Opinión
‘Tiktokers’ con propósito educativo
El microaprendizaje ofrece una oportunidad extraordinaria, especialmente considerando el corto tiempo que los jóvenes dedican a cada asunto de su interés en un mundo saturado de información, fenómeno conocido como infoxicación.
Mi curiosidad por comprender el impacto de TikTok en la educación me llevó a navegar en la aplicación varias horas nocturnas la semana pasada, superando el promedio global de entre 45 y 52 minutos que los usuarios pasan diariamente en esta plataforma. Desde una perspectiva pedagógica, son muchos los aprendizajes que pueden extraerse de esta red, conocida en su versión china como Douyin y desarrollada por ByteDance, que cuenta con más de 1.500 millones de usuarios activos al mes en el mundo.
Sin duda, el uso más popular de TikTok se centra en el entretenimiento, seguido por las categorías de baile, broma y deportes, entre otras, que suman los 11 millones de videos que se publican cada día. Sin embargo, no todas las personas conocen el potencial que tiene la red para ser utilizada en el proceso de enseñanza-aprendizaje.
El microaprendizaje ofrece una oportunidad extraordinaria, especialmente considerando el corto tiempo que los jóvenes dedican a cada asunto de su interés en un mundo saturado de información, fenómeno conocido como infoxicación. El gran reto radica no solo en captar la atención de los jóvenes para que vean estos contenidos, sino también en retenerla, lo que hace cruciales los primeros 30 segundos de visualización. TikTok ha venido incrementando la duración máxima de sus videos, pasando de los 15 segundos iniciales a un minuto, luego a tres y ahora hasta 10 minutos, con pruebas piloto que extienden este límite a 15 minutos. Esto no solo atrae a más creadores de contenido, sino que también amplía las posibilidades pedagógicas de la plataforma.
El desafío que muchos nos planteamos es cómo lograr la creación de videos cortos con rigor académico sin sacrificar la profundidad del contenido. Este es el principal reto para los educadores, quienes deben emplear su experiencia pedagógica para definir desde el público objetivo y las metas de aprendizaje, hasta el guion y la forma de presentarlo, de manera que resulte atractivo para los jóvenes.
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Existen ejemplos sobresalientes de quienes lo han conseguido con éxito. Entre ellos, he descubierto a diversos maestros y divulgadores científicos de la Universidad de Harvard y del MIT. Para el caso colombiano, han llamado mi atención tiktokers como La profe Mónica (@laprofemonica_), quien enseña ortografía y gramática; Faber David Burgos (@faberburgos), quien de manera entretenida aborda temas de astronomía y geología, y Maye (@aprendeconmaye), quien simplifica el aprendizaje de las matemáticas; con alrededor de un millón de seguidores cada uno. Sin duda, han encontrado la manera de ofrecer una experiencia de aprendizaje digital atractiva y efectiva.
Una de las ventajas de esta innovación en TikTok es su facilidad de uso desde cualquier dispositivo móvil, lo que permite a los jóvenes acceder al contenido en el momento que deseen. Además, los efectos visuales y animaciones en los microaprendizajes son herramientas valiosas para facilitar la comprensión, así como la oportunidad de interactuar con personas de todo el mundo, lo que estimula la creatividad de los jóvenes.
Para aquellos de nosotros que pertenecemos a generaciones anteriores a los millennials o nativos digitales, surge la pregunta: ¿estamos preparados para asumir este desafío? Las estadísticas pueden ser abrumadoras al principio, con tiktokers que acumulan más de 100 millones de seguidores en el mundo, y países como Estados Unidos, México y Colombia con más de 140, 70 y 25 millones de usuarios, respectivamente. Sin embargo, decidí embarcarme en la creación de mi primer contenido educativo en TikTok, con la paciencia de mis hijos y un esfuerzo por comprender las tendencias, los hashtags y los procesos de grabación, edición y publicación. Aunque el resultado no fue de la calidad óptima que deseaba, la satisfacción del aprendizaje obtenido fue inmensa.
Recomiendo a todos vivir esta experiencia de crear contenidos con propósito educativo en TikTok, una actividad que nos acerca aún más a los jóvenes y nos permite comprender mejor cómo piensan y qué sienten los verdaderos protagonistas de nuestra sociedad.