El Plan Vallejo
Sorprende el poder de convocatoria de Fernando Vallejo, quien se está convirtiendo en el autor colombiano más consistente y exitoso. ¿Cuál es su secreto?
Estuve en la Feria del Libro el fin de semana; sin lugar a dudas los organizadores la sacaron del estadio este año, frente a los fiascos de los años anteriores cuando ensayaron en agosto y luego la volvieron a ponerla en abril.
El éxito de este año se mide por la asistencia que quedó en evidencia el fin de semana pasado: todos los pabellones y auditorios llenos, hasta las banderas. Uno de los sucesos más importante fue el lanzamiento del libro: El cuervo blanco, la biografía de Rufino José Cuervo Urisarri, escrita por Fernando Vallejo, evento en el que la asistencia también fue multitudinario. Me encontré a varias personas que no pudieron participar, porque el auditorio estaba completamente lleno.
Es sorprendente el poder de convocatoria de este autor. Un par de reflexiones sobre el tema: primero, es claro que en Colombia se lee poco, pero tal vez no tan poco como nos están diciendo y es muy probable que ahora mismo haya más personas leyendo que antes y en un promedio superior al de siempre. Tengo la tesis que los jóvenes de hoy leen un poco más, porque hay una oferta literaria más agresiva para ellos: el fenómeno Harry Potter es apenas una de esas manifestaciones; también están los títulos de literatura juvenil e infantil con que nos llenan las listas de textos escolares a comienzos de años. Así que lo de Vallejo tal vez coincida con una tendencia más a fondo de nuevos lectores en el país.
El otro asunto son las razones específicas del éxito de Vallejo: primero, lo más evidente, su vocación incendiaria, que le ha valido muchas polémicas y muchos hinchas. Pero Vallejo es algo más que un iconoclasta, que es tal vez la faceta que más publicidad genera. Lo que de verdad se destaca es su capacidad de trabajo, de donde se deriva, creo yo, todo su éxito y talento.
Me explico: Vallejo escribe lo que se le da la gana sobre los temas que se le da la gana. Pero no es un simple opinador. Lo que de verdad se destaca es su ímpetu a la hora del trabajo; Vallejo es un autor exhaustivo. A la biografía sobre Cuervo le dedicó 14 meses de investigación pura y dura; “recopiló” expedientes en Europa y esculcó todos los archivos que había sobre el personaje en Colombia; leyó 30 investigaciones académicas sobre el tema, según lo relata Nelson Fredy Padilla en El Espectador. En sus trabajos anteriores también queda en evidencia eso.
Hasta el momento he leído muy poco de la obra de Vallejo: concluí El desbarrancadero; hice un primer intento con La Puta de Babilonia, pero no pude terminar; he leído algunas entrevistas y escuchado varias de sus conferencias. Así que mi autoridad sobre el autor se restringe a esta experiencia.
Creo que lo de menos es la capacidad de injuria de Vallejo; lo más importante, y por lo que sigue ganando más fanaticada cada día, está relacionado con algo menos evidente: su capacidad para profundizar en lo que hace, por cuenta del tiempo que le dedica; es decir, su desinteresada capacidad de trabajo. La disciplina de Vallejo es la verdadera causa de su éxito, porque eso deriva en credibilidad. La gente no quiere leer Vallejo simplemente para ver a quien descabeza en su nuevo trabajo, sino para ver qué cosas ciertas está diciendo. Aquí un aparte de lo que habló con William Ospina en la Feria del Libro. http://www.youtube.com/watch?v=kjCMy2KQTEc