ALEJANDRA CARVAJAL
Cómo el “choca esos cinco” de Putin al príncipe saudí mejora su bolsillo
Así usted no lo crea, el efusivo saludo del Presidente Putin al Príncipe Saudí, tiene un efecto directo en nuestras finanzas. Aquí le explico cómo.
En la cumbre del G20 se reafirmaron amistades; unas más que otras. El “choca esos cinco” del presidente Putin al príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salmán es un ejemplo de ello. Este gesto no le pudo llegar al Príncipe en mejor momento, cuando Human Right Watch solicitó su captura inmediata, por presuntos crímenes de guerra en Yemen, así como por el asesinato del periodista Khashoggi, acusación respaldada por la CIA. Este fue solo el preludio de la reunión de esta semana de la Opep en Viena, en la que al parecer todo está listo para una eventual subida de precio del crudo.
La tregua entre China y Estados Unidos al decidir no imponer aranceles comerciales adicionales durante los próximos 90 días, la decisión de Alberta, la provincia productora más importante de Canadá de reducir la producción en 325.000 barriles por día y la salida de Catar de la Opep también han ambientado esto. Lo de Catar, un hecho sin precedentes en la historia del cartel mundial más poderoso desde 1960, hizo que de inmediato los precios aumentaran un 6%. Catar quiere aumentar su producción de 4,8 a 6,5 millones de barriles diarios, hecho que habría alentado su decisión.
La reunión privada oficial entre Putin y Trump no se llevó a cabo, pues este último la canceló, al parecer, por las tensiones existentes en la península de Crimea. También, posiblemente porque su ex abogado, Michael Cohen, se declaró culpable de mentir al Congreso de su país sobre el alcance y la duración de sus tratos con Rusia.
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En Argentina todos se dieron la mano; quizá tras bambalinas bailaron algún tango e incluso se dio una paz temporal en materia comercial entre las dos superpotencias. Por el bienestar del comercio mundial es fundamental que estos acuerdos se mantengan.
Ya algunos medios, como el New York Times, consideran este episodio como el inicio de una nueva Guerra Fría, con todas las consecuencias que esto tiene para el orden mundial. La reciente Cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), por primera vez en 25 años terminó sin una declaración conjunta como consecuencia de la disputa comercial entre Estados Unidos y China.
Mientras tanto, ambos gobiernos generan nuevas alianzas, como la que se creó hace unos días entre el gobierno español y el chino, pues en su visita a Madrid, Xi Jinping le abrió las puertas al jamón español, reemplazando de algún modo el jamón de cerdo y de buey norteamericanos que se han encarecido en China entre un 30% y un 40% fruto de la guerra arancelaria. De paso, los dos gobiernos firmaron un documento en los cuales se oponen de manera conjunta al proteccionismo y al unilateralismo.
Frente a gestos como este, Estados Unidos firmó un nuevo Nafta con México y Canadá, mostrando que ellos también tienen aliados en el comercio internacional significativos y poderosos. Ping-Pong.
Estas dos circunstancias afectan directamente la salud de nuestras finanzas y, sin duda alguna, nuestra capacidad de compra en esta Navidad. El afectuoso saludo de Putin al príncipe saudí revitalizó la economía colombiana y, de paso, la venezolana. No nos gusta Maduro, pero un petróleo bajo también nos perjudica a nosotros, más ahora que el financiamiento de los gastos permanentes del PGN (Presupuesto General de la Nación) se ampara en rentas fiscales derivadas de la actividad petrolera. De esto dependerá si nos aplican más impuestos. También este factor incide en las negociaciones del salario mínimo de 2019.
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Si continúa la guerra comercial entre Estados Unidos y China, posiblemente genere bienestar en algunos sectores de la economía colombiana, pero en general, si la economía China desmejora nos comprarán menos, afectando directamente nuestros bolsillos. También, bajarían los precios de los productos chinos en el mercado nacional, que competirían directamente con productos nacionales que no tienen como rivalizar con esta industria. El empresariado colombiano estaría afectado, así como las tasas de empleo. En el último año las exportaciones de Colombia a China aumentaron en un 71,6%, crecimiento que estaría en duda si continúa la guerra comercial.
Debemos tener en cuenta que las estrategias de Trump en materia internacional se basan en la política de la zanahoria y el garrote. Esto lo aplicó a la perfección con Kim Jong-un, con los resultados que ya todos conocemos. Esperemos que con China suceda lo mismo. La guerra comercial debe finalizar por el bienestar del mundo. Es mejor que China y Estados Unidos también choquen esos cinco.
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