Opinión
Viene la reforma política con sus “amiguísimos y conveniencias”
¡Los partidos no son un rebaño en el que todos deben verse y pensar igual, los partidos tienen personas con pluralidad de ideas y sus formas de deliberar!
El presidente Petro, en un trino del pasado 12 de enero, señaló: “Las listas abiertas sirven para hacer el clientelismo que ha llevado a la corrupción política. La lista cerrada puede crear verdaderos proyectos colectivos donde la sociedad influya con eficacia en el Estado y sus leyes”. ¡Pues NO, señor presidente!, todo lo contrario a su parecer, son las listas cerradas las que favorecen los amiguismos y conveniencias.
Tras una década en funcionamiento de las listas abiertas, ha quedado demostrado que el voto preferente mejora la relación entre el elector y su candidato; con las listas cerradas la relación será entre los repartidores de avales y los candidatos que más réditos generen.
El día de la elección, al ciudadano le llegará un listado sin capacidad de decisión para votar por su candidato. Hemos visto cómo en listas cerradas los electores ni siquiera conocen quiénes forman parte de la lista.
Las listas abiertas renuevan la participación política y los liderazgos porque al interior de los partidos políticos encontramos personas dedicadas a diversos temas, unos son activistas ambientales, juveniles o animalistas, hay defensores y defensoras de los derechos de las mujeres, de personas con discapacidad, adultos mayores y así un abanico de opciones interesantes que pueden poner su nombre libremente en una lista a una corporación pública.
Lo más leído
Eso permite que cada candidato difiera del otro en su plan de gestión, las temáticas que lidera, incluso su experiencia personal, laboral o profesional marca la eventual simpatía que puede tener con un elector.
Algunos harán campañas con el contacto directo en la calle, otros acudirán a redes sociales o tendrán una base social con la que seguramente podrán contar el día de elecciones.
En las listas abiertas todos llegamos con margen de posibilidades, ejemplo de ello es que en cada elección las corporaciones políticas se renuevan en un alto porcentaje.
¡Los partidos no son un rebaño, en el que todos deben verse y pensar iguual, los partidos tienen personas con pluralidad de ideas y sus formas de deliberar! Me pregunto en una lista cerrada… ¿Quién, cómo y bajo qué criterio se ponderaría que un candidato es más importante que otro para el interés ciudadano?
Pensar que el voto preferente es un vehículo para comprar votos o para generar relaciones de clientelismo es una falacia, es una propaganda sucia como las de Guanumen contra Fico Gutiérrez, la izquierda piensa que solo ellos pueden “defender” los intereses de la sociedad. Este tipo de afirmaciones no las compartimos.
Con las listas cerradas, volveremos a retroceder a las oscuras épocas de la dictadura del bolígrafo, donde el dueño del partido decide a su criterio quiénes debían ser los candidatos y en qué orden, la propuesta es autoritaria y refleja el talante de este gobierno.
Por supuesto, adornarán la figura señalando que los partidos tendrán que hacer procedimientos democráticos internos, consultas populares, votaciones entre los militantes, elecciones primarias, etcétera, etcétera.
Digan lo que digan, al final el orden de la lista se priorizará con aquellos que serán más cercanos al ‘caudillo’ del partido, las curules se heredarán por conveniencia y amiguismos, los nuevos liderazgos se perderán.
Mientras en una lista abierta cada candidato se esfuerza por alcanzar la curul con sus propios votos, en las cerradas estos dependerán de la cabeza de lista y del jefe del partido, el resto serán unos perezosos a la hora de buscar el respaldo de los ciudadanos
La corrupción y el clientelismo no se acaba con modificar la forma en que se elige una lista, ¿o es que acaso la lista cerrada del PH no entregó credencial a personas como Álex Flórez o Piedad Córdoba? Muy seguramente con lista abierta no hubieran alcanzado ni siquiera un edilato.
Bajo la sombrilla de la lista cerrada llegarán a las corporaciones regionales candidatos de dudosa reputación, porque a la final no serán castigados con el voto directo del elector.
¿Acaso el Gobierno no ha basado en el clientelismo sus relaciones entre el ejecutivo y el legislativo?, basta con mirar la estructura de las entidades del orden nacional para examinar quiénes son los que ocupan los cargos más representativos del Gobierno.
Otro tema que alarma es que la lista cerrada disminuirá eventualmente la cantidad de electores, en un país donde solo vota el 50 % del potencial electoral, sumado al debilitamiento de los partidos.
El ciudadano se quedará en su casa y no saldrá a apoyar al candidato con el cual se sienta representado, esto es un peligro para la democracia y un camino libre al autoritarismo, estaremos a un paso de Venezuela.
Restan cuatro debates de la reforma política y el gobierno Petro, sin ruborizarse, sigue apoyando las listas cerradas para todos los cuerpos colegiados.
Es importante que las bancadas se unan para defender nuestra democracia, varios partidos ya han expresado abiertamente su rechazo a esta figura, como Cambio Radical. Esperamos que cuando se reinicien las sesiones, el Congreso tome la decisión correcta.