OPINIÓN ON-LINE
¡Qué vergüenza para Caldas!
Lo primero que debe tener un gobernante para que se gane el respeto y la admiración de sus gobernados: es autoridad moral, por lo tanto, su elección debe ser honesta y transparente.
El señor Guido Echeverri, no obstante estar inhabilitado, se hizo elegir por segunda vez a la gobernación, con la votación más alta jamás registrada, ¿qué está pasando en Caldas?
Fueron cerca de doscientos mil votos, los que se depositaron en las urnas el 25 de octubre pasado para la gobernación, por el señor Guido Echeverri, votación jamás vista en la historia electoral de nuestro departamento, claro que fueron votos pasados por mermelada y acuñados por contratos y posiciones burocráticas, sin embargo, aún todo esto, las cuentas no cuadran, la mayor votación para la gobernación de Caldas, no ha sido más que de ciento setenta mil votos.
¿Qué se esconde detrás de todo esto? ¿Un negociado? ¿Un Peculado? Algo tiene que haber oculto que aún no ha salido a la luz pública, pero en los horizontes de la verdad empieza a verse la estructura del querer ser gobernante, simplemente para aprovechar el poder en beneficio personal y de sus áulicos mediante un posible y escandaloso negociado con la hidroeléctrica de la miel,- es lo que se comenta en voz baja en los mentideros sociales y reuniones políticas-, según las investigaciones que se adelantan, una vez se obtengan los primeros resultados, prometen dejar sin respiración a más de uno.
En todo este entramado para la gobernación de Caldas, con dos elecciones atípicas en menos de cuatro años, se esconde una tenebrosa red de defraudadores que los organismos de control ya están a la saga para poderlos identificar y ubicar a quienes realmente son los responsables, todo parece indicar que hay un altísimo nivel de responsabilidad en las altas esferas del gobierno.
La razón es muy sencilla: la candidatura de Guido Echeverri, para el presente período fue promovida desde Palacio de Nariño, con el guiño del presidente Santos y de su vicepresidente Germán Vargas Lleras, se comprobó, cuando el superministro de la época: Néstor Humberto Martinez, pidió concepto ante el Consejo de Estado,- sala Electoral-, y no ante el organismo competente para el momento, como lo era el Consejo Nacional Electoral.
Tenemos que decir sin miedo, aunque con mucho dolor, que el señor Guido Echeverri, junto con su combo de promotores y aduladores, se ha convertido en el peor obstáculo para el progreso y desarrollo de nuestro departamento y sus municipios, solamente quienes han promovido esta desgracia, deben saber de los graves perjuicios administrativos que se causan al desarrollo social y económico que padecen nuestras regiones con semejantes debacles administrativos.
Si bien el programa de gobierno de Guido Echeverri es interesante, puesto que se trata de un profesional a toda prueba, nos sorprende que no entre en razón; si quiere prestar un servicio eficiente a su departamento que lo haga en observancia de las normas legales y jurídicas, mas no valiéndose de marrullas y trapisondas politiqueras.
No podemos permitir que la ilegalidad de su elección continúe siendo una sombra negra que obnubila el presente y futuro de Caldas, con mal ejemplo para las presentes y futuras generaciones, y más que todo para los inversionistas nacionales y extranjeros.
Haber insistido en su reelección a sabiendas que se encontraba inhabilitado, es algo que no puede aceptarse bajo ningún punto de vista, por consiguiente, todas las instituciones: cívicas, sociales, económicas y políticas, que les duela el departamento, deben levantarse para enarbolar muy en alto la bandera de la restauración moral por Caldas, para que en caso de unas nuevas elecciones atípicas, lo hagan con pleno conocimiento de causa.
Esto solo se logra tomando conciencia para que en unas próximas elecciones no vayamos a cometer los errores del pasado que nos están causando retroceso y poca credibilidad ente la opinión nacional e internacional, que en los actuales momentos no nos deben estar mirando con buenos ojos, puesto que el principio de autoridad debido a todos estos y reiterativos tropiezos electorales, se encuentra más que menguado, en entredicho.
No podemos permitir tampoco que oscuros personajes prevalidos de poder económico y político pretendan continuar haciendo de las suyas con las buenas intenciones de sus habitantes, que en su mayoría son gentes buenas, trabajadoras y honestas, y merecen los mejores gobernantes para sacar adelante sus planes y programas de desarrollo, estancados desde hace muchos años en los laberintos de la corrupción.
Es inaudito que Caldas en los últimos cuatro años haya convocado dos elecciones atípicas, con grave deterior para su progreso, y sobre todo los enormes costos económicos y financieros que esto representa, sumados a la crisis e inercia administrativa en todos los órdenes, puesto que sus planes y programas de desarrollo además de quedar en suspenso, generan desconfianza.
Considero que los parlamentarios que así actuaron, deberán responder junto con el señor Guido Echeverri, por todos los daños y perjuicios causados al departamento, por haber tenido la indelicadeza y la frialdad de echar por los despeñaderos de la cesación administrativa al departamento de Caldas y sus Municipios, provocando atrasos en lo social, y económico, sin antecedentes en la historia político – administrativa del departamento de Caldas.
Lo advertimos desde un comienzo de la campaña para las elecciones regionales del 25 de octubre: que el señor Guido Echeverri, se encontraba inhabilitado puesto que su período anterior solo vencía el 31 de diciembre del 2015, esto se lo manifestamos a los señores congresistas: senadores y representantes de unidad nacional de Caldas, sin embargo, mas pudo el caciquismo y el clientelismo, que la razón y la lógica, frente a un candidato a todas luces inhabilitado por violación a las más elementales normas electorales.
Que esta nueva debacle electoral de Caldas, nos sirva de reflexión, es la hora de llamar a nuestros dirigentes políticos al orden, por lo menos para que den explicaciones de que fue lo que ocurrió, o hacia dónde va toda esta tramoya jurídico – administrativa de Caldas, que va teniendo varias interpretaciones de orden disciplinario y penal.
urielos@telmex.net.co