OPINIÓN
Somos agua que cuida
Hoy más que nunca, ante los efectos del cambio climático, se hace necesaria una conciencia colectiva para la protección del recurso hídrico.
El 60 % de nuestro cuerpo está compuesto de agua, el 70 % de la superficie de la tierra es agua, pero solo el 1 % del líquido sirve para el consumo humano. Este recurso natural se ha convertido en nuestra principal defensa durante la pandemia de covid y nos ha recordado lo importante que es para la supervivencia del planeta.
Entonces, si somos agua, ¿por qué no la cuidamos?
Solo para ilustrar un fenómeno, en Bogotá 160.000 toneladas de basura llegan anualmente a nuestros canales, ríos y humedales; esto es como si llenáramos de desechos cuatro veces todo el estadio El Campín. La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá EAAB gasta alrededor de 22.000 millones de pesos para retirar estos desechos y evitar que los cuerpos de agua mueran.
Por esta época se celebra el Día Mundial del Agua y hoy más que nunca, ante los efectos del cambio climático, se hace necesaria una conciencia colectiva para la protección del recurso hídrico. Es por esto que desde la EAAB realizaremos la semana “Somos Agua” como parte de la iniciativa cultural que nos invita a recordar que el agua es motor de vida y de desarrollo, y que todos podemos ser parte del cambio con solo modificar nuestros hábitos y la relación con ella.
La apuesta desde el Distrito no solo abarca obras y proyectos de ingeniería para garantizar el abastecimiento y la confiabilidad del suministro de agua para todos los bogotanos; también incluye la protección de las fuentes abastecedoras, el páramo y los humedales para reverdecer nuestra ciudad, así como las obras para la descontaminación del río Bogotá, entre ellas, la estación y la planta elevadora de aguas residuales Canoas que superan los 4,5 billones en inversión. .
Para mantener esta infraestructura se requiere el concurso de los ciudadanos, empresas e instituciones modificando pequeños comportamientos desde la casa que generen grandes cambios en los ecosistemas: arrojar a la caneca y no en el sanitario artículos de higiene como los pañitos húmedos y preservativos, recoger el aceite usado en botellas y no desecharlo en los lavaplatos, dejar de arrojar escombros a ríos y humedales, y botar basura en las calles, lo cual tapona el alcantarillado.
Esta transformación cultural de “Somos Agua” garantizará que nuestra ciudad siga viva y reactivada, y que el recurso natural permanezca para los bogotanos de hoy y del futuro. ¡Somos Agua para la vida!.
*Gerente General de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá.