Senadoras y senadores: los invito a votar por Claudia Dangond

Claudia Dangond es una reconocida figura pública desde hace muchos años. Su nombre da garantías de eficiencia, liderazgo, cumplimiento del deber, compromiso y respeto por los demás. Su gestión frente a los distintos cargos que ha ocupado a lo largo de su vida son prueba de ello.

En este momento aspira a ocupar la silla que deja vacante el magistrado Antonio José Lizarazo en la Corte Constitucional. Mis razones son las siguientes:

1. Coherencia. Claudia Dangond siempre ha mantenido una postura ideológica clara. El otro gran opcionado, el doctor Polo, quien también tiene buenas cartas de presentación, es amigo del petrismo, lo cual puede resultar inconveniente para el país, en especial porque tenemos un presidente al que la idea de asamblea nacional constituyente le retumba en la cabeza de manera constante.
2. Equidad de género. Elegir a una mujer en estos momentos habla bien de nuestra democracia. Tener mujeres en cargos de poder representa un avance importante para cada una de nosotras. Y eso no quiere decir que los hombres por esta razón sean menos merecedores, claro que no. Pero es bastante simbólico que una mujer ocupe esta plaza.
3. Independencia. Como magistrada estoy segura de que garantizará la independencia de la Corte Constitucional. No tiene ningún compromiso personal con el presidente o su gabinete, su compromiso más bien es con el derecho, la Constitución y las leyes.
4. Rigor jurídico e investigación. Claudia Dangond ha estado durante varias décadas vinculada a la academia en posiciones destacadas. Su conocimiento del derecho y su capacidad como investigadora garantizará la producción de excelente material a nivel jurisprudencial, que muy seguramente enriquecerá a la academia, profesores, estudiantes y a la ciudadanía en general.
5. Transparencia. Siempre ha sido una mujer impecable. Las actuaciones que realice desde su despacho serán de cara a la ciudadanía.

Ayer, en un incidente que me ha parecido terriblemente desafortunado, hubo más votos que votantes en la plenaria del Senado, lo que desde ya es calificado por muchos como fraude. Un hecho similar en este tipo de elección, no tiene antecedentes. Vergonzoso que esta clase de insucesos se presenten en un evento tan importante para la democracia y las instituciones.

Otro hecho que me llamo la atención fue la denuncia de una excompañera de trabajo del doctor Polo, en la que ella lo acusa de recargarla de trabajo, dice la denunciante que fue acosada laboralmente y que tiene todas las pruebas, pero que —desafortunadamente— la investigación se archivó en la Corte Constitucional, donde ambos trabajaban.

Sin embargo, lo que más me llamó la atención de sus denuncias, es el que ella afirmara que el doctor Polo va al vaivén de las circunstancias. Ella trabajó durante varios años con él, lo conoce bien. De Claudia Dangond jamás, en décadas, he oído algo similar. Por el contrario, siempre se me han hablado de ella como una persona intachable, lejana de este tipo de episodios en su vida personal o laboral.

Espero que el Senado de la República reflexione lo suficiente y tome la decisión más adecuada para la democracia. Invito a las senadoras y a los senadores a votar por Claudia Dangond. Este es un asunto muy serio. No da lugar a error.