OPINIÓN
Un país hechos trizas
El Gobierno nacional tuvo casi un año, desde la crisis de noviembre de 2019, para resolver algo, pero no hizo nada y ahora el paro arranca de nuevo con los mismos 104 puntos del año pasado. Es como si Duque no hubiera existido, botaron un año a la caneca de la basura.
Al ritmo en que el país va, el presidente Iván Duque, entregará una Colombia hecha trizas, vuelta añicos. Colombia está ad portas de vivir una de sus peores crisis en poco más de 20 años. Una crisis social, política, económica y de seguridad. El balance es el siguiente:
En materia económica, el país, se encuentra con una tasa de desempleo cercana al 17 por ciento, la cual, castiga más a mujeres que hombres y es muy alta en población juvenil. Igualmente, en las 13 principales ciudades del país el desempleo llega a una tasa de 19,6 por ciento. Además de ello, se cree que a final de año la deuda pública estará por encima del 60 por ciento, pero, tal vez, lo que más preocupa es la tajada de presupuesto anual que se lleva el servicio a la deuda. El de 2020 consume el 20 por ciento, y para 2021 se llevará el 25 por ciento del presupuesto nacional. Aunado a lo anterior, preocupa el déficit fiscal, el cual podría estar cercano a los dos dígitos.
El otro gran reto es el mapa de la seguridad, los datos son más que dramáticos. Son más de 200 municipios afectados por presencia de organizaciones criminales y grupos armados ilegales. En 2020, se cuentan más de 60 masacres y fenómenos como el desplazamiento forzado ha aumentado. Las disidencias pasaron de operar en 56 municipios a 113, el ELN de 99, a poco más de 160 y el Clan del Golfo opera en alrededor de 200 municipios, todo esto entre 2018 y 2020. Un deterioro increíble. Lo más dramático es que el Gobierno parece no encontrar norte. Literalmente no saben que hacer y el ministro de Defensa esta más preocupado por hacer su campaña presidencial para 2022.
La otra gran crisis es la política, la cual se traduce en tres cosas. Por un lado, en comportamientos autoritarios del gobierno de Iván Duque, como, por ejemplo, legislar por decreto en medio de la pandemia. Son más de 150 decretos, muchos de ellos son tan profundos que habrían requerido un gran debate nacional, como, el decreto 1174 o la hipoteca inversa. Más allá de su eficacia, lo cierto es que no se puede legislar por debajo de la mesa.
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El otro debate, se refiere a la concentración de poder del partido de gobierno, como nunca tienen control sobre el ejecutivo, el legislativo, la Contraloría, la Defensoría del pueblo y la Procuraduría. Lo tienen todo, solo les falta las Altas Cortes. El tercer gran lío del gobierno Duque es la ausencia de liderazgo para el país. El presidente, se ha reducido a uno más del debate entre políticos, metiéndose en temas como defender a Uribe y no parece un presidente. Un presidente que parece un congresista buscando fama.
La otra gran crisis es la social. De hecho, en tres días comienza a minga indígena, y para el próximo 21 de octubre está convocado el gran Paro Nacional. El Gobierno nacional tuvo casi un año, desde la crisis de noviembre de 2019, para resolver algo, pero no hizo nada y ahora el paro arranca de nuevo con los mismos 104 puntos del año pasado. Es como si Duque no hubiera existido, botaron un año a la caneca de la basura.
Colombia está a punto de entrar en una verdadera crisis, el país que entregará el uribismo está vuelto añicos, ganarse la presidencia de 2022 será como ganarse la rifa de un tigre. Si bien, esta crisis obedece a factores internos y, también, externos como la pandemia del nuevo coronavirus, lo cierto es que la gestión del gobierno ha sido desastrosa, un buen ejemplo es el manejo económico: en este caso no se entregaron ayudas a tiempo, fueron pocas y tardías, por ello el desempleo se disparó en cuestión de semanas.
Ahora, a pesar de la crisis, el uribismo intenta aplicar la fórmula del 2018: crear pánico generalizado con el cuento del castrochavismo, echar la culpa al gobierno pasado y evadir las responsabilidades.