OPINIÓN
Urge empatía con la situación de las personas migrantes y refugiadas
Nos urge, como colombianos, tener más empatía con la situación de la población migrante y refugiada, y reconocerla como sujeto de derechos, sin importar su origen, nacionalidad o etnia.
El fenómeno migratorio es, sin duda, uno de los temas que más está en boca de los colombianos en los últimos años. No es posible negar o pasar por alto la presencia de poblaciones migrantes, sobre todo procedentes de Venezuela, en distintas partes del país, pues las cifras revelan que más de 1′800.000 personas han cruzado la frontera en los últimos años.
Parte de la falta de conciencia de la situación que atraviesan las personas migrantes y refugiadas es que la información pública resalta las acciones negativas y no enfatiza en las necesidades, potencialidades o los derechos fundamentales de las personas en situación de migración.
Como colombianos, muchas veces nos hace falta ponernos en la situación del otro, ser empáticos y ver cómo podemos aportar a que este fenómeno sea atendido, ya que, como seres humanos, en cualquier momento podemos estar pasando por una situación similar.
Hoy, existen también muchas personas y organizaciones que no solo reconocen los derechos fundamentales de la población migrante, sino que trabajan para protegerlos y garantizarles el acceso a los servicios básicos de salud, alimentación y una calidad de vida digna.
Tendencias
Una de ellas es la Fundación Operación Sonrisa Colombia, que desde el año 2020 ha puesto en marcha la estrategia internacional Trascendiendo Fronteras, establecida con el apoyo de Operation Smile.
La estrategia está basada en brindar atención en salud y nutrición, con un énfasis especial en niños y niñas con la condición de labio fisurado y/o paladar hendido de las comunidades migrantes en diferentes regiones a lo largo de la línea fronteriza con Venezuela. Una labor que se potenció recientemente con la integración de la Fundación al Grupo Interagencial de Flujos Migratorios Mixtos (GIFMM) de La Guajira, que constituye un espacio de coordinación para la respuesta a la situación de refugiados, migrantes, retornados y poblaciones de acogida en Colombia.
Basados en una comprensión de la salud desde un enfoque comunitario, familiar e individual, las acciones y actividades de los programas de la Fundación Operación Sonrisa Colombia en todos los territorios de la línea fronteriza con Venezuela, incluyendo aquellas realizadas al interior del país en contextos de movilidad humana, conciben la vinculación de la comunidad como un todo, desde la población retornada, la población pendular, la población con vocación de permanencia y sus comunidades receptoras.
Trascendiendo Fronteras busca mejorar las condiciones de salud primaria y de nutrición de las niñas y niños en Colombia, a través del acceso a una atención en salud de calidad y al fortalecimiento de las capacidades de las familias para prevenir las enfermedades prevalentes de la primera infancia en articulación con las entidades de salud local.
Así mismo, como valor agregado, la Fundación Operación Sonrisa Colombia brinda atención a niñas, niños, adolescentes y familias en alineación con el derecho internacional humanitario, y cuenta con una unidad móvil de atención denominada la Ruta de las Sonrisas para llegar a las comunidades a quienes más se les dificulta acceder a los servicios de prevención y nutrición infantil, por tratarse de comunidades remotas.
Nos urge, como colombianos, tener más empatía con la situación de la población migrante y refugiada y reconocerlos como sujetos de derechos, sin importar su origen, nacionalidad o etnia. Para ello, podemos empezar por tres reglas básicas:
1. Evitar comentarios negativos sobre las personas provenientes de otros países.
2. Ponerse en la situación de las familias migrantes y refugiadas, y pensar por un momento ‘qué harías si fueras tú el que debe dejar su país’.
3. Promover acciones positivas en tu familia que demuestren la solidaridad con las personas migrantes que has conocido en tu país.