Las fuerzas políticas en ascenso

Hasta el momento hay tres cosas claras: en primer lugar, en la mayoría de los departamentos y municipios no habrá consultas, los diferentes partidos han definido la austeridad y evitar que la Registraduría Nacional gaste miles de millones en estas consultas. Así las cosas, habrá encuestas o el famoso dedazo, donde el jefe de partido en cada región determina el candidato que llevará el logo del partido. Como era de esperarse en varias regiones del país, esto ha causado un verdadero revuelo y se habla de divisiones y de búsqueda de avales en cualquier partido político. 

En segundo lugar, las fuerzas políticas en ascenso son el Centro Democrático y el Partido Verde. En todo el país, centenares de candidatos hacen fila para lograr el aval de estos partidos. Todo indicaría que estos dos sectores políticos crecerán a costa de los liberales, o conservadores y en general los partidos tradicionales. También es cierto que partidos políticos como el Verde deberán tener mucho cuidado de no dejar entrar a sus filas a los viejos políticos tradicionales, ya que esto tendría un alto costo electoral en los bastiones. La entrega de avales en estos sectores políticos será una verdadera odisea y a veces, una batalla campal.

En todo caso, se puede hacer un análisis contrario al anterior, y es que si el uribismo quiere pasar de 56 alcaldías a las 500 que se propuso el expresidente Uribe y si los verdes y sectores alternativos quieren crecer deberán hacer alianzas, por sí solos difícilmente llegarán a números altos. Así las cosas, las preguntas son, hasta dónde se está dispuesto a llegar en estas alianzas y en qué condiciones se harán.

Por último, como nunca, estas elecciones locales serán determinantes para las presidenciales de 2022. Así, por ejemplo, si Claudia López gana Bogotá, Jorge Iván Ospina logra ganar Cali, y los verdes mantienen Boyacá, Nariño y conquistan otros dos departamentos quedarán muy bien posicionados para las presidenciales. Igual se puede decir del Centro Democrático, pues, aunque a Duque le vaya mal en las encuestas y no logre repuntar, un partido con centenares de alcaldías y varias gobernaciones será muy fuerte en la competencia nacional del 2022.  

La pregunta en este punto es qué harán los partidos tradicionales para no perder tanto terreno. Por ejemplo, Vargas Lleras ha encontrado un espacio fructífero en la oposición de derecha, la pregunta al final es, cómo terminará su partido Cambio Radical. El Partido de la U parece hacer agua en muchas regiones del país y tal vez será el más castigado en las urnas. Los conservadores y liberales disminuirán, pero la pregunta es cuánto. A los primeros, el Centro Democrático parece haberles quitado gran parte de sus bases y los segundos se mueven entre ser independientes del Gobierno o lograr entrar en la coalición, cualquier de las dos opciones les traerá consecuencias en las urnas. Igualmente, será interesante ver el comportamiento de fuerzas políticas como los renacientes, donde se ha aglutinado todo el santismo, y, obviamente el comportamiento de los partidos cristianos, los cuales han subido como espuma en los últimos años.  

Las elecciones de octubre de 2019 serán determinantes para saber qué tanto cambió el mapa político con el remesón de 2019 y la llegada de la ola anticlientelista y anti vieja clase política. Además, las elecciones marcarán una ruta clara para las elecciones nacionales de 2022, por ello Uribe estará de cabeza en las elecciones, al igual que Fajardo y Petro. Todos ellos intentarán ampliar sus bases políticas y alianzas regionales. Amanecerá y veremos.