OPINIÓN
Quién es tu fuente de inspiración
Hoy entiendo con el corazón que mi modelo, más allá de Barack, Steve, Walt, Angela o Michelle, es Abraham Varela, mi padre.
Me gusta preguntarle a la gente quién lo inspira. Cuál es su modelo para inspirarse, su líder favorito o quizá su persona ideal. Lo hago en entrevistas laborales para entender el proceso de identificación que tiene un candidato. Lo hago en mis procesos de coaching para entender los ideales de un coachee y su representación, y lo hago en talleres para descubrir puntos de encuentro en habilidades, virtudes y valores.
La verdad es que las respuestas pueden ser variadas y muchas veces “de concurso”, porque se piensa más en la respuesta correcta que en la realidad del corazón, en lo que de verdad está adentro de cada uno.
Hoy quisiera preguntarte en el silencio que compartimos mientras estás leyendo, quién ha sido tu inspiración, a quién te gustaría consultarle un problema en tu vida o contarle una gran noticia. Tal vez la respuesta automática no venga a tu cabeza tan rápidamente.
Yo tengo un personaje que para mí ha sido fuente de inspiración desde siempre. Un hombre valiente, generoso, inteligente y con un corazón enorme. Uno de esos seres humanos que escasean porque confía plenamente en la palabra de los demás. Muchas personas le han dicho durante su vida que es un poco ingenuo y que quizás hay que ser un poco más malicioso, pero él jamás ha perdido su esencia. Tal vez porque aunque es competitivo, nunca le gustó llevarse a nadie por delante, porque esa no es la forma correcta de ganar.
Ese personaje me enseñó que los sueños dependen del alcance que cada quien quiera darles. Que sin importar el género, la condición social, el color o la religión, los seres humanos se respetan desde la diferencia y desde el espacio justo que hay que darle a cada pensamiento en el mundo.
Este ser al que admiro con el corazón me enseñó en dar de manera desinteresada. Su nobleza me demostró que vive mejor quien tiene una buena intención con los demás que quien responde de manera rencorosa ante las dificultades que el mundo nos da.
Sin embargo, aunque puede sonar que hablo de alguien digno de santificación, no es así. Ha sido un excelente negociador, empresario, ha vivido bajo la máxima de que la vida hay que disfrutarla y por eso no se preocupó por atesorar solamente, sino por disfrutar los placeres del mundo que a todos nos gustan tanto.
Inteligente pero sensible, mi fuente de inspiración es una dosis de caballerosidad y buena energía con el mundo, es una luz para quien busca un consejo o una sonrisa, porque siempre tiene una risa amorosa y optimista en su cara.
Mi fuente de inspiración está hoy en una UCI luchando por darle más años de vida al mundo y a quienes lo amamos, porque todavía nos negamos a perderlo en este mundo tangible y terrenal.
Mi modelo en lo bueno e incluso en lo malo es mi padre. Un ser que entendió a darme las mismas alas que a sus hijos hombres porque jamás, a pesar de la época, entendió que yo podía tener barreras para hacer lo que quisiera.
Hoy entiendo con el corazón que mi modelo, más allá de Barack, Steve, Walt, Angela o Michelle, es Abraham Varela, mi padre. Espero que su fuerza y el gran Dios en el que creo me regale más de sus sonrisas en este planeta .
Cuéntame desde el fondo del corazón y mirando de verdad hacia la ventana de tu alma, ¿quién ha sido tu fuente de inspiración?