OPINIÓN

Una mirada hacia el mar

La gestión de los espacios marinos requiere una normatividad clara que incentive decididamente la investigación y la generación de conocimiento, y que dote a las instituciones de herramientas y medios presupuestales para planificar el aprovechamiento sostenible de estas riquezas.

Gloria Lucía Álvarez
16 de septiembre de 2019

Del 15 al 17 de septiembre de 2019, se celebró en Cartagena el Día Marítimo Mundial, organizado por la Vicepresidencia, el Ministerio de Defensa y la DIMAR, como un reconocimiento de la Organización Marítima Internacional (OMI) a Colombia por su potencial marítimo y el cumplimiento estricto de las normatividades.

‘Empoderando a la mujer en la comunidad marítima’ fue el lema de esta edición, como un reconocimiento a la labor que hacen las mujeres en beneficio de esta industria y alineado también al objetivo de desarrollo sostenible No 5, que promueve la igualdad de género.

Fue una excelente oportunidad para hacer una reflexión respecto a la importancia estratégica que tienen, el Océano Pacífico y el Mar Caribe para el futuro de los colombianos.

Colombia posee un poco más de 203 millones de hectáreas, de las cuales 114 millones se encuentran sobre territorio firme y 89 corresponden a mar territorial. Esto significa que el 44,8% del país es mar. Además, el territorio posee 3.189 km de línea de costa y 3.800km de frontera fluvial. De los 32 departamentos, 12 poseen zona marino costera con  4,5 millones de población costera.

Las fronteras marítimas son prácticamente desconocidas para los ciudadanos. El país colinda por el mar Caribe con Nicaragua, Costa Rica, República Dominicana, Haití, Honduras, Panamá, Venezuela y Jamaica; y por el Pacífico, con Ecuador, Panamá y Costa Rica.

Según las estadísticas del Sistema de Información sobre la Biodiversidad, generadas por INVEMAR, en nuestros mares existen 6 tipos de pastos marinos, 166 de corales, 406 de esponjas marinas, 3.834 de peces y 292 de algas. Eso no puede interpretarse sin compararlo con algo más.

Poco se sabe de las riquezas que esconden nuestras áreas marinas. Hace unos años, se comenzó a hablar de la necesidad de explorar las fuentes minero energéticas que yacen en el subsuelo marino, y hoy no hay muchos avances al respecto; aunque se estima que, en las riquezas de gas del subsuelo marino, puede estar sembrado el futuro energético del país.

El 98% del comercio de Colombia se moviliza por vías marítimas. Turismo, deportes náuticos, energía mareomotriz o desalación, además de la conservación y el aprovechamiento sostenible de la oferta de recursos naturales marinos, son los retos que tiene el país frente al mar.

La gestión de los espacios marinos requiere una normatividad clara que incentive decididamente la investigación y la generación de conocimiento, y que dote a las instituciones de herramientas y medios presupuestales para planificar el aprovechamiento sostenible de estas riquezas, y hacer de Colombia una nación mucho más competitiva en el plano económico, social y ambiental con un aporte significativo desde el mar. 

Bienvenida la disertación y ojalá se mantenga activo el tema en la agenda nacional.

(*) Docente e investigadora del Departamento de Derecho del Medio Ambiente de la Universidad Externado de Colombia.