Opinión
Una estampilla reconoce 370 años de servicio al país
Sin duda, las estampillas de correo son una herramienta educativa y cultural, que perdurará para que las generaciones futuras conozcan nuestra historia a través de ellas.
Recuerdo a mis padres enseñándome de niño, en los años 70, a coleccionar las estampillas que empezaron a emitirse en nuestro país desde 1859, siendo la primera de ellas, con el escudo de la Confederación Granadina, obra de los hermanos Celestino y Jerónimo Martínez.
Fue entonces cuando tuve mi primera aproximación a la filatelia, que despertó mi curiosidad por conocer nuevos sellos que llegaban con las cartas a la familia. Ese interés se convirtió en una pasión compartida por muchas personas alrededor del mundo, dando lugar a la conformación de la Federación Internacional de Filatelia, decenas de federaciones nacionales y numerosos clubes locales, como el Club Filatélico de Bogotá.
Los sellos postales son más que pequeñas piezas adhesivas, son testimonios gráficos de la cultura e historia de los países. Su origen se remonta a 1840, cuando el profesor Rowland Hill ideó para el correo británico un sistema innovador en el que el remitente pagaba por adelantado el envío, usando una estampilla. Así se creó el primer sello postal del mundo, con la imagen de la reina Victoria, que pronto se extendió a todos los continentes.
Las estampillas tuvieron un gran éxito no solo por dinamizar el servicio postal, sino también por evitar situaciones en las que el destinatario no pudiera costear el envío de la carta o correspondencia recibida o que se crearan “códigos” para enviar mensajes evadiendo el pago. Con la innovación de Hill, el uso de los sellos postales se popularizó en todo el mundo, dando origen a la Unión Postal Universal.
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Hoy con el internet, cuando las comunicaciones son en su mayoría digitales y efímeras, las estampillas son un preciado objeto de colección que puede costar cientos de dólares en las grandes exposiciones filatélicas internacionales.
En Colombia, son pocas las emisiones que se realizan cada año. A la fecha en 2023, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones ha autorizado la elaboración de nueve, la sexta de ellas promovida por el señor ministro Mauricio Lizcano como un homenaje a los “370 años de fundación Universidad del Rosario, Bogotá”, que circulará por todo el territorio nacional y por 192 países a través del operador postal oficial, 4-72.
Este reconocimiento se suma a otros recibidos en el pasado con estampillas que ilustran imágenes emblemáticas de la Universidad como el claustro, La Bordadita, su capilla o el busto de monseñor Rafael María Carrasquilla. La nueva estampilla destaca elementos simbólicos como las flores de lis de nuestra cruz de Calatrava, la flor Mutisia clematis, y la innovación en infraestructura y pedagogía representadas en nuestro edificio UR Labs 370.
Una estrategia pedagógica para conocer a nuestro país es, precisamente, por medio de la apreciación de sus estampillas, razón por la que invito a todos los jóvenes a descubrir este mundo extraordinario, que nos permite viajar por la historia mundial, y muy especialmente, la de Colombia.
En el Museo Filatélico de Medellín, del Banco de la República, podrán encontrar sellos postales especiales por su singularidad, como la estampilla más pequeña del mundo, dedicada a Simón Bolívar en 1863, o una de las pocas redondas de la filatelia mundial, que conmemora el primer siglo de invención de la aspirina (1999), en una colección de más de 470 mil estampillas. También podrán aprovechar las ventajas del internet para iniciar esta apreciación visitando las colecciones y exposiciones virtuales.
Sin duda, las estampillas de correo son una herramienta educativa y cultural, que perdurará para que las generaciones futuras conozcan nuestra historia a través de ellas. Por eso, así como en otras ocasiones, cuando se nos ha homenajeado con emisiones filatélicas por nuestro tercer centenario o como reconocimiento a grandes rectores de nuestra institución, es motivo de orgullo y gratitud que nuestra historia se plasme como un testimonio de una época y un reflejo de nuestra identidad. Estoy convencido de que esta estampilla será muy apreciada por los amantes de la filatelia y, en general, por todos los colombianos orgullosos del legado rosarista.
@alejandrocheyne, rector Universidad del Rosario.