OPINIÓN
Desencadenamiento
Cuando se conocieron, Uribe y Cadena estaban lejos de imaginar que cada uno podría terminar siendo la perdición del otro.
El expresidente Álvaro Uribe reconoció en su indagatoria ante la Corte Suprema de Justicia que varias declaraciones a su favor, firmadas por supuestos testigos, en realidad fueron escritas –de puño y letra– por el cuestionado abogado Diego Cadena. Una de esas cartas aparece en el proceso firmada por el paramilitar Carlos Enrique Vélez, quien además asegura que recibió plata de Cadena. Varios pagos están probados documentalmente.
PREGUNTADO: ¿El abogado Cadena le dijo a usted que él había elaborado de su puño y letra la carta? CONTESTÓ: Si me lo hubiera consultado le hubiera dicho terminantemente que eso no se podía hacer. Después, me lo contó a posteriori, le dije, hombre Diego, doctor Diego, ¿cómo haces eso?
Sin embargo no fue la única vez que el autodefinido “abogánster” se convirtió en calígrafo de presos que declaraban a favor del expresidente. También ocurrió con unos reclusos de la cárcel de Cómbita:
PREGUNTADO: Senador, ¿Diego Cadena le informó a usted, quién elaboró las tres cartas? CONTESTÓ: No… eh… vine a saber ahora en esto que, hay una carta que él le tomó la carta o le elaboró a uno de los testigos.
El senador Uribe reiteró que estaba inconforme con la conducta de su abogado:
PREGUNTADO: Y después ocurrió la de la cárcel de Cómbita. Él vuelve y hace otra de su puño y letra, Senador? CONTESTÓ: No, no le he pedido explicaciones sobre eso pero no estoy de acuerdo.
Así mismo, el expresidente dijo que está en desacuerdo con la entrega de dineros por parte de Cadena a los testigos Carlos Enrique Vélez y Eurídice Cortés:
“Nunca me informó, ni me consultó. Me pidió una cita. Le dije voy a estar en el Senado, recientemente, hace semanas, pocas semanas. Y estaba ahí, en la mesa preparando la plenaria, llegó. Ahí está Hernán Cadavid, quien hoy es mi UTL principal y el doctor Cadena me dice: no mire es que yo le quiero contar a usted que por razones humanitarias yo le di dos millones de pesos, o mi oficina le dio dos millones de pesos, a Carlos Enrique Vélez. Le dije: hombre Diego si me hubieras consultado te digo que no, te hubiera dicho terminantemente que no”.
Cuando se conocieron, Uribe y Cadena estaban lejos de imaginar que cada uno podría terminar siendo la perdición del otro.
El senador Uribe asegura que también se sorprendió cuando supo, por sus otros abogados, que los pagos superaban la cifra que Cadena le había mencionado:
“Después me cuentan los abogados, que aquí en la declaración de Carlos Enrique Vélez y Diego Cadena, no fueron dos millones, sino que subió alrededor de siete, de la oficina de él y que había unos temas humanitarios y que unos temas de unos viáticos o un teléfono”.
El senador Uribe encuentra reprobable la entrega de dineros a un testigo pero señala que no debe considerarse como un soborno:
“Hoy tengo que decirle a usted, Magistrado, lo que le dije a Diego Cadena, no estoy de acuerdo con que se le hubiera dado ese dinero. Si me hubiera consultado, le hubiera dicho que no, pero mal haría yo, si pienso que ese dinero fue para sobornar al señor Carlos Enrique Vélez, o para que alterara un testimonio o para que dijera una mentira. De eso, estoy seguro”.
No es claro de dónde vienen los recursos que Diego Cadena ha usado para hacer estas operaciones y otras relacionadas con la defensa de Uribe. El expresidente dice que, hasta ahora, no le ha pagado honorarios en efectivo a Diego Cadena pero asegura que pactó con él una remuneración en especie:
“Siempre le dije, por supuesto yo le tenía que pagar honorarios, y está definido que se le entrega un lote de mí… de propiedad de mi señora, en una parcelación rural de Montería”.
El traspaso de la propiedad no se ha firmado. El senador Uribe sostiene que el acuerdo supone que el valor del lote de doña Lina cubrirá cualquier gasto en el que pudiera incurrir Cadena:
PREGUNTADO: ¿El abogado Diego Cadena le reportaba a usted algún tipo de gastos propios de la gestión profesional? CONTESTÓ: Esto es, se supone que esos gastos estaban representados, más los honorarios, en ese lote. Es un lote de más de dos mil metros, en una urbanización de las mejores calidades, que está llamado a valer mucha plata.
Durante más de un año, el expresidente Uribe dio largos rodeos para evitar responder una pregunta simple: ¿Quién le presentó a Diego Cadena? En la Corte Suprema, por fin, contestó. Fue su primo, el condenado parapolítico Mario Uribe.
Cuando se conocieron, Uribe y Cadena estaban lejos de imaginar que cada uno podría terminar siendo la perdición del otro.