Opinión
Reflexiones para afrontar la incertidumbre y construir una mejor sociedad
Si hablamos de nuestra vida cotidiana y de nuestro bienestar, son tres los factores que más nos quitan el sueño: la economía, la inseguridad y el acceso a la salud.
¿Qué nos inquieta en este inicio de año y qué nos impide conciliar el sueño? Sin duda, la incertidumbre se ha convertido en una constante y nos plantea interrogantes importantes para el año 2024, que impactarán en nuestro proyecto de vida a largo plazo.
Las preocupaciones de las familias colombianas son diversas: intranquilidad ante las guerras en el mundo, el deterioro del medioambiente, la desigualdad, la inseguridad alimentaria y, por supuesto, asuntos nacionales como nuestros debates políticos, ya con miras a las elecciones de 2026, los escándalos de corrupción, la consolidación del proceso de paz, entre muchos otros.
Sin embargo, si hablamos de nuestra vida cotidiana y de nuestro bienestar, son tres los factores que más nos quitan el sueño: la economía, la inseguridad y el acceso a la salud. Una tendencia generalizada al aumento de los precios y una amenaza de desempleo ante un proceso de desaceleración económica provocan angustia en las familias. También nos inquieta la inseguridad creciente en las calles, el temor cuando nuestros hijos salen de noche y la violencia en algunas regiones de Colombia que sufren el flagelo de las bandas criminales, que no nos permiten dormir ni recorrer todo Colombia con tranquilidad como quisiéramos. Así mismo, sentimos que el acceso a la salud de alta calidad no es para todos en el momento en que se necesita, sino que muchas veces depende de nuestra capacidad de pago o de la cobertura del sistema de salud, que es muy deficiente en algunas zonas del país.
Es natural sentirnos vulnerables ante tanta incertidumbre, aún más cuando pensamos en nuestras familias. Pero también podemos ver la incertidumbre como una oportunidad para desafiar nuestra capacidad de reflexión y poner en práctica estrategias que demuestren nuestros talentos y nuestra visión. Para ello, debemos entender que los desafíos se enfrentan mejor en equipo, nunca de manera individual, y que necesitamos mejorar en tres aspectos fundamentales:
Tendencias
1. Nuestra capacidad de escucha, en especial para comprender a quienes piensan diferente. Precisamente, el respeto a la diversidad de opiniones es lo que enriquece el análisis colectivo y nos permite encontrar soluciones innovadoras.
2. La apertura al diálogo, que es el único camino para construir confianza y aprender de los demás. Solo dialogando podemos superar los conflictos, reconciliarnos y avanzar hacia un futuro común.
3. El manejo adecuado de las emociones, pues se ha demostrado que la capacidad de reconocer, expresar y gestionar nuestras emociones de forma apropiada nos ayuda a tomar mejores decisiones, construir relaciones interpersonales sanas y afrontar mejor a los desafíos de la vida, a pesar del dolor que nos ha causado la violencia.
Luego, la buena noticia es que tenemos la oportunidad de construir una mejor sociedad, fundamentada en el bien común, la solidaridad, la equidad y la recuperación de los valores que nuestra sociedad ha defendido y que se han debilitado en medio de la hipermodernidad y el individualismo. Con determinación y compromiso, podemos ser los protagonistas de una Colombia donde todos podamos dormir tranquilos. Les invito a mirar hacia el futuro con optimismo y esperanza.