Lucia Bastidas

Opinión

TransMilenio es de todos

La administración Distrital abandonó el sistema TransMilenio. Las consecuencias de la narrativa y discursos de odio de años y años de la izquierda destructiva y del desgobierno de Claudia López tienen a TransMilenio en total caos.

14 de septiembre de 2022

TransMilenio es el principal medio de transporte para los ciudadanos, en lo corrido del año se han movilizado 1.660.000 usuarios en promedio para un día hábil típico en el componente troncal. En el caso del zonal, las cifras son similares, movilizando cerca de 1.700.000 usuarios. La presencia de personal es insuficiente para los cerca de 4.000 puntos por dónde, al ingresar de manera irregular evadiendo el pago del pasaje, roban al transporte público. Son accesos libres, contando estaciones que están sin puertas o están dañadas y accesos por torniquetes sin presencia institucional.

Las acciones interinstitucionales para todos los problemas del Distrito son indispensables. Para este caso se requiere que Seguridad, Cultura, Gobierno y TransMilenio realicen acciones conjuntas para evitar robos como el que conocimos la semana pasada.

Es necesario frenar la evasión o robo del pago de pasaje que está aumentando el déficit. A la semana deja de percibir $ 10.600 millones y, de continuar así, TransMilenio perdería $ 551.200 millones este año, como advertimos en los resultados del conversatorio con Probogotá. ¿No nos duele perder este dinero? ¿Qué pasaría si este dinero se perdiera en Integración Social, o IDU, o Gobierno? Estos recursos podrían reducir la deuda y liberar recursos del Fondo de Estabilización Tarifaría, FET, para invertirlos en salud, educación o servicios sociales. Algo que parece no importarle a la Administración.

La venta ilegal de pasajes en el componente zonal es otro desangre. Existen bandas y particulares que utilizan las tarjetas personalizadas para aprovechar el beneficio de 2 transbordos en 110 minutos, que de zonal a zonal es sin costo adicional. Así como el uso de tarjetas de personas con beneficio Sisbén, que es el incentivo de las personas con puntaje inferior 30,56 que pagan $ 1.650 pesos en las rutas zonales. Este robo le cuesta $ 9.560 millones anuales a la ciudad.

Las zonas contiguas a las estaciones y portales están llenas de basura, sin iluminación y con malos olores por ser tomados como baños públicos. Al interior de buses, los paraderos y portales, las ventas informales lo han convertido en un mercado, que no cuenta con las garantías de salubridad, violenta los derechos de autor de diferentes temáticas con las que los bogotanos se enfrentan a diario y genera una contaminación auditiva que permite todo menos disfrutar de una buena experiencia de viaje (con algunas excepciones).

TransMilenio es un reflejo del desgobierno de la capital, reina el irrespeto por el otro, prima las ventas ambulantes, el desorden, las basuras y el caos. Insisto al Distrito que para mejorar la calidad del servicio se debe utilizar el 100 % de la flota en horas pico y mejorar la experiencia del viaje de los usuarios con portales y estaciones limpias e iluminadas, rutas con mayor frecuencia, organizadas y adecuadas a las necesidades de los usuarios son acciones para lograr que entendamos que TransMilenio es de todos.

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