincados estarían que hasta el propio Nicolás Petro acusó a su padre de haber recibido dineros de personajes cuestionables para su campaña presidencial. Este gobierno no solo ha actuado como lo que decían criticar, pero mil veces peor, pues de ser cierto lo que dice Nicolás Petro habrían superado con creces al gobierno de Ernesto Samper. A esto hay que agregarle el escándalo de Armando Benedetti, exembajador ante Venezuela, y de Laura Sarabia, ex jefe de gabinete. Como si no fuera suficiente el tener que presenciar el peor escándalo que ha vivido un mandatario de un país y el de muchos que lo rodean, el tener que vivir donde reina el caos, ahora también nos vemos obligados a pagar más impuestos.
Poco a poco hemos visto como esta administración ha empezado a poner trabas a los empresarios, quienes son los que generan empleo en el país. Ha querido aprobar una cantidad de reformas sin haber sido estudiadas apropiadamente en el Senado, ha aumentado la insuficiencia alimentaria, ha cambiado un sinfín de ministros (muchos que desde el principio no debieron ser nombrados, ya que no contaban con la experiencia ni con los estudios necesarios para sus cargos). A 365 días del “cambio”, de los únicos cambios que ha habido, es que ahora Francia Márquez viaja en helicóptero los fines de semana a su casa.
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que preguntarle a la actual administración por qué en vez de estar protagonizando escándalos cada semana no se dedican a trabajar en pro del país, pensando en los más necesitados, y no es solamente dándoles ayudas monetarias mes a mes sino preservando las oportunidades laborales que crea el sector empresarial en Colombia, en crear una paz verdadera y duradera, en una Colombia donde todos tengan cómo comer y educarse.
Quedan tres años para actuar de manera coherente buscando el bienestar ciudadano; ojalá sea así, aunque todo parece indicar que será un gobierno como el de Samper 2.0 en el que Petro estará defendiéndose durante su periodo y quienes lo juzgarán serán sus amigos. Un panorama muy poco favorable para el país, en especial para los más necesitados.
“Casi todos podemos soportar adversidad, pero si quieres probar el carácter de un hombre, dale poder”, Abraham Lincoln.