Moneyball
Esta es una historia de revolución en sí misma. Un reto a los estándares de la vieja escuela de cómo se gerencia un equipo de beisbol de las grandes ligas para hacerlo ganador. En la edición 84 de los Oscar tuvo cinco nominaciones, incluida mejor película y mejor actor.
El juego de la “pelota caliente”, célebre deporte yanqui. Cultura popular en esta parte del hemisferio, capaz de reunir a millones de fanáticos en la gran carpa para ver impulsar y anotar carreras, ponchar jugadores y batear ‘home runs’. A cerca de este mismo beisbol –que se formalizó como grandes ligas en 1903–, y de cómo se construye una novena ganadora, se construyó una historia para el ‘gran pantalla’, por gracia de un bien dirigido filme a través del lente de Bennett Miller (Capote).
Moneyball o El juego de la fortuna (por su título en español), cuenta la historia de Billy Beane (Brat Pitt), manager general de los Atléticos de Oakland, un tradicional equipo de beisbol de las ligas mayores, venido a menos y con pocos recursos para hacer fichajes “decentes”, y enfrentar la siguiente temporada. Por lo que su gerente se idea una estrategia “revolucionaria”, con la que trasgrede toda política tradicional de administrar equipos. La movida: reclutar cuanto jugador haya sido relegado o este al margen de sus equipos (ya sea por una lesión, por bajo rendimiento, por viejo o por lo que sea). La única condición: que tenga registros en sus tarjetas de carreras anotadas. Eso es todo lo que busca Beane, en compañía de Peter Brand (Johan Hill), un joven economista graduado de Yale, quien él mismo reclutó. Este dúo, a punta de reglas de economía y contando como en los casinos, arman un equipo para sacarla del estadio. Un reto a los estándares de la vieja escuela de cómo se gerencia un equipo de beisbol. Un desafío al sistema.
El film está basado en una historia real, que antes se había impreso en las páginas de la novela: Moneyball: the art of winning an unfair game (Michael Lewis), un libro que se dedica al estudio de la industria del beisbol. Este presenta las ineficiencias y omisiones, los casos de elementos minimizados (llámese jugadores, estrategias, tácticas), a través de análisis de estadísticas y teorías. Sin embargo, como lo cuenta su propio escritor, Billy Beane es el epicentro de la industria, quien en una búsqueda quijotesca y su anhelo por conseguir un campeonato se encuentra con algo colosal e importante que supera sus expectativas. “Es una película honesta y genuina acerca de lo que ocurrió con Billy y los A’s, así como con lo que consiguieron”.
Su buen adaptado guión, mano de obra de Steve Zaillian (Millenium: Los hombres que no amaban a las mujeres) y Aaron Sorkin (La red social) refleja lo que se ha descrito como un drama universal, donde los seres humanos buscan superar los tiempos malos a toda costa. Una vía alterna del “cine deportivo” para desarrollar la historia.
Para Brath Pitt, quien también hace de productor, comenta que Moneyball es la clásica historia del más débil. “Ellos se enfrentan al sistema. ¿Cómo van a sobrevivir, cómo van a competir? Incluso si consiguen buenos talentos, estos jugadores son atraídos por el gran mercado, equipos con mucho dinero. Entonces estos tipos deciden que no pueden pelear contra los otros bajo sus reglas. Debían reexaminar todo, buscar conocimiento nuevo, encontrar alguna clase de justicia”.
Dentro del reparto que acompaña al actor que mejor lo hace comiendo snacks (o cualquier comestible) frente a la cámara -cuyo nombre fue nominado a la 84 entrega de los Oscar como mejor actor-, se destacan el gran Philip Seymour Hoffman (ganador de la estatuilla en la misma categoría de Pitt, por Capote), quien representa a Art Howe, entrenador del equipo, y Johan Hill, nominado como mejor actor secundario. A estas postulaciones, se unieron la de mejor película, mejor guión adaptado y montaje.
Si bien, Moneyball tuvo un par de strikes y outs a la hora de su realización: como la reescritura de su guión y la salida de la dirección de Steven Soderbergh (Traffic, la trilogía de Ocenas, Che, Contagio), por ejemplo. El equipo que se conformó, finalmente –este sí– decente por donde se le mire, en sus turnos al bat cinematográfico, logró sacar adelante el juego de la fortuna.
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Ficha técnica
Título original: Moneyball.
Dirección: Bennett Miller.
País: Estados Unidos.
Año: 2011.
Duración: 133 min.
Género: Drama.
Reparto: Brad Pitt, Johan Hill, Philip Seymour Hoffman, Robin Wrigth, Chis Pratt, Tammy Blanchard, Stephen Bishop.
Guión: Steven Zaillian y Aaron Sorkin.
Producción: Michal De Luca, Rachael Horovitz, Scott Rudin y Brad Pitt.
Música: MyChael Danna.
Fotografía: Wally Pfister.
Montaje: Christopher Tellefsen.