Wilson Ruiz Exministro justicia

Opinión

Recuperemos la moral combativa de las fuerzas militares

El llamado al pueblo es a respaldar a sus soldados, no a enfrentarse a ellos.

Wilson Ruiz Orejuela
31 de octubre de 2024

Dentro del ámbito de las Fuerzas Armadas, la moral combativa se encuentra definida como “la voluntad de lucha de los hombres que hacen uso de ese poder, el liderazgo que se ejerza para orientarlo y la coherencia entre la actitud de sus hombres y los valores definidos”. La definición construida desde la Fuerza Aérea Colombiana, nos permiten establecer que los elementos medulares de la misma están comprendidos por la voluntad de lucha y el liderazgo para orientarla, o, en otras palabras, la voluntad y el valor para cumplir la misión constitucional asignadas a las fuerzas del orden. A su turno, el artículo 217 de nuestra Constitución Política consagra que “Las Fuerzas Militares tendrán como finalidad primordial la defensa de la soberanía, la independencia, la integridad del territorio nacional y del orden constitucional”.

A pesar de lo anterior y como resultado de la notable falta de liderazgo y ausencia total de respaldo a nuestras fuerzas del orden por parte de quien está llamado a ser el comandante en jefe, la moral combativa de nuestra fuerza pública se ha visto lastimada. De por sí, resulta bastante complejo comprender como el actual gobierno no solo llega al poder bajo la narrativa de la precariedad de las funciones de Fuerzas Armadas y Policía, sino bajo la promesa de la búsqueda de una ilusoria paz total que, a la fecha, solo ha servido para menguar cada vez más el ímpetu de las fuerzas militares en detrimento del cumplimiento adecuado de su labor constitucional.

La narrativa de enfrentar al pueblo con su Policía y su Ejército ciertamente ha sido efectiva, a tal punto que esa construida enemistad, a base de falacias y discursos de odio, ha dado lugar a un poco más de nueve asonadas en contra del Ejército en 2024. En 2023 se presentaron cerca de 15 asonadas en contra del ejército, Cauca con siete asonadas; seguido de Antioquia, especialmente el municipio de Briceño, con 6, y La Guajira y Norte de Santander, ambos con registro de una asonada. En noviembre de 2023, 100 militares fueron secuestrados en el Plateado.

Entre enero y junio de 2024, 27 militares han muerto en combates contra grupos armados, de acuerdo con un documento al que tuvo acceso Caracol Radio. El informe detalla además que 101 uniformados resultaron heridos en operaciones de orden público. Los datos provienen de enfrentamientos con el ELN, disidencias de las Farc, el Clan del Golfo y la Segunda Marquetalia, como parte de las acciones para mantener la seguridad nacional. En otras oportunidades hemos advertido que por vía de la falta de mantenimiento a las aeronaves de las fuerzas militares, 25 uniformados han muerto.

Recientemente, el ataque a la base militar de Puerto Jordán, en el departamento de Arauca, dejó dos soldados muertos y 26 heridos. Si a esto le sumamos el penoso hecho que más de 22.000 miembros de la fuerza púbica abandonaron sus puestos durante el actual gobierno, un total de 656 miembros de las fuerzas armadas en Colombia fueron retirados de sus cargos por llamado a calificar servicios. En lo que va de 2024, 83 oficiales y 28 suboficiales fueron también retirados por esta misma causa.

Finalmente, se informa que en relación con el retiro voluntario, el Ejército Nacional reportó la salida de 12,268 hombres y mujeres en los últimos dos años, mientras que 9.270 miembros de la Policía Nacional solicitaron la baja. Las cifras anteriormente citadas dan fe que la moral combativa de nuestra fuerza pública está por el suelo, es labor inaplazable e inmediata procurar su recuperación. El llamado al pueblo es a respaldar a sus soldados, no a enfrentarse a ellos.

Nuestro glorioso Ejército Nacional recoge 214 años de vida republicana, período donde ha sido la institución garante de la democracia en nuestro país. El soldado colombiano es el pueblo mismo, desde su inicio como recluta hasta que alcanza el mayor grado como General de la República. El Ejército se debe a la legitimidad otorgada por la Constitución y por el pueblo colombiano, no se respalda en ningún partido o clan político.

La moral combativa como ánimo positivo hacia el cumplimiento de la misión constitucional del soldado aumenta cuando el pueblo le agradece su esfuerzo, vitorea, respalda, felicita, aplaude, rinde honores a su misión, más aún, cuando estos héroes ofrendan su vida por la Patria y la democracia.

Colombia, tu Ejército te necesita, apláudelo, abrázalo, vitoréalo, respáldalo, el elemental respeto y gratitud son las cuotas iniciales en la titánica tarea de recuperar su moral combativa. Gracias Colombia por amar a sus soldados y gracias Ejército por cada día disponer de su tiempo y esfuerzo para que vivamos en un mejor país y se nos permita construir un optimista futuro para nuestra Patria.

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