Regalo de madres

Es alentador saber que nos podemos aferrar a creaciones ingeniosas y con poder natural para celebrar la vida, multiplicar la solidaridad, fortalecer la gratitud y promover la salud. Porque un rasgo característico de la especie humana es la capacidad de generar respuestas que iluminan y opciones que solucionan, ante la zozobra o la incertidumbre. Y para la muestra un banco. O, mejor, 15. Los 15 bancos de leche humana de Colombia.

Estas instituciones cumplen una misión trascendental. Sumado a la rigurosidad de sus procesos y a la infraestructura técnica que requieren, los bancos de leche humana son únicos porque ninguno como ellos alcanza un depósito tan alto de amor puro y efectivo. Allí es donde la leche materna donada por madres aptas para hacerlo, se conserva perfecta para ser entregada a niños y niñas prematuros hospitalizados, la mayoría de ellos en unidades de cuidados intensivos neonatales, que por diversas razones no pueden recibirla directamente de sus mamás.

Dos poderosos sentimientos fluyen con inigualable versatilidad en los bancos de leche humana: solidaridad y esperanza. Ambos tienen como protagonistas a dos madres con sus familias, que en posiciones diferentes, enaltecen el significado de dar y recibir, de multiplicar un don de la naturaleza que es alimento, vacuna y remedio para dejar que cumpla con su poder curador, protector y salvador.

Las ganancias son de largo plazo. La leche materna causa reacción inmediata tanto para quienes tienen la fortuna de recibirla de sus mamás, como para quienes viven gracias a este producto que llega como regalo. Y en ambos casos su efecto no tiene caducidad. Una vez se recibe esa inyección de “capital”, los componentes son capaces de reducir el riesgo de infecciones respiratorias, gastrointestinales, alergias, entre otras, enfermedades recurrentes en los primeros años de vida del ser humano y que constituyen un riesgo para una buena desnutrición. Y favorecer al mismo tiempo el desarrollo cognitivo.

Pero no para ahí. Puede llegar mucho más allá. La leche materna tiene el potencial de convertirse en un activo que genera rentabilidad. Según un estudio de Bernardo Lessa Horta, de la Universidad Federal de Pelotas, en Brasil, si todos los bebés del mundo fueran alimentados exclusivamente con leche materna los primeros seis meses de su vida, esto tendría un impacto positivo en el producto interno bruto, de unos 300 billones de dólares.

Por eso los excedentes de leche materna de las madres lactantes que se animan a donar son un verdadero tesoro. Estas ventajas se replican con total éxito en quienes se benefician con la donación. La garantía de este depósito se explica mediante el procesamiento, control de calidad y suministro de leche humana a recién nacidos hospitalizados.

En la función que cumplen los bancos de leche prima la seguridad alimentaria y nutricional de los menores prematuros, para reducir las complicaciones asociadas a su condición y a la mortalidad en este grupo de edad.

No existe un producto que represente tantas soluciones al mismo tiempo y salve tantas vidas. La leche materna es única e invaluable.

Y solo una mamá apoyada, acompañada y amada la puede regalar. Gracias a las miles de madres colombianas que le dan sentido a la donación de leche humana en Colombia, y que se suman a la celebración, cada 19 de mayo, del día mundial de donación de leche humana.